RECLAMO DE LA
FUNDACION ESPERANZA
La provincia es
la única que no habilitó la línea 137 sobre casos de violencia familiar
GENERO. Este año
por primera vez caratularon como “femicidio” la muerte de una mujer en manos de
su ex pareja, ella era Elizabeth Verón.
Una ONG que
trabaja por los derechos de la mujer y el niño agredido, destacó la necesidad
de fortalecer la protección integral de las víctimas. La línea telefónica que
debería estar habilitada permite que un móvil que depende de la Justicia se
acerque al lugar del hecho para dar contención.
Desde la
Fundación Esperanza, que hace unos tres años trabaja en Corrientes para la
protección de la mujer y el niño víctima de violencia familiar o abuso sexual,
remarcaron la necesidad de reforzar acciones para una atención integral de las
víctimas.
La presidente de
la ONG, María Dolores Sadi, recordó que “Corrientes es la única provincia donde
no está habilitado el 137”. El procedimiento luego de verificar una llamada a
este número consiste en trasladar un móvil no identificable con dos oficiales de
Policía Federal Argentina hasta la escena, acompañados por un psicólogo y un
trabajador social para dar respuesta inmediata, conteniendo a la persona que
fue agredida y desarmando al agresor que es conducido a la comisaría
correspondiente.
“Hace falta que
de forma urgente se habilite el número 137 que funciona en todo el país menos
en Corrientes. Es un número de emergencia para violencia familiar, tiene móvil
propio para ir al rescate y funciona las 24 horas del día. La única provincia
que no se adhirió a este sistema fue Corrientes”, dijo a El Litoral Sadi.
Explicó que “la oficina de desarrollo de la mujer no se adhirió en su momento a
esta línea que trabaja con la violencia doméstica”.
En otras ciudades
como Resistencia, Chaco, este número sí está habilitado y la presidente de la
ONG comentó que “funciona a toda hora y a los 15 minutos de la llamada, el
móvil está en el lugar”. Por falta de esta herramienta, la Fundación Esperanza
está cumpliendo un papel que debería estar a cargo del Estado, expresó.
“No tenemos un
refugio, estamos trabajando prácticamente en la calle. Vamos a donde las
personas nos necesitan y así trabajamos
desde hace tres años. Nos llaman
asistentes sociales de hospitales cuando cae una mujer golpeada o niños
golpeados”, indicó Sadi. Luego hacen un seguimiento acompañando en primer lugar
a la víctima a hacer la denuncia en las comisarías correspondientes, también
brindan asistencia psicológica. Respecto a los llamados, destacó que reciben un
promedio de tres por día, por casos de violencia familiar. “Algunas personas
sólo llaman para desahogarse y contar su situación, otras piden acompañamiento
para hacer la denuncia, asesoramiento, o preguntan donde pueden refugiarse”. Si
bien la fundación no cuenta con un refugio propio, sí buscan hogares
transitorios, algunos de ellos dados por otras ONG. “Vivimos en una sociedad
donde reina el machismo, recién ahora la gente se anima a hablar”, sostuvo Sadi
al referirse a la provincia. TOMADO DE EL LITORAL CTES AR
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