RANKING DE HECTAREAS CULTIVADAS EN EL PLANETA
De ésta nómina de países productores, son pocos los que tienen posibilidades concretas de expandir su frontera productiva. En tal sentido Brasil y Argentina evidencian las mayores posibilidades
Por: Aldo Norberto Bonaveri
El Banco Mundial, en base a estadísticas elaboradas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura “FAO”, publicó el ranking por países de superficie cultivada en el mundo. La nómina está encabezada por Estados Unidos, ubicándose nuestro país en el 10º lugar, representando el 2,2% del área cultivada mundial, la que tan solo asciende 9,3% del total de tierra firme. Lo que evidencia que la gran mayoría del planeta no es apto para la producción agropecuaria.
Para más detalles, cabe consignar que nuestro planeta posee una superficie total de 510.000.000 de Km2, de ellos 361.000.000 están cubiertos por agua. Las estadísticas de la FAO expresadas en el informe del Banco Mundial, señalan que en el mundo la cantidad de tierras cultivadas suman 1.381.000.000 hectáreas (13.800.000 Km2).
Por cierto que el área cultivada de cada país guarda alguna relación con su superficie total, pero ello se relativiza también en función de las características de los tipos de suelos que lo componen, el porcentaje cubierto por montañas y otra serie de factores que inciden directa o secundariamente.
Tal podemos observar en el cuadro presentado, resulta interesante apreciar como participan las tierras en explotación dentro de la extensión de esos mismos países. En tal sentido sobresalen nítidamente Ucrania con el 53,67% e India con 48,03%; Argentina queda instalada en lugar 11º con el 11,15%.
A los efectos de considerar las condiciones de quien lidera el cuadro inferior, cabe consignar que en Ucrania predominan las llanuras y los terrenos levemente ondulados. La presencia montañosa se circunscribe sólo a los montes Cárpatos que atraviesan el extremo sudoeste, entre las fronteras eslovaca y rumana. El clima favorable y la fertilidad de sus suelos fértiles y negros de las estepas, hicieron de Ucrania el granero de la ex Unión Soviética, llegando su producción a ser el 50% del total de URSS (territorio que cubría 22.402.200 Km2).
En otro orden de cosas, corresponde mencionar que de ésta nómina de países productores, son pocos los que tienen posibilidades concretas de expandir su frontera productiva. En tal sentido Brasil y Argentina evidencian las mayores posibilidades. Ambas naciones sudamericanas han experimentado en los últimos quince años un crecimiento sostenido, tanto en la incorporación de tierras a la producción, como en la mejora de rendimientos.
tomado de Pregon Agropecuario
De ésta nómina de países productores, son pocos los que tienen posibilidades concretas de expandir su frontera productiva. En tal sentido Brasil y Argentina evidencian las mayores posibilidades
El Banco Mundial, en base a estadísticas elaboradas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura “FAO”, publicó el ranking por países de superficie cultivada en el mundo. La nómina está encabezada por Estados Unidos, ubicándose nuestro país en el 10º lugar, representando el 2,2% del área cultivada mundial, la que tan solo asciende 9,3% del total de tierra firme. Lo que evidencia que la gran mayoría del planeta no es apto para la producción agropecuaria.
Para más detalles, cabe consignar que nuestro planeta posee una superficie total de 510.000.000 de Km2, de ellos 361.000.000 están cubiertos por agua. Las estadísticas de la FAO expresadas en el informe del Banco Mundial, señalan que en el mundo la cantidad de tierras cultivadas suman 1.381.000.000 hectáreas (13.800.000 Km2).
Por cierto que el área cultivada de cada país guarda alguna relación con su superficie total, pero ello se relativiza también en función de las características de los tipos de suelos que lo componen, el porcentaje cubierto por montañas y otra serie de factores que inciden directa o secundariamente.
Tal podemos observar en el cuadro presentado, resulta interesante apreciar como participan las tierras en explotación dentro de la extensión de esos mismos países. En tal sentido sobresalen nítidamente Ucrania con el 53,67% e India con 48,03%; Argentina queda instalada en lugar 11º con el 11,15%.
A los efectos de considerar las condiciones de quien lidera el cuadro inferior, cabe consignar que en Ucrania predominan las llanuras y los terrenos levemente ondulados. La presencia montañosa se circunscribe sólo a los montes Cárpatos que atraviesan el extremo sudoeste, entre las fronteras eslovaca y rumana. El clima favorable y la fertilidad de sus suelos fértiles y negros de las estepas, hicieron de Ucrania el granero de la ex Unión Soviética, llegando su producción a ser el 50% del total de URSS (territorio que cubría 22.402.200 Km2).
En otro orden de cosas, corresponde mencionar que de ésta nómina de países productores, son pocos los que tienen posibilidades concretas de expandir su frontera productiva. En tal sentido Brasil y Argentina evidencian las mayores posibilidades. Ambas naciones sudamericanas han experimentado en los últimos quince años un crecimiento sostenido, tanto en la incorporación de tierras a la producción, como en la mejora de rendimientos.
El auge agrícola en los integrantes del MERCOSUR llegó acompañado fundamentalmente de los avances tecnológicos. La adopción de cultivares transgénicos resultó preponderante, permitiendo la superación de las performances y, sobre todo la factibilidad de implantar soja en zonas hasta entonces marginales. En Argentina actualmente 23.000.000 de hectáreas se siembran con organismos genéticamente modificados “OGM” (74% de la superficie cultivable).
En nuestro país, el otro gran factor que ha permitido está verdadera revolución agrícola es la Siembra Directa “SD”. Sistema introducido por técnicos de INTA en 1964, que comenzó a tomar impulso sobre las postrimerías de la década de los 80’, motorizado principalmente a partir de la creación de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa “AAPRESID”. Esta tecnología ofrece una serie de beneficios, entre los que se destacan: la preservación de la tierra, reduce considerablemente la utilización de maquinarias y los laboreos, mejor aprovechamiento de la humedad y protección del medio ambiente.tomado de Pregon Agropecuario
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