viernes, 18 de julio de 2014

REFORMA UNIVERSITARIA EN CHILE


 El olor a acuerdo en el Congreso preocupa a los estudiantes: ¿Será la reforma educacional la gran víctima de un nuevo trato? Por Equipo Cambio21
El Senado logró alcanzar el fin común de poder llevar adelante la reforma que busca financiar los 8.200 millones de dólares para el proyecto educativo. La noticia movilizó al mundo político y algunos cuestionaron que derecha y Nueva Mayoría alcances estos consensos. ¿Se podría repetir el modelo en el siguiente debate? La pregunta ya preocupa a los estudiantes. La reforma tributaria marcó un precedente. La política de acuerdos pareciera que volvió a ser la alternativa para aprobar las iniciativas que impulsa el gobierno. Lo ocurrido en el Senado, con oficialismo y oposición es un hecho no menor y que no dejó conformes a todos, sobre todo a los diputados que aprobaron en tiempo récord la iniciativa, y los comunistas que no fueron llamados al trato. Pero eso ya pasó. No hay que olvidar que hay otras reformas profundas e iguales en importancia que están pendientes. Sobre todo en el caso de la educativa, la que incluso fue la que promovió que la tributaria fuera necesaria: para financiar el cambio en temas educacionales. El temor hoy es que ese mismo trato acordado entre cuatro paredes se replique y se repita en la discusión por éste proyecto. Sobre esa posibilidad, la vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), Lorenza Soto, dice no sentir ninguna sorpresa, ya que la política de acuerdos se ha visto anteriormente en los gobiernos pasados.  "No nos sorprende", dice Soto al ser consultada por el acuerdo. "Acá vemos como históricamente en instancias políticas se han llegado a acuerdos en reformas y que, finalmente, no se distingue colores políticos, y que son los acuerdos muchas veces, incluso, levantado por empresarios y por sostenedores de colegios". La vocera también manifestó su preocupación a Cambio21, diciendo que si "pueden llegar a acuerdos en reforma tributaria, con respecto a la educacional, que fue hecha de espalda al movimiento estudiantil, entre cuatro paredes, también podría ser ratificada por las misma cuatro paredes de las dos alianzas". Pero no queda ahí. Soto advirtió que pensando en el futuro, y si es que existen acuerdos que perjudiquen el avance de la reforma, ya se piensa cómo actuar. "Siempre vamos a priorizar los espacios de real participación, que son las movilizaciones. En los diálogos con las autoridades no se ha llegado nada concreto", adelantó. No estamos pidiendo explicaciones
Quien también se manifestó preocupado por el precedente, es el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, quien, durante reunión del comité político de la Nueva Mayoría en La Moneda, manifestó el "problema" que significó el acuerdo y la "necesidad de cambiar esa forma".
 "Nosotros no estamos negando que existan conversaciones, apoyos, pero lo que nos parecería muy grave sería que por ejemplo en el tema educacional se recortara la mitad del corazón de la reforma, no estamos disponibles para eso", dijo el diputado. El parlamentario aseveró esperar que se tome atención sobre este tipo de acciones para evitar "algo que podría extenderse más adelante y hacerle daño al Gobierno".
Manos arriba Desde el movimiento universitario, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Melissa Sepúlveda, también manifestó su preocupación sobre que este tipo de consenso se aplique en la reforma educacional, explicando que la principal inquietud tiene que ver con que las demandas vienen desde los movimientos sociales y no desde cuatro paredes.
 "Hay preocupación por parte del movimiento estudiantil. La Presidenta Bachelet, señala que ese es el espíritu que  prevalezca en las reformas que impulsa el gobierno, por eso que nos preocupa que las voces que se escuchen sean las mismas de los acuerdos que pueda llegar la Nueva Mayoría con la derecha, por sobre los que pueda sostener con el movimiento estudiantil", dijo la dirigente estudiantil a Cambio21.
Además, Sepúlveda agregó que hay razones para temer que se lleguen a acuerdos ajenos a los movimientos sociales, esto pensando en que en 2006  también se llegó a uno y que terminó con la revolución pingüina. "Es difícil no recordar el episodio de 2006, donde levantan las manos, foto emblemática después de la movilización pingüina, donde finalmente es la Alianza y la Concertación las que llegan a un acuerdo que no tuvo repercusiones en el sistema, sino que legítimo y reiteró el de mercado, y eso es lo que no queremos que se repita este año", explicó. "Si no son las demandas sociales las que se tienen en consideración a la hora de hacer esta reforma van a ser los intereses de los sectores, sostenedores o dueños, de la educación los que han negociado  y se han beneficiado del sistema educacional", concluyó Sepúlveda. TOMADO DE CAMBIO 21 POR SUGERENCIA DE ENVIO DE BOLETIN GAL DE CHILE 

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