El olor a acuerdo en
el Congreso preocupa a los estudiantes: ¿Será la reforma educacional la gran
víctima de un nuevo trato? Por Equipo Cambio21
El Senado logró alcanzar el fin común de poder llevar
adelante la reforma que busca financiar los 8.200 millones de dólares para el
proyecto educativo. La noticia movilizó al mundo político y algunos
cuestionaron que derecha y Nueva Mayoría alcances estos consensos. ¿Se podría
repetir el modelo en el siguiente debate? La pregunta ya preocupa a los
estudiantes. La reforma tributaria marcó un precedente. La política de acuerdos
pareciera que volvió a ser la alternativa para aprobar las iniciativas que
impulsa el gobierno. Lo ocurrido en el Senado, con oficialismo y oposición es
un hecho no menor y que no dejó conformes a todos, sobre todo a los diputados
que aprobaron en tiempo récord la iniciativa, y los comunistas que no fueron
llamados al trato. Pero eso ya pasó. No hay que olvidar que hay otras reformas
profundas e iguales en importancia que están pendientes. Sobre todo en el caso
de la educativa, la que incluso fue la que promovió que la tributaria fuera
necesaria: para financiar el cambio en temas educacionales. El temor hoy es que
ese mismo trato acordado entre cuatro paredes se replique y se repita en la
discusión por éste proyecto. Sobre esa posibilidad, la vocera de la Asamblea
Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), Lorenza Soto, dice no sentir
ninguna sorpresa, ya que la política de acuerdos se ha visto anteriormente en
los gobiernos pasados. "No nos
sorprende", dice Soto al ser consultada por el acuerdo. "Acá vemos
como históricamente en instancias políticas se han llegado a acuerdos en
reformas y que, finalmente, no se distingue colores políticos, y que son los
acuerdos muchas veces, incluso, levantado por empresarios y por sostenedores de
colegios". La vocera también manifestó su preocupación a Cambio21,
diciendo que si "pueden llegar a acuerdos en reforma tributaria, con
respecto a la educacional, que fue hecha de espalda al movimiento estudiantil,
entre cuatro paredes, también podría ser ratificada por las misma cuatro
paredes de las dos alianzas". Pero no queda ahí. Soto advirtió que
pensando en el futuro, y si es que existen acuerdos que perjudiquen el avance
de la reforma, ya se piensa cómo actuar. "Siempre vamos a priorizar los
espacios de real participación, que son las movilizaciones. En los diálogos con
las autoridades no se ha llegado nada concreto", adelantó. No estamos
pidiendo explicaciones
Quien también se manifestó preocupado por el precedente, es
el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, quien, durante reunión
del comité político de la Nueva Mayoría en La Moneda, manifestó el
"problema" que significó el acuerdo y la "necesidad de cambiar
esa forma".
"Nosotros no
estamos negando que existan conversaciones, apoyos, pero lo que nos parecería
muy grave sería que por ejemplo en el tema educacional se recortara la mitad
del corazón de la reforma, no estamos disponibles para eso", dijo el
diputado. El parlamentario aseveró esperar que se tome atención sobre este tipo
de acciones para evitar "algo que podría extenderse más adelante y hacerle
daño al Gobierno".
Manos arriba Desde
el movimiento universitario, la presidenta de la Federación de Estudiantes de
la Universidad de Chile, Melissa Sepúlveda, también manifestó su preocupación
sobre que este tipo de consenso se aplique en la reforma educacional,
explicando que la principal inquietud tiene que ver con que las demandas vienen
desde los movimientos sociales y no desde cuatro paredes.
"Hay
preocupación por parte del movimiento estudiantil. La Presidenta Bachelet,
señala que ese es el espíritu que
prevalezca en las reformas que impulsa el gobierno, por eso que nos
preocupa que las voces que se escuchen sean las mismas de los acuerdos que
pueda llegar la Nueva Mayoría con la derecha, por sobre los que pueda sostener
con el movimiento estudiantil", dijo la dirigente estudiantil a Cambio21.
Además, Sepúlveda agregó que hay razones para temer que se
lleguen a acuerdos ajenos a los movimientos sociales, esto pensando en que en
2006 también se llegó a uno y que
terminó con la revolución pingüina. "Es difícil no recordar el episodio de
2006, donde levantan las manos, foto emblemática después de la movilización
pingüina, donde finalmente es la Alianza y la Concertación las que llegan a un
acuerdo que no tuvo repercusiones en el sistema, sino que legítimo y reiteró el
de mercado, y eso es lo que no queremos que se repita este año", explicó. "Si
no son las demandas sociales las que se tienen en consideración a la hora de
hacer esta reforma van a ser los intereses de los sectores, sostenedores o
dueños, de la educación los que han negociado
y se han beneficiado del sistema educacional", concluyó Sepúlveda.
TOMADO DE CAMBIO 21 POR SUGERENCIA DE ENVIO DE BOLETIN GAL DE CHILE
No hay comentarios:
Publicar un comentario