Seguridad hídrica para el desarrollo sostenible Juan
Carlos Sevilla Gildemeister Jefe de la Autoridad Nacional del Agua La adecuada gobernanza del agua es uno de los
grandes desafíos que enfrenta globalmente la humanidad en el siglo XXI. El Perú
no es ajeno a ello, y el gran reto está en manos de la Autoridad Nacional del
Agua (ANA).
Es política de Estado garantizar el acceso al agua a todos
los peruanos, impulsando el aprovechamiento soberano de los recursos hídricos y
promoviendo su explotación racional y equilibrada en condiciones de respeto a
las poblaciones y al medioambiente; contribuyendo así a la eliminación de la pobreza
y la desigualdad, y generando inclusión social y económica.
Así, la Política 33 de Estado sobre los recursos hídricos
señala: “Se debe usar el agua en armonía con
el bien común, como un recurso natural renovable y vulnerable, e integrando
valores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales.”
La importancia del agua para el desarrollo sostenible tiene
un carácter multisectorial; por ello, es necesario hacer un llamado a los
tomadores de decisiones, a fin de impulsar y fortalecer las políticas públicas
en materia de conservación y acceso al uso del agua de manera equitativa para
las diferentes actividades productivas,
así como garantizar las coberturas de agua potable y saneamiento en toda la
población.
En ese sentido, el Gobierno, la empresa privada y la
sociedad civil, unidos en el Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos,
trabajamos juntos para gestionar de forma sostenible el agua, y lograr así la
seguridad hídrica en bien del desarrollo sostenible del país. El objetivo
principal es institucionalizar una gobernanza hídrica que satisfaga plenamente
las necesidades humanas, así como las de los ecosistemas. Aquí, el componente
clave es la inclusión, pilar fundamental para el crecimiento económico y el
bienestar social, donde el agua es el motor clave para el progreso de los
pueblos.
Vamos rumbo a la optimización de la eficiencia en el uso y
reúso del agua, en la prevención de riesgos y la mitigación de los efectos de
los eventos extremos,
en el tratamiento de los efluentes y la obtención de futuras fuentes
alternativas de agua.
Estamos convencidos de que sin seguridad hídrica, no hay
seguridad alimentaria, por lo que es imperativo asegurar responsablemente el
acceso justo y equitativo a los recursos hídricos, en cantidad, calidad y
oportunidad, tanto para las poblaciones urbanas como rurales, binomio
indisoluble para garantizar el éxito del desarrollo productivo nacional. TOMADO
DE EL PERUANO
No hay comentarios:
Publicar un comentario