martes, 21 de julio de 2015

SEGURIDAD HIDRICA PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE

Seguridad hídrica para el desarrollo sostenible Juan Carlos Sevilla Gildemeister Jefe de la Autoridad Nacional del Agua  La adecuada gobernanza del agua es uno de los grandes desafíos que enfrenta globalmente la humanidad en el siglo XXI. El Perú no es ajeno a ello, y el gran reto está en manos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA).
Es política de Estado garantizar el acceso al agua a todos los peruanos, impulsando el aprovechamiento soberano de los recursos hídricos y promoviendo su explotación racional y equilibrada en condiciones de respeto a las poblaciones y al medioambiente; contribuyendo así a la eliminación de la pobreza y la desigualdad, y generando inclusión social y económica.
Así, la Política 33 de Estado sobre los recursos hídricos señala: “Se debe usar el agua en armonía con el bien común, como un recurso natural renovable y vulnerable, e integrando valores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales.”
La importancia del agua para el desarrollo sostenible tiene un carácter multisectorial; por ello, es necesario hacer un llamado a los tomadores de decisiones, a fin de impulsar y fortalecer las políticas públicas en materia de conservación y acceso al uso del agua de manera equitativa para las diferentes actividades productivas, así como garantizar las coberturas de agua potable y saneamiento en toda la población.
En ese sentido, el Gobierno, la empresa privada y la sociedad civil, unidos en el Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos, trabajamos juntos para gestionar de forma sostenible el agua, y lograr así la seguridad hídrica en bien del desarrollo sostenible del país. El objetivo principal es institucionalizar una gobernanza hídrica que satisfaga plenamente las necesidades humanas, así como las de los ecosistemas. Aquí, el componente clave es la inclusión, pilar fundamental para el crecimiento económico y el bienestar social, donde el agua es el motor clave para el progreso de los pueblos.
Vamos rumbo a la optimización de la eficiencia en el uso y reúso del agua, en la prevención de riesgos y la mitigación de los efectos de los eventos extremos, en el tratamiento de los efluentes y la obtención de futuras fuentes alternativas de agua.
Estamos convencidos de que sin seguridad hídrica, no hay seguridad alimentaria, por lo que es imperativo asegurar responsablemente el acceso justo y equitativo a los recursos hídricos, en cantidad, calidad y oportunidad, tanto para las poblaciones urbanas como rurales, binomio indisoluble para garantizar el éxito del desarrollo productivo nacional. TOMADO DE EL PERUANO


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