Nuestros bosques y la responsabilidad empresaria
El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra todos los 5 de
junio. Fue declarado en 1973 por la
Organización de Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de sensibilizar a la
población mundial en relación a temas ambientales, intensificando la atención y
la acción política.
Más allá de las necesarias conmemoraciones el medio ambiente
está contemplado en nuestras leyes. El artículo 41 de nuestra Constitución
Nacional nos otorga importantes derechos y obligaciones: “Todos los habitantes
gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo
humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades
presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de
preservarlo”.
En ese sentido, nuestra ley suprema nos interpela a todos
como ciudadanos responsables, desde el punto de vista moral y legal, por los
impactos ambientales que puedan generar nuestras acciones.
La cuestión ambiental es una preocupación que excede desde
hace tiempo a los ecologistas: cada vez más políticos, gobiernos y empresas
plantean la necesidad de que las actividades productivas sean sustentables.
Es así que, dentro de sus programas de Responsabilidad
Social Empresaria, muchas compañías incluyen la sustentabilidad ambiental como
uno de sus principales valores.
Es el caso de uno de los treinta grupos empresarios más
grandes del país que pretenden desmontar en Salta más de 6 mil hectáreas de
bosques protegidos por la Ley Nacional de Bosques.
Es claro que la expansión de las actividades de empresas
como Molino Cañuelas y Compañía Argentina de Granos, puede realizarse sin
desmontar esa finca. No alcanza con argumentar que cuentan con la autorización
del gobierno salteño y que se va a realizar un “desmonte cuidado y responsable,
que no afecte el ecosistema”.
Cabe preguntarse entonces, qué espera la Secretaría de
Ambiente de la Nación para garantizar que el gobierno de Salta cumpla con una
ley nacional sancionada por el reclamo de un millón y medio de argentinos; y si
otorgará el BID un préstamo por 75 millones de dólares a una empresa que va a
deforestar donde la ley no lo permite.
Los bosques concentran la mitad de la biodiversidad
terrestre. De ellos obtenemos bienes y servicios indispensables para nuestra
supervivencia, como alimentos, maderas y medicamentos. Juegan un papel
fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y
caudales de agua y la conservación de los suelos. Y son el hogar y sustento de
miles de familias campesinas e indígenas.
Por todo esto, los bosques son posiblemente nuestro
patrimonio natural más valioso. Es allí donde de empresas y gobiernos deben
accionar, protegiendo lo que es de todos y para todos. TOMADO DE INFOBAE
SUGERIDA EN RED FOROBA , HERNAN GIARDINI
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