Vehículos con sus cláxones desfilaron por Río de Janeiro, Sao Paulo y al menos una decena de ciudades más y manifestantes a pie gritaban “¡Vete, Bolsonaro!”.
Por segundo día consecutivo los brasileños, de izquierda y
derecha, salieron a las calles el domingo para protestar y pedir el juicio
político del presidente Jair Bolsonaro, acusándolo de ser “blando” con la pandemia
del Covid-19 que ya provocó más de 216.000 muertes en el país.
Vehículos con sus cláxones desfilaron por las calles de Río
de Janeiro, Sao Paulo y al menos una decena de ciudades más, mientras
manifestantes marcharon a pie gritando “¡Vete, Bolsonaro!”.
Las protestas fueron convocadas por grupos conservadores que
alguna vez apoyaron al presidente, mientras que las del sábado fueron de
izquierda.
“Ya me había sentido frustrado el año pasado, pero ahora con
la situación en Manaos de falta de oxígeno en los hospitales, creo que tiene
que cambiar este gobierno”, comentaron manifestantes entrevistados por medios
locales, “Adiós, Bolsonaro”.
Empero Bolsonaro corre poco riesgo de un juicio político,
aunque eso podría cambiar si sus aliados pierden una elección del 2 de febrero
para el liderazgo de la cámara baja. En efecto, la base de Bolsonaro en el
Congreso es inestable, pero sólida, aunque podría verse afectada por la
popularidad a la baja del presidente. Por ahora las encuestas favorecen a
Bolsonaro, lejos con un 35% de apoyo entre sus posibles contrincantes.
Igualmente un juicio político al presidente sería “una
opción nuclear que cambiaría la trayectoria del país en un momento muy
delicado”, admiten círculos políticos..
Bolsonaro, quien está a mitad de su periodo de cuatro años,
se ha enfrentado a nuevas críticas durante las últimas semanas por la crisis en
Manaus y por la demora en lanzar la campaña de vacunación contra el Covid-19 en
Brasil.
El presidente se ha defendido cuestionando la eficiencia de
las vacunas contra el coronavirus al afirmar que “no están comprobadas
científicamente”.
”Todavía hay mucha gente preocupada con la vacuna. Lo voy a
dejar bien claro. (Esa vacuna) es para uso de emergencia. No puedo obligar a
nadie a vacunarse. No soy inconsecuente. (La vacunación) tiene que ser
voluntaria, al fin de cuentas no hay nada comprobado científicamente con esa
vacuna“, dijo el mandatario a periodistas en Brasilia.
”Les pido que lean los contratos con las empresas para saber
hasta dónde llegaron las investigaciones y por qué no se concluyó que una
vacuna es perfectamente eficaz. Por lo que todo indica, según (el regulador
sanitario) Anvisa, ayudará a que casos graves no ocurran en Brasil entre
quienes se hayan vacunado”, agregó.
Asimismo Bolsonaro desde hace mucho se rehúsa a las medidas
de cuarentena, argumentando que el daño económico sería peor que la enfermedad.
Tomado de envio de mercopress
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