A seis meses de
aprobado Plan Regulador de Santiago, no hay proyectos en nuevas zonas
Seis comunas sumaron 10 mil hectáreas de suelo urbano para
la edificación de viviendas de diverso tipo. Vivienda y privados trabajan en
precisiones al texto. por Oriana Fernández -
Luego de que en noviembre de 2013 la Contraloría General de
la República aprobara el nuevo Plan
Regulador de la Región Metropolitana, que
sumó 10.234 hectáreas de suelo urbanizable, aún no existen proyectos
habitacionales que se acojan a esta normativa.
Esta nueva norma llevó a que las comunas de Quilicura,
Pudahuel, Maipú, La Pintana, San Bernardo y Puente Alto agregaran nuevos paños
para la construcción de proyectos habitacionales, además de un cordón de áreas
verdes de 2.559 hectáreas. A lo anterior, se agregan 819 ha destinadas a vivienda
social.
La cartera de Vivienda ha recibido las dudas que poseen
representantes de la Cámara Chilena de la Construcción y la Asociación de
Desarrolladores Inmobiliarios, quienes se han reunido con el ministerio en los
últimos meses. “Se ha trabajado en post de acordar interpretaciones o
aplicaciones de la norma de la manera más efectiva posible”, añadió.
Según Ramaciotti, una de las dudas de los privados se
refiere a la superficie que deben tener las iniciativas inmobiliarias. La
superficie mínima establecida para los proyectos es de 60 hectáreas. “La duda
es si tiene que ser en un solo paño o más de uno, conectado por vialidad”,
acotó. Otro punto que se ha planteado es la ubicación que deben tener las áreas verdes asociadas a los proyectos.
AREAS VERDES
El ex subsecretario de Vivienda, Francisco Irarrázaval,
explicó que para evaluar el funcionamiento del plan se debe analizar un plazo
más amplio, pues las inversiones inmobiliarias pueden tomar un tiempo largo.
Sin embargo, sostuvo que un punto que podría estar
dificultando la concreción de diversas iniciativas se refiere a la exigencia de
consolidar áreas verdes fuera del propio terreno. Esto lleva a que el
interesado deba asociarse con los propietarios de predios donde estarán
ubicados los futuros parques y plazas. Y en paralelo, las compañías deben
asociarse con otras nuevas para poder alcanzar la superficie de 60 hectáreas
exigidas por el nuevo plan. “Esto lleva a que el sistema sea más lento”,
asegura Irarrázaval.
La ex autoridad señala que los plazos se extienden porque se
trata de proyectos con desarrollo condicionado: deben tener vías de transporte,
espacios verdes y suelo para todo tipo de vivienda.
Con esa visión coincide la Cámara Chilena de la
Construcción. Tomás Riedel, coordinador territorial de ese organismo, aseguró
que aún no se concretan iniciativas inmobiliarias, porque “las condiciones que
se imponen a los nuevos proyectos hacen necesario un mayor tiempo destinado a
estudio y análisis para que las propuestas que se presenten cumplan con los
requisitos exigidos”. Ejemplifica que “la necesidad de constituir paños de 60
hectáreas supone un proceso de negociación entre propietarios de predios
menores que, naturalmente, toma tiempo”.
Consultado Riedel sobre si la falta de proyectos a seis
meses del plan genera perjuicios al sector, el ejecutivo aseguró que son las
personas que no poseen alternativas de vivienda cerca de la ciudad las que se
ven afectadas. “En muchos casos se ven forzados a localizarse en centro urbanos
más alejados, como Buin, Paine o Lampa”, añadió.
En tanto, Ximena Bórquez, directora de Colegio Arquitectos,
dijo que una razón para la ausencia de inversiones nuevas en el marco del plan,
podría ser “un período de desinterés o baja en la demanda por este tipo de
iniciativas. El plan nuevo facilita la intervención inmobiliaria y redujo los
requisitos de tamaño de los proyectos de desarrollo condicionado”.
CRITICAS
Genaro Cuadros, urbanista y académico de la U. Diego
Portales, se mostró crítico de los alcances del nuevo instrumento regulatorio.
Afirmó que la falta de iniciativas da cuenta de que “la mayor necesidad de
suelo no está en las nuevas zonas que surgieron, sino que las inversiones están
ocurriendo en el peri-centro de la ciudad”. Remarcó la idea de que “seguir
creciendo en extensión no es bueno, no es una necesidad hoy”.
El arquitecto agregó que el Estado deberá defender una cuota
en estas áreas para la construcción de vivienda social, equipamiento y
servicios.
Por su parte, Christian Vittori, alcalde de Maipú, sostuvo
que mantiene su rechazo a los alcances de esta nueva norma: “no queremos este
plan, porque nos perjudicará. No nos podemos hacer cargo de desarrollos nuevos,
sin vialidad adecuada, sin equipamiento y sin recursos para que los municipios
puedan crear áreas verdes adecuadas”.
El edil dijo que su comuna no posee el estándar de
infraestructura que requiere para recibir nuevos habitantes. “Hoy ya existen
tacos tremendos, malos accesos y malestar”, señaló. Tomado de la tercera de
chile, por sugerencia de boletín gal
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