Los accidentes ofídicos son comunes en todo el país, pero en
esta región se presentan más casos.
Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ | Cada dos días tres personas son
mordidas por serpientes en Antioquia.
Un problema de salud, pues aunque las muertes se han
reducido a menos del 10 por ciento de los algo más de 4.200 accidentes ofídicos
que se presentan cada año en Colombia, dejan secuelas.
"Es una situación que no debería presentarse, pues
existe tratamiento", indica Sebastián Estrada Gómez, director del Grupo de
Ofidismo y Escorpionismo de la Universidad de Antioquia.
En 2013 de acuerdo con un informe de Andrea Elizabeth
Paredes Medina, médica veterinaria del Instituto Nacional de Salud, en la mitad
de los municipios colombianos se ha reportado al menos un caso.
Así, a la semana 42 del año iban 3.524 accidentes y 21
muertos. La mayoría de los afectados son jóvenes y trabajan en el campo, pero
hay de todo: 933 mujeres y 2.377 hombres.
En el país, dice Estrada Gómez, la mayor parte de los
accidentes son por serpientes del género Bothrops. Y Antioquia dice el INS es
el que presenta más registros.
Urabá es la región con más casos revelan las estadísticas de
la Seccional de Salud: 141 en 2011 y 183 en 2012.
Pero en todas las regiones hay registros. Nordeste y
Suroeste tuvieron el segundo y tercer número de casos el año pasado. El
análisis de Paredes Medina revela que hasta el periodo 10 de este año, el
municipio antioqueño con más mordeduras era Ebéjico con 24, seguido por
Apartadó y Ciudad Bolívar con de a 22. Montería encabezaba el listado nacional
con 37.
Y aunque las serpientes forman parte del ambiente colombiano
de selvas y campos, aún se recurre a prácticas que ponen en peligro la salud y
la vida: el 28,2 por ciento de los pacientes utilizaron algún tipo de práctica
no médica, siendo más frecuentes los rezos.
Las que muerden
De más de 3.000 especies de serpientes en el planeta, la
sexta parte son venenosas. De ellas, en Colombia existen 8 familias, 71 géneros
y 272 especies de las que solo 49 son venenosas: pertenecen a 2 familias y 9
géneros.
Pero la mayoría de los accidentes ocurren por las Bothrops,
dice Estrada: un 70 a 75 por ciento.
La mapaná, Bothrops asper, es la de más mordeduras. Es muy
agresiva y se le conoce como talla X y cuatro narices.
En segundo lugar está la patoco, patoquilla o 24, del género
Porthidium. Otras de alta incidencia son la verrugosa Lachesis, la cascabel, la
víbora de tierra fría y la coral.
"El verrugoso es de las más grandes, tiene más
capacidad de inyectar veneno, pero no es tan agresiva", explica Estrada.
La mayoría de las venenosas, según Paredes Medina, se
reconocen por poseer fosetas termorreceptoras, orificio situado entre el ojo y
la narina, dando origen al nombre de "cuatro narices". El
investigador del Serpentario indica que por lo general son opacas, no presentan
colores brillantes, salvo unas como la coral.
Distribución
El Serpentario Nacional de Colombia reporta que la mapaná se
distribuye debajo de los 1.000 metros, del Pacífico al Caribe y zona Andina; el
verrugoso hasta 1.600 metros, en Pacífico y zona oriental en Santander.
"En Antioquia podría estar hacia Frontino y Vegachí", según Estrada
Gómez.
La víbora de tierra fría (Bothriechis schlegelii ),
arborícola, tiene un rango más alto, hasta los 2.460 metros.
En Antioquia la mapaná habita en Urabá, Bajo Cauca,
Magdalena Medio, Nordeste y Occidente, mientras en la zona cafetera es común la
víbora de tierra fría.
La mitad de los mordidos en 2013 son menores de 30 años, el
42,3 por ciento realizaba prácticas de agricultura, pero 754 solo caminaban: el
56 por ciento de las mordeduras se dieron en miembros inferiores posiblemente
al pisar serpientes camufladas en la hojarasca.
De los afectados, 3 sufrieron amputación de miembro inferior
y de 21 muertos (ninguno en Antioquia) aunque las guías para los accidentes
sugieren hospitalización, 57 por ciento no fue hospitalizado y 28,6 no recibió
antiveneno. El 85 por ciento pertenecía al régimen subsidiado.
Qué hacer
En caso de mordedura hay una recomendación clave: recurrir a
un centro médico lo más pronto para recibir auxilio. El suero debe ser aplicado
en hospital.
Estrada Gómez afirma con claridad que el tiempo ideal es el
menor tiempo y ojalá que no hayan transcurrido más de seis horas. Aunque si el
veneno es inoculado en el torrente sanguíneo en minutos podría presentarse un
desenlace fatal, por lo general es en área muscular y da más tiempo.
La mapaná y el verrugoso inoculan venenos de efecto local:
producen edema grande, hemorragia, necrosis y síndrome compartimental, colapsan
nervios y vasos sanguíneos y puede derivar en amputación. De hecho, este año
van tres según el INS.
La cascabel y la coral inoculan venenos de acción
neurotóxica que afectan el sistema nervioso central y se pierde autonomía para
mover músculos. Si se afecta el sistema nervioso autónomo puede producirse paro
respiratorio o cardiorrespiratorio.
PARA SABER MÁS
SUGERENCIAS PARA TENER EN CUENTA EN CASO DE MORDEDURAS
Las siguientes son las que sugieren las autoridades de
salud:
El tratamiento depende mucho de la pericia médica: conocer
síntomas y hasta forma de la mordedura (las corales tienen colmillos pequeños y
juntos, y muchas veces quedan prendidas de la persona).
EN DEFINITIVA
Las mordeduras por serpientes venenosas son un problema de
salud pública por las secuencias que deja el veneno, muchas veces por no
recibir un tratamiento oportuno.
TOMADO DE EL COLOMBIANO
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