lunes, 9 de junio de 2014

HIDROAYSEN hidroeléctrica que no nacerá


 Las últimas horas de HidroAysén - Publicado por: Daniel Martí­nez
Todo indica que el comité de ministros del Medio Ambiente le quitará el piso al proyecto hidroeléctrico. La mayoría de los sectores aplauden la eventual medida, pero hay otros que no están de acuerdo con esa decisión.
COLBÚNENDESAHIDROAYSÉNMICHELLE BACHELET
El martes 10 de junio, el comité de ministros de Medio Ambiente pondrá fin a casi una década de polémicas entorno a Hidroaysén, el mega proyecto energético de las empresas Colbún y Endesa que por años sacó a la calle a miles de chilenos para mostrar su rechazo ante su siempre inminente aprobación. Esta semana el comité de ministros de Bachelet podría darle un triunfo a la calle.
Al menos así lo ven los movimientos ambientalistas, quienes creen que ese día marcará un antes y un después en la forma en cómo se deciden las políticas energéticas del país. Un triunfo, dicen.
Si bien el martes se decidirá su futuro, su muerte ya había sido anunciada, incluso, en la campaña presidencial cuando la Presidenta Michelle Bachelet dio un portazo y dijo que no “apoyaría” el proyecto. La siguió su ministro de Energía, Máximo Pacheco, diciendo que había que “des-hidroaysenizar la discusión energética” y luego un vendaval de declaraciones de parlamentarios de la Nueva Mayoría mostrando su férreo rechazo a la iniciativa.
 Al interior del gobierno hay acuerdo en que la decisión que tomará el comité de ministros -encabezado por Pablo Badenier (Medio Ambiente) e integrado por Carlos Fürche (Agricultura), Helia Molina (Salud), Luis Felipe Céspedes (Economía), Máximo Pacheco (Energía) y Aurora Williams (Minería)- será dejar sin efecto la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de Hidroaysén, necesaria para comenzar a operar, puesto que “no están todos los elementos” para asegurar que no haya impacto del proyecto en el medio ambiente.
Y aunque para el Gobierno el camino está lleno de flashes y aplausos, para Colbún y Endesa el camino es más oscuro. En los siete años de tramitación, el proyecto insigne de la sociedad los ha hecho gastar 320 millones de dólares entre estudios y compra de terrenos, entre otros. Si se confirma la decisión de dar de baja el proyecto, la mayor parte de ese gasto se irá a la basura.
La alternativa para Hidroaysén será judicializar el proceso. Según explica Flavia Liberona, directora ejecutiva de la Fundación Terram, la sociedad podrá presentar un recurso contra la decisión del comité de ministros ante el Tercer Tribunal Ambiental, en Valdivia, en un plazo de 30 días una vez que se oficialice la respuesta del Gobierno a la empresa. “La lucha ahora se viene en tribunales”, dice.
Otro paso, aunque menos probable, es que Hidroaysén tome acciones legales contra el Estado de Chile por “falta de servicio”, teniendo en cuenta en que el gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera aprobó el proyecto en 2011 pero retrasó por casi tres años las reclamaciones planteadas en su momento. Tomado de el dinamo por sugerencia en envío de boletín gal de chile 

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