En Córdoba, proponen
a un productor agrícola pagarle para que no use agroquímicos
Los vecinos de La Cumbre buscan evitar la contaminación del
río Dolores
Gabriela Origlia CÓRDOBA.- Los vecinos de la localidad de La
Cumbre propusieron a un productor de papas pagarle para que no use agroquímicos
y así evitar que, en el proceso, se contamine la naciente del río Dolores.
"No queremos demonizar a nadie, pero sí defender nuestra calidad de
vida", dijo a LA NACION Fernando Farré Pla, vocero de los vecinos de esta
ciudad. Hace unos meses, en la zona de Cuchi Corral, a 70 kilómetros de la
capital cordobesa en el Valle de Punilla, dos productores de papas empezaron
con su actividad. Frente a esto, los vecinos se preocuparon y temieron por el
impacto del uso de agroquímicos en el medio ambiente y en la salud de la
población . La Municipalidad de La Cumbre tiene una ordenanza "más
restrictiva" en materia de la regulación del uso de estos productos que la
ley provincial, según señalan en la comunidad.
A la
mesa: el desafío de dar de comer a las grandes ciudades
La norma de La Cumbre establece que no se pueden usar a
menos de 1500 metros de los cauces de los ríos y de las viviendas. Gracias a la
ordenanza, lograron frenar la actividad del productor Jorge Gabrielli. En 2012,
fue absuelto por la Cámara I del Crimen de Córdoba, que condenó a tres años de
prisión condicional al productor rural Francisco Parra y al piloto
aeroaplicador Edgardo Pancello por las fumigaciones ilegales en el barrio
Ituzaingó Anexo. De hecho, la sentencia fue la primera en su tipo en el país. En
el caso de Gabrielli se llegó a la conclusión de que faltaban pruebas
determinantes. En tanto, el Superior Tribunal de Justicia ratificó la decisión
de la Cámara. El otro productor, Jorge Rochetti, en cambio, siguió trabajando,
pero fuera del ejido municipal, en la zona rural. Según explicó a LA NACION,
adaptó su tarea "de punta a punta" a lo establecido en la ley
provincial. Trabaja con máquina terrestre y cuenta con todas las
habilitaciones. Sin embargo, admite que hay "zonas grises" entre la
ordenanza y la ley provincial. Carlos Pavón, director de Bromatología de la
municipalidad, confirma que no se están realizando "fumigaciones con
agroquímicos en el ejido, sí tareas mecánicas de desmalezados". Aclara
que, fuera del ejido municipal, se controlan los agroquímicos que se usan y que
son los contemplados en la ley provincial. Los representantes de la comunidad
ofrecieron pagar al productor lo que pierde por no usar agroquímicos (productos
fitosanitarios). Farré Pla sostuvo que no pretenden que levante su plantación,
que abarca unas 70 hectáreas, "sino que en los cuatro meses que le quedan
para cosechar no use más productos". En la última reunión -de la que
participaron el intendente Rubén Ovelar, Rochetti y su abogado-, el productor
pidió 4,9 millones de pesos para cubrir los costos, tener un margen de
rentabilidad y abandonar la plantación. La comunidad rechazó la propuesta. Su
oferta es sólo pagar la diferencia de rendimiento. "Si abandonara el
terreno y las papas quedaran, nos organizaríamos para venderlas", apuntó
Farré Pla. Rochetti indicó: "La papa es sensible a los hongos. No se le
aplica insecticida, sino fungicida cada 15 o 20 días, dependiendo del clima. Es
la manera de prevenir". Señaló, además, que, si le pagaran la cifra que
reclama, abandonaría la zona. Concientizar En la ciudad ya está en marcha el
festival Atentos al Agua, Punilla, que se hará el domingo 31 próximo. "La
idea es concientizar y recaudar dinero. No es bueno conseguir nada atacando.
Priorizamos las conversaciones, a tal punto que el propietario del campo se
comprometió a no arrendarlo más con estos fines", señalaron en la
comunidad. En los próximos días harían una presentación en la Justicia ante la
falta de acuerdo en las negociaciones. Farré Pla insistió: "El objetivo es
detener esta aplicación y todas las fumigaciones que afectan la salud y
limpieza del agua. Queremos ofrecer a los productores soluciones limpias para
plantar y cosechar, y a los niños, agua buena, limpia y conciencia del cuidado
del río". Inflexión El caso de barrio Ituzaingó Anexo
de la ciudad de Córdoba se convirtió en un emblema nacional en materia de
regulación sobre el uso de agroquímicos. El debate acerca de la aplicación de
estos productos en los cultivos llegó a todo el interior cordobés, donde
decenas de municipios empezaron a legislar sobre su regulación. De hecho, en
muchas situaciones, lo hicieron presionados por vecinos autoconvocados. El
objetivo, ahora, es terminar con las "zonas grises" que se presentan
entre las ordenanzas y la ley provincial, de modo que se pueda avanzar en un
trabajo de coordinación. Después de que se registró este caso, más de medio
centenar de comunas legisló sobre el tema. Sin embargo, no hay un patrón
unificador entre las normas provincial y nacional. Tomado de la nación de ar
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