UN MOMENTO CRUCIAL PARA EL SECTOR LECHERO EN URUGUAY
Octava baja consecutiva en Nueva Zelanda; la producción
uruguaya es la más alta de la historia, alcanzará nuevos máximos en la
primavera y al mismo tiempo el precio internacional no encuentra sostén.
El precio internacional de los lácteos tiene en las ventas
de Fonterra –principal exportador mundial basado
en Nueva Zelanda– su
referencia clave. Y ese precio viene en un marcado descenso que ha llevado a
que la empresa de Oceanía advierta a sus productores que el precio que
recibirán por la leche en los próximos meses será notoriamente inferior al que
han venido cobrando. Han sido tres meses con dos remates en cada mes, todos a
la baja y hay algunos análisis que plantean que el descenso de precios no ha
llegado aún a su piso. Desde la venta del 18 de febrero en la que el precio
empezó a bajar hasta la de este martes 3 solo ha habido descensos de precios
que se vieron confirmados esta semana cuando en promedio los precios cayeron
otro 4% y suman un descenso de más de 20%.
El período de auge de las materias primas está pasando y los
lácteos son un buen ejemplo de ello.
En las ventas de Fonterra, el precio de la leche en polvo
por ejemplo ha pasado de superar los US$ 5.000 a quedar por debajo de los US$
4.000 y en las ventas de esta semana, para las posiciones de la primavera
neozelandesa, por debajo de US$ 3.500. Habitualmente la cuenta rápida de los
productores es que el precio de la leche es un décimo del precio de la leche en
polvo. Es decir, debería estar cerca de US$ 0,35 por litro. Pero está bastante
por encima de eso, muy cerca de los US$ 0,5 en el mayor precio de la historia.
El último precio publicado por el Instituto Nacional de la Leche (Inale), $
10,72 por litro como promedio, representa US$ 0,47 y para muchos productores
que venden un producto con buen contenido de sólidos permite superar el medio
dólar por litro.
Y lo que sucede en la leche en polvo es similar a lo que
sucede con el resto de los productos, aunque en particular el precio de los
quesos se fortaleció en el último remate. Tras un período de precios sumamente
elevados por la sequía de Nueva Zelanda y los altos precios del maíz, que dio
sostén a los precios hasta comienzos de este año, la producción neozelandesa se
ha normalizado, el precio del principal alimento de las vacas en América del
Norte se ha reducido y el mercado tiene un abastecimiento más normal del que
había hasta el comienzo de este año. Por ahora la situación en Uruguay es otra.
Es como para observarlo con expectativa. Hasta el momento,
en este rincón exportador del mundo los precios al productor se mantienen en
los niveles más altos de la historia, los productores van a enviar a la
industria una cantidad récord de leche esta primavera y por ahora el ajuste
externo no llega. La leche recibida por la industria en abril fue 5,4% mayor a
la de abril de 2013. La producción anual volverá a crecer desde el récord del
año pasado, consolidándose por encima de los 2.000 millones de litros. ¿Está la
lechería uruguaya disfrutando de los últimos meses de buenos precios para luego
caer?
China y Venezuela
sostienen
El desempeño exportador de Uruguay se mantiene notablemente
positivo. El impulso mayor lo llevan los dos socios comerciales inesperados que
han cobrado protagonismo en este siglo: Venezuela y China. En abril y mayo el
precio de los lácteos colocados en el exterior fue récord. Como en otros
rubros, la aparición de las compras de China en la leche en polvo es un factor
muy importante para explicar la fuerte demanda que disfruta la leche uruguaya.
Hasta el final de 2012 el país más poblado del mundo había sido un comprador
secundario. Desde ese entonces sus compras son cada vez más importantes y en el
primer trimestre de este año fue por primera vez el principal destino para la
leche en polvo de Uruguay. Empezó a aumentar sus compras durante el año pasado,
desde 5% en el segundo semestre a un 22% en el último trimestre y en el primer
trimestre de este año llevó 35% de la leche en polvo producida. Desplazó a
Venezuela, que es en cierta forma un comprador privilegiado por el petróleo y
la solidaridad política que le lleva pagar por encima de otros compradores. Los
volúmenes que compran los venezolanos son importantes y los precios que pagan
lo son todavía más. En las ventas de Uruguay a Venezuela el precio de la leche
en polvo sigue a US$ 5.000 y el volumen sigue en ascenso, tanto que en mayo la
facturación de las ventas con este destino fue récord, superando los US$ 43
millones.
Así como China resuelve el mercado principal de las empresas
de gran escala, el de leche en polvo, Venezuela sigue comprando la gran mayoría
de los quesos. La mayoría absoluta, ya que desde el año 2009 ha acentuado su
presencia compradora –que viene de larga data– pero que a pesar de todos sus
vaivenes políticos internos se mantiene muy firme.
Eso lleva a que además de la leche en polvo, la de quesos
también sea una exportación récord.
Las ventas de leche en polvo y quesos crecen por una mayor
producción de leche. Pero las exportaciones de manteca disminuyen en algo y
allí es Rusia la que se lleva casi todo: 80% en el primer trimestre del año
según las cifras de Inale, complementadas por un 15% que lleva Venezuela.
Brasil, México –algo disminuido– y Argelia complementan las
compras para sostener por ahora un panorama sólido en las ventas. En la medida
en que la producción mantenga el crecimiento que ha tenido hasta ahora y los
precios de exportación se mantengan, el sector lácteo puede alcanzar este año por
primera vez los US$ 1.000 millones de facturación por exportaciones.
Más importante que lo anterior, en la medida en que los
productores mantengan precios similares a los actuales, el sector lechero se
mantendrá con un territorio consolidado habiendo resistido el pico de
competencia con la agricultura y estabilizando una relación de sinergia con los
demás rubros del agro. Pero no es seguro que ese sostén pueda mantenerse en el
segundo semestre del año. La brecha entre el precio de exportación de la leche
en polvo que surge de los datos de aduanas y los precios de Fonterra supera el
30%. Es el mayor que se haya registrado alguna vez. En parte porque sale al
exterior el producto que fue negociado meses atrás, en parte porque hay un
precio político que se cobra en una Venezuela a la que no es fácil venderle, en
parte porque China tira todos los precios hacia arriba. Por ahora la lechería
uruguaya escapa a los ajustes que suceden en el resto del mundo. Tal vez la
llegada de El Niño acentúe una situación de sequía en Australia y permita un
rebote de precios. De lo contrario será difícil que el actual momento se
sostenga.
Advierten por baja de
precios al productor
Fonterra le advirtió esta semana a sus productores
remitentes que el año próximo será de márgenes más exiguos.
El kilogramo de sólidos de leche fue estimado en NZ$ 7 por
parte de la empresa, aproximadamente US$ 6, lo que representa una baja de más
de 15% respecto a los NZ$ 8,40 que terminará pagando en promedio este año, lo
que significa ya un descenso respecto a las anteriores estimaciones de NZ$ 8,65
por kilo de sólidos.
Según estimaciones de Rabobank, la producción neozelandesa
–principal exportador mundial– viene subiendo 10%, la de Australia y la Unión
Europea también vienen en crecimiento –aunque más moderado– y los importadores
chinos están empezando a acumular stocks ante lo elevado de la oferta.
Eso puede explicar una baja tan pronunciada en los remates
de Fonterra y augurar un nuevo desafío para el alto costo de Uruguay.
Fuente: EL OBSERVADOR – tomado de envío de pregón
agropecuario de ar
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