SETAS, LA ’CARNE
VEGETAL’ Ricas en proteínas, vitaminas y minerales, son utilizadas en dietas
por su bajo contenido en hidratos de carbono y grasas Además de la satisfacción
que pueden darnos las setas en su versión culinaria, hoy vamos a centrarnos en
sus características nutricionales. Vaya por delante que las setas, conocidas
como la ‘carne vegetal’, son un alimento bajo en calorías, con un porcentaje
mínimo de hidratos de carbono y grasas. Ante todo hay que destacar su alto
contenido en proteínas de alta calidad biológica, es decir, son fácilmente
asimilables por el organismo. Generalizando, porque cada familia y especie
micológica tiene unas características particulares, se puede decir que comiendo
100 gramos de setas, que ya es una buena ración, aportaremos al cuerpo poco más
de 30 calorías. Eso sí, crudas o a la plancha. Si las guisamos o juntamos con
grasas la cosa cambia. Por ejemplo, echando champiñón crudo y fileteado a la
ensalada conseguiremos un plato muy saludable. Las setas son buenas fuentes de
vitaminas B1, B2, B3 y D2, entre otras, además de aportar minerales como
potasio, calcio, selenio, hierro, magnesio... Sin olvidar que por norma general
el 80% del contenido de una seta, incluso más, es agua. Y volviendo a los
champiñones, porque como he dicho en anteriores artículos, son una especie de
fácil adquisición en los comercios y de un precio más que asequible, son una
gran fuente de vitaminas del grupo B y minerales que nos ayudarán a reducir el
colesterol, además de tener un alto poder antioxidante, lo que ayuda a combatir
las células cancerígenas. En 100 gramos las calorías no llegan a 35, con dos 2
gramos de fibra dietética y aproximadamente 4 de proteínas. Solo unos ejemplos
de los beneficios nutricionales. La vitamina B2 favorece la formación de
glóbulos rojos y anticuerpos, y proporciona energía al cuerpo, al igual que la
B3, que potencia el crecimiento y cuida del hígado y los músculos. Y el potasio
favorece las actividades del sistema nervioso y muscular, a la vez que el
fósforo, además de proporcionar poder energético, actúa como elemento regulador
en el crecimiento de huesos y dientes, por lo que los pequeños de la casa
pueden comer setas sin problemas, ayudándoles a su desarrollo. Y hay que
destacar que el hierro contenido en las setas es mucho más absorvible por el
cuerpo que el que proporcionan otros alimentos. Por no hablar que la
ribaflabina, existente en las vitaminas del grupo B, favorece el crecimiento
del cabello, ayudando a frenar su caída, además de permitir tener unas uñas más
bonitas y sanas, manteniendo también en buen estado la vista. Vamos, todo
beneficios. Eso sí, no hay que pasarse en las cantidades y es mejor comerlas
varias veces al mes en pequeñas cantidades que no darse atracones. Por último,
la fibra dietética juega un papel importante en el control de peso al funcionar
como un “agente de carga” en el sistema digestivo. Las setas contienen dos
tipos de fibras dietéticas: los beta-glucanos y quitina, que aumentan la
saciedad y reducen el apetito, lo que hace que la personas que las ha comido se
sientan llenos por más tiempo, con lo que se evita las ingesta de más
alimentos. Esta es la razón por la que las setas son incluidas en numerosas
dietas para personas obesas. Pero, por favor, eliminen la tentación de hacerse
una dieta a base de setas. y si tienen un problema de sobrepeso acudan a un
especialista. Y es que las setas en cantidad son indigestas y eso se debe a que
contienen macromoléculas costosas de procesar para el estómago humano. Sobre
todo si las consumimos por la noche. “La glotonería siempre es mala consejera,
pero en el caso de las setas aún más”, advierte el doctor Josep Piqueras,
responsable del Laboratorio de Hematología del Hospital Vall d’Hebrón de
Barcelona y reconocido experto internacional en micología. Ensalada de champiñones y brócoli Esta es una receta muy fácil,
veraniega, nutritiva y diferente. Primero ponemos a hervir el brócoli cortadito
en pequeños ramilletes no más de cinco minutos para que quede al dente. Sacarlo
y enfriar. Cortamos la lechuga y la echamos al bol. Seguidamente fileteamos los
champiñones y zanahorias, y los echamos también a la ensaladera. Una vez frío
el brócoli lo añadimos también y aliñamos. Echamos un poco de sal y pimienta
negra molida al gusto. Luego el aceite y removemos bien. El que desee puede
echarle vinagre, un poco de limón exprimido... Experimentar!!! Una ensalada
sana, sana. On egin. Fuente: El Correo TOMADO DE ENVIO DE PREGON AGROPECUARIO
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