Un hábito saludable que se debe alentar Ricardo Marín
Suele ocurrir que si uno va en un taxi por una calle con
bicisenda el chofer exprese su enojo por ese carril que les quitaron a los
autos "para poner esos socotrocos amarillos que no sirven para nada y
entorpecen el tránsito". La mayoría de los automovilistas, aunque no
manejen taxis, coinciden absolutamente con el concepto de que el carril para
las bicicletas es una sustracción al derecho de los autos a utilizar todo el
ancho de la calzada. Sin embargo, el argumento podría darse vuelta
completamente. ¿Por qué razón en las calles de la ciudad se le sacan tres
carriles a la libre circulación de las bicicletas para dárselos a esos
vehículos que contaminan el ambiente y cuyo uso abusivo disminuye la
expectativa de vida?
Ambos puntos de vista están equivocados. Es impracticable en
nuestros días una sociedad en la que el principal medio de transporte no sea el
automotor. Pero, en un planeta en el que los daños ambientales generan efectos
cada vez más peligrosos para la continuidad de la vida, no se puede continuar
con costumbres culturales que rechacen el uso de medios de transporte
alternativos más saludables, como el de la bicicleta.
La decisión del gobierno porteño de alentar el crecimiento
de este medio de transporte en la ciudad fue sin dudas un acierto. Y las
medidas para desarrollar la infraestructura necesaria para el desarrollo de su
funcionamiento, correctas. Entre ellas, la implementación de la primera red de
estaciones de préstamo gratuito de bicicletas. En un principio, funcionaba
satisfactoriamente, con la desventaja de que no daba abasto para cubrir las
necesidades. Su número limitado y concentrado en el centro dejaba afuera a
grandes sectores de la población. Y el horario limitado de funcionamiento era
un inconveniente más para adoptarlo como medio de transporte habitual para
mucha gente.
La llegada de las estaciones automáticas, con la ampliación
de la disponibilidad a las 24 horas y su multiplicación por toda la ciudad,
constituyó una evolución en el cambio cultural. Es de esperar que se revierta
el vaciamiento de bicicletas que se verificó en las últimas semanas; si no, se
trataría de un retroceso en una costumbre saludable a todas vistas necesaria de
alentar. Tomado de la nación de ar
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