En Madaya, Siria,
comen hojas y raíces para no morirse de hambre
Habitantes de Madaya. Siria, solicitan intervención para atender
a la población infantil que carece de alimentos. FOTO reuters
Los 42.000 habitantes de la ciudad de Madaya, ya no tienen
qué llevarse a la boca. Desde hace seis meses el hambre ronda por los caseríos,
pues las fuerzas adscritas al gobierno de Bashar Al-Assad los tienen bloqueados
y desde ese tiempo no tienen alimentos, viven a oscuras y carecen del
combustible para realizar sus tareas cotidianas.
Ante este panorama, integrantes de las Ong Médicos Sin
Fronteras (MSF) y Human Right Watch (HRW) han manifestado que la situación se
ha tornado tan grave, que la dieta de los habitantes de esta ciudad cercana a
el Líbano se limita a comer hojas de árboles, raíces y en algunas ocasiones,
hasta carne de perro.
Ese fue uno de los testimonios de Abu Ammar, entrevistado
por integrantes de HRW a quienes les confesó: “algunos tuvimos que matar a
perros y gatos para comer”.
El subdirector de HRW en Oriente Medio, Nadim Houry, señaló
que la situación es tan dramática que en diciembre pasado murieron 23 personas
por inanición y otras causas, de estas, seis eran bebés y otros cinco adultos
mayores de 60 años de edad
“El sufrimiento en Madaya debería ser un recordatorio
urgente de que la gente en áreas asediadas de Siria está desesperada por
comida, abrigo y atención sanitaria”, precisó ayer Houry.
MSF ha expresado que algunos pocos lugareños han podido
comprar arroz con pocas remesas enviadas por sus familiares, sin embargo, el
kilo del cereal ha subido a 200 dólares, y 1.000 gramos de leche en polvo
cuestan 400 dólares.
El coordinador regional de comunicaciones de MSF, Sam
Taylor, manifestó que la situación en Madaya raya con los límites de lo
inhumano y la situación en este poblado es “extremadamente delicada”, porque al
anterior panorama se suman “250 casos graves de malnutrición”, personas que,
afirmó Taylor, deben ser evacuadas inmediatamente.
Una dura supervivencia
Pero la supervivencia de los habitantes de Madaya no se
limita solo a buscar alimento. Sin combustible y sin energía, se someten todos
los días a temperaturas bajo cero. Ante esta situación, lo único que hacen las
personas es quemar leña como una forma de calentarse ante las heladas.
Pero la situación en Madaya va más allá. Desde octubre no se
ha permitido el ingreso de alimentos, medicamentos o combustible a la ciudad y,
ciudadanos que intentaron escapar para conseguir algunos de estos tres
elementos, fueron muertos por francotiradores del Ejército. “Los habitantes
carecen libertad de movimiento, y los puestos de control, minas terrestres y
francotiradores rodean la ciudad”, denunció la Ong Save The Children.
Por ahora, y mientras la ciudad sobrevive a la hambruna y
las difíciles condiciones impuestas por el régimen del gobierno de Al Assad,
los habitantes de Madaya esperan la entrada de la ONU luego de que desde
Damasco se haya autorizado el ingreso para atender la emergencia humanitaria
impuesta por los fusiles del Ejército de Siria.
ONU BUSCA ATENDER OTRAS ZONAS
La Organización de las Naciones Unidas entregó un informe en
el que señaló que 4,5 millones de personas residen en zonas de difícil acceso
en Siria. De estas, 400.000 se encuentran en áreas asediadas por el ejército.
El portavoz de la ONU indicó que lograron obtener permiso de las autoridades
sirias para atender a la población no solo de Madaya, sino de Fua y Kefraya.
Informes de diversas autoridades señalan que la guerra en Siria ha dejado más
de 250.000 personas sin vida en cinco años de conflicto armado.
JAVIER ALEXÁNDER MACÍAS Amo el periodismo, y más si se hace
a pie. Me encantan los perros, y me dejo envolver por una buena historia.
Egresado de la Universidad de Antioquia. TOMADO DE EL COLOMBIANO
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