- Como si el conflicto con el sector agropecuario de 2008 no hubiera existido: así se mostró ayer Cristina Kirchner en la presentación de las metas para los próximos diez años en materia agroalimentaria, con un especial pedido para que los productores aumenten las inversiones y sumen ciencia y tecnología al sector primario
Ningún representante de la Mesa de Enlace, la agrupación que nació en medio del conflicto y que luego se fue debilitando con continuas diferencias internas, estuvo anoche en Tecnópolis, el predio donde se montaron la presentación presidencial y la cena con empanadas y asado.
Sin la Comisión de Enlace, el resto del sector agrario estaba en pleno. Desde empresarios y representantes de las bolsas de cereales hasta industriales de la carne, exportadores, molineros y productores de las economías regionales.
Cristina Kirchner insistió anoche en reclamar mayor industrialización. "El gran desafío es agregar conocimiento. Vengo machacando con agregar valor", apuntó. Además, como lo hizo ante los industriales el jueves pasado, reeditó el concepto de "industrializar la ruralidad" y pidió que se incremente la producción en los mismos pueblos de donde salen las materias primas. "Es parte del reclamo de mayor seguridad que la gente pueda quedarse en sus pueblos", planteó la Presidenta.
Lejos de los agravios o los recuerdos de aquella pelea que de alguna manera aún continúa, la Presidenta renovó el discurso y se concentró en enviar gestos de distensión al campo. Eso sí: no hubo menciones a la crisis financiera internacional ni tampoco promesas concretas de subsidios o programas especiales para la inversión. "Queremos que la Argentina sea un líder a nivel global en agroalimentación. Las metas (de 160 millones de toneladas de granos por año) que proponemos van a quedar cortas", dijo.
Entre la orquídea phalaenopsis que lleva el nombre CFK, una variedad genéticamente modificada y creada especialmente para la Presidenta, y la vaca clonada Rosita, que da leche maternizada, la Presidenta se mostró con un discurso moderado que mechó con números y datos de lo que espera para el sector agropecuario. "Necesitamos que todos los sectores comprendamos que el crecimiento tiene que ser parejo para todos", pidió la Presidenta, en el único párrafo que dedicó a la distribución de la riqueza.
Entre las metas para los próximos diez años, Cristina Kirchner se refirió poco y nada a la soja, que había disparado el conflicto anterior. Apenas si leyó que esperaba que la cosecha pasara de 52 millones de toneladas a 71 millones hacia 2020. Y nada más. Sin la Comisión de Enlace, el resto del sector agrario estaba en pleno. Desde empresarios y representantes de las bolsas de cereales hasta industriales de la carne, exportadores, molineros y productores de las economías regionales.
Cristina Kirchner insistió anoche en reclamar mayor industrialización. "El gran desafío es agregar conocimiento. Vengo machacando con agregar valor", apuntó. Además, como lo hizo ante los industriales el jueves pasado, reeditó el concepto de "industrializar la ruralidad" y pidió que se incremente la producción en los mismos pueblos de donde salen las materias primas. "Es parte del reclamo de mayor seguridad que la gente pueda quedarse en sus pueblos", planteó la Presidenta.
El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, la asistía desde el escenario montado en el pabellón central de Tecnópolis. Es que la jefa del Estado se llevó un cúmulo de papeles para dar a conocer las metas. Incluso, mostró comparativamente cuánta ganancia daba una papa desde su producción y cuánto terminaba saliendo un paquete en un supermercado para mostrar el objetivo de lo que estaba proponiendo.
Entre los asistentes, la mayoría consideraba buenas las propuestas pero reclamaban pistas para conocer cómo se iban a cumplir (ver aparte). Es que Cristina Kirchner se concentró en los ejemplos de lo que pretendía, pero no en explicaciones de cómo lograrlo.
"El clima asociativo tiene que visualizar la dirección que el Estado lleva adelante y entonces la asociación surge de manera natural", aportó.Entre las metas del plan, la Presidenta mencionó que aspiraba a superar los 160 millones de toneladas de granos en diez años, cifra que consideró que será finalmente más elevada, y sostuvo que el programa significará alcanzar los US$ 100.000 millones en exportaciones del sector agroindustrial y agroalimentario.
Ante buena parte de los gobernadores, ministros y legisladores del bloque del Frente para la Victoria, que pasaron dos horas a la espera de la cena, Cristina Kirchner volvió a reclamar la sanción del proyecto de ley de tierras que envió al Congreso. "No puedo pensar que, cualquiera sea el partido de los legisladores, no piensen que la tierra no tenga que estar en manos de argentinos", reclamó al resto de las bancadas para avanzar en la limitación a la compra de campos por parte de extranjeros."El afán de crear y agregar valor existió. Pero hubo intereses y algunos que colaboraron para que se instale esa subordinación cultural que decía que era mejor todo lo que venía de afuera", agregó la Presidenta.
En medio de la campaña y los gestos para acercarse al campo, Cristina cerró con un "vamos por más", su eslogan electoral preferido. Y se sentó a disfrutar de las empanadas de carne tucumana y de humita que le sirvieron de entrada. (tomado de APF.Digital)
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