ESCRIBE EL DR. RODOLFO CANABAL Reformar Constitución
requiere de un gran acuerdo nacional En
la edición precedente se sostuvo, ante informaciones que aludían a actividades
de algunos sectores políticos gubernamentales favorables a promover reformas a
diversas normas constitucionales, que es asunto muy importante. Pero se
entendió que al respecto es fundamental tener presente, y por tanto reiterar,
que lo que corresponde ante una cuestión de tal trascendencia es en sustancia
lo siguiente: solo es pertinente reformar la Constitución cuando se la llegado
a un muy amplio acuerdo nacional que, por su extensión, haya comprometido a las
fuerzas políticas más representativas de la colectividad y obviamente a los
especialistas en materia constitucional.
Y se agregó a ello que es muy evidente que, en estos
momentos, aun se está muy lejos de que exista a nivel nacional algún acuerdo
que alcance las condiciones que son indispensables para poner en marcha una
eventual reforma constitucional. Y se entendió que en tal materia es deseable,
y muy importante, que las normas adquieran lo que se llama fijeza, vale decir,
vigencia prolongada, que determina que no suscite idea de que sea necesaria su reforma.
La información sobre este asunto tan trascendente tuvo,
ulteriormente a la fecha en que en la presente columna se insertó dicho
comentario, un cambio muy grande: en efecto, hubo excelente información sobre
las propuestas reformistas que sectores del Frente Amplio, el MPP, el Partido
Socialista y el Nuevo Espacio han formulado y hecho públicas, no todas
coincidentes sobre el Poder Judicial, el Estado, los derechos, las elecciones y
el mecanismo que proponen para encaminar sus propuestas. Es pertinente señalar
que, con respecto al mecanismo para promover las reformas, el MPP sugiere la
iniciativa popular del 10% de los ciudadanos inscriptos, los socialistas
proponen la Convención Nacional Constituyente, en tanto el Nuevo Espacio
descarta tal convención por considerar que tiene más inconvenientes que
virtudes, en lo cual coinciden en general los especialistas en materia
constitucional.
Otros aspectos importantes relacionados con el tema también
han tenido buen apoyo informativo, como es el caso, verbigracia, de la opinión
de varios expertos en temas constitucionales, entre ellos los doctores Martín
Risso y Ruben Correa Freitas, quienes sostienen lo que expresa El País del 17
de julio bajo el titular “Expertos: reforma no es urgente y desaconsejan la
Constituyente”. El profesor doctor José Korseniak había también sustentado tal
punto de vista, y el doctor Correa Freitas ha expresado asimismo que la reforma
no es viable si no hay un consenso de todos los partidos políticos. Y coinciden
los constitucionalistas en que no es necesario reformar la Constitución para
cambiar el concepto de propiedad privada de inviolable a fundamental. Es
pertinente señalar que de dicha edición de El País fueron tomadas las
informaciones que se transcriben, o resumen, en esta columna.
La creación de un tribunal o sala constitucional es apoyada
por Correa Freitas y por Korseniak, pero sobre la base de que se asegure que no
quede sometido al poder político del gobierno y sea independiente. Pero no lo
deben integrar, según Corrrea Freitas, actores sociales, jerarquías
jurisdiccionales y especialistas académicos: al respecto señaló que ya hay
experiencias en América Latina. Korzeniak no se opone tampoco al Tribunal
Constitucional, pero entiende que si se mejora la carrera de los magistrados no
sería necesario hacer tal cambio. A Risso no le convence la propuesta pues
considera que la Suprema Corte de Justicia cumple bien sus competencias, y
agrega que el tribunal debe ser “jurisdiccional y no político”.
Korseniak también emitió opinión acerca de la oportunidad de
una reforma constitucional, y fue al respecto muy claro y preciso. Consideró
que “ahora” no es conveniente, y agregó: “No lo veo como un tema ni para este
año, ni para el que viene”. Coincide con tal opinión Martín Risso, quien expresó
que “la Constitución se puede modificar en cualquier momento, pero ahora no hay
urgencia”, y agregó que “sinceramente no hay mucha cosa que modificar” y “lo
único que mejoraría sería la convocatoria de las elecciones legislativas de
medio término. Lo demás serían modificaciones muy limitadas”. En su concepto,
la mejor herramienta para modificar la Constitución es la ley constitucional,
que requiere la mayoría especial de dos tercios de cada cámara para ser
aprobada. En cambio, aseguró que la Constituyente es un mecanismo “muy pesado”
y “costoso”.
Se expidieron algunos puntos de vista sobre cambios en el
régimen electoral: Correa Freitas expresó que el balotaje “es un buen
instrumento” y se deberá mantener, aunque sí son necesarias modificaciones en
las elecciones internas, para que en lugar de ser abiertas sean cerradas a los
afiliados de los partidos. Por su parte, Risso opinó que es “absolutamente
razonable” separar más en el tiempo las elecciones nacionales de las
departamentales. A su juicio, juntarlas “sería un retroceso”. En tanto, para
José Korseniak “al sistema electoral hay que simplificarlo” y llevarlo a una
sola elección, sin contar las internas.
Se considera que las diversas opiniones glosadas son
suficientes para advertir, con la indispensable claridad, cuáles son los puntos
de vista más importantes que sustentan quienes por su actividad profesional o
política son especialistas, o están muy vinculados, con los temas
constitucionales. Y se culmina el presente comentario con la reiteración de que
la eventualidad de una reforma constitucional está muy, muy lejos, de ser
realidad. TOMADO DE EL TELGRAFO DE URUGUAY , nota : seria muy importante dieran autonomía e independencia a municipios como el de Bella Union , que depende
administrativamente de Artigas , es decir depende de la voluntad, el partidismo ,
el humor del gobernante de Artigas para levantar su basura, , arreglar sus
calles, fijar su prioridades, arreglar su plaza .....
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