La economía mundial se expandirá en un 4 % en 2021; la distribución de vacunas y las inversiones son clave para sostener la recuperación
Seguirá habiendo riesgos para el desarrollo en tanto que
la actividad económica y los ingresos probablemente se mantendrán por debajo de
lo normal durante un período prolongado
CIUDAD DE WASHINGTON, 5 de enero de 2021. Se
espera que la economía mundial se expanda un 4 % en 2021, suponiendo que
la distribución inicial de las vacunas contra la COVID-19 (coronavirus) se
amplíe a lo largo del año. Sin embargo, es probable que la
recuperación sea moderada, a menos que los encargados de la formulación de
políticas actúen con decisión para controlar la pandemia y apliquen reformas
que aumenten las inversiones, según la edición de enero de 2021 del
informe Perspectivas económicas mundiales que publica el Banco
Mundial.
Aunque la economía mundial está creciendo de nuevo tras una
contracción del 4,3 % en 2020, la pandemia ha causado un gran número de
muertes y enfermedades, ha sumido a millones de personas en la pobreza y puede
deprimir la actividad económica y los ingresos durante un período prolongado. Las
principales prioridades políticas a corto plazo son el control de la
propagación de la COVID-19 y la garantía de una distribución rápida y
amplia de las vacunas. Para apoyar la recuperación económica, las
autoridades también tienen que facilitar un ciclo de reinversión destinado a
lograr un crecimiento sostenible que dependa menos de la deuda pública.
“Si bien la economía mundial parece haber entrado en una
recuperación moderada, los encargados de la formulación de políticas se
enfrentan a desafíos enormes —en materia de salud pública, gestión de la deuda,
políticas presupuestarias, banca central y reformas estructurales— al tratar de
asegurar que esta recuperación mundial, aún frágil, cobre impulso y siente las
bases de un crecimiento robusto”, afirmó David Malpass, presidente del
Grupo Banco Mundial. “Para superar los impactos de la pandemia y
contrarrestar los factores adversos que afectan las inversiones, es necesario
dar un gran impulso a la mejora del entorno empresarial, aumentar la
flexibilidad del mercado laboral y de productos, y reforzar la transparencia y
la gobernanza”.
Se
estima que el colapso de la actividad económica mundial en 2020 ha sido
ligeramente menos grave de lo que en un principio se había proyectado,
debido principalmente a que la contracción de las economías avanzadas ha sido
menos pronunciada de lo previsto, y a que la recuperación en China ha sido más
sólida de lo anticipado. En cambio, las perturbaciones de la actividad en la
mayoría de los demás mercados emergentes y economías en desarrollo fueron más
graves de lo esperado.
“También será necesario abordar las fragilidades financieras
de muchos de esos países, ya que la crisis del crecimiento afecta a los
presupuestos de los hogares y los balances de las empresas vulnerables”,
declaró Carmen Reinhart, vicepresidenta y primera economista del Grupo
Banco Mundial.
Tal como se detalla en uno de los capítulos del informe, las
perspectivas a corto plazo siguen siendo muy inciertas y todavía es posible que
los resultados de crecimiento sean diferentes. En un escenario negativo, en el
que los contagios sigan aumentando y se retrase la distribución de las vacunas,
la expansión mundial podría limitarse al 1,6 % en 2021. Por otra parte, en
un escenario optimista, con un control exitoso de la pandemia y un proceso de
vacunación más rápido, el crecimiento mundial podría acelerarse hasta casi el
5 %.
En las economías avanzadas, una incipiente recuperación se
estancó en el tercer trimestre tras el resurgimiento de los contagios, lo que
apunta a una recuperación lenta y difícil. Se prevé que el PIB de Estados
Unidos se expandirá un 3,5 % en 2021, después de una contracción estimada
del 3,6 % en 2020. En la zona del euro, se prevé que la producción crezca
este año un 3,6 %, tras un descenso del 7,4 % en 2020. La actividad
en Japón, que se redujo en un 5,3 % en el año que acaba de terminar, se
prevé que crezca un 2,5 % en 2021.
Se prevé que el PIB agregado de los mercados emergentes y
las economías en desarrollo, incluida China, crezca un 5 % en 2021, tras
una contracción del 2,6 % en 2020. Se espera que la economía de China se
expanda en un 7,9 % este año, tras el crecimiento del 2 % el año
pasado. Excluyendo a China, se prevé que los mercados emergentes y las
economías en desarrollo se expandan un 3,4 % en 2021, tras una contracción
del 5 % en 2020. Entre las economías de ingreso bajo, se prevé que la
actividad aumente un 3,3 % en 2021, tras una contracción del 0,9 % en
2020.
En los capítulos analíticos del último informe Perspectivas
económicas mundiales se examina la forma en que la pandemia ha
amplificado los riesgos en torno a la acumulación de deuda; la forma en que
podría frenar el crecimiento a largo plazo si no se adoptan medidas de reforma
concertadas; y los riesgos asociados a la utilización de programas de compra de
activos como instrumento de política monetaria en los mercados emergentes y las
economías en desarrollo.
“La pandemia ha exacerbado enormemente los riesgos de la
deuda en los mercados emergentes y las economías en desarrollo; es probable que
las débiles perspectivas de crecimiento aumenten aún más la carga de la deuda y
erosionen la capacidad de servicio de la deuda de los prestatarios”,
aseguró Ayhan Kose vicepresidente interino de Crecimiento Equitativo,
Finanzas e Instituciones del Banco Mundial. “Es necesario que la comunidad
mundial actúe con rapidez y determinación para asegurarse de que la reciente
acumulación de deuda no resulte en una serie de crisis de deuda. El
mundo en desarrollo no puede permitirse otra década perdida”.
Como ocurrió en el pasado con otras crisis graves, se espera
que la pandemia deje efectos adversos de larga duración en la actividad
mundial. Es probable que la desaceleración del crecimiento mundial prevista
para el próximo decenio empeore debido a la falta de inversiones, el subempleo
y la disminución de la fuerza de trabajo en muchas economías avanzadas. Si la
historia puede servir de referencia, la economía mundial se dirige hacia un
decenio desalentador en materia de crecimiento, a menos que los encargados de
la formulación de políticas pongan en marcha reformas amplias que mejoren los
elementos impulsores fundamentales para un crecimiento económico equitativo y
sostenible.
Las autoridades responsables de las políticas económicas
deben seguir sosteniendo la recuperación, pasando gradualmente del apoyo a los
ingresos a las políticas de fomento del crecimiento. A largo plazo, en los
mercados emergentes y las economías en desarrollo, las políticas para mejorar
los servicios de salud y educación, la infraestructura digital, la resiliencia
al clima y las prácticas empresariales y de gobernanza ayudarán a mitigar los
daños económicos causados por la pandemia, reducir la pobreza y fomentar la
prosperidad compartida. En el contexto de una situación fiscal débil y una
deuda elevada son particularmente importantes las reformas institucionales para
estimular el crecimiento orgánico. En el pasado, los inversionistas
reconocieron los dividendos en materia de crecimiento derivados de los
esfuerzos de reforma en las mejoras de sus expectativas de crecimiento a largo
plazo y el aumento de las corrientes de inversión.
Los bancos centrales de algunos mercados emergentes y
economías en desarrollo han empleado programas de compra de activos en
respuesta a las presiones de los mercados financieros inducidas por la
pandemia, en muchos casos por primera vez. Cuando estos programas se han
orientado a los problemas del mercado, parecen haber ayudado a estabilizar los
mercados financieros durante las etapas iniciales de la crisis. Sin embargo, en
las economías en las que la compra de activos continúa expandiéndose y se
percibe que se utiliza para financiar los déficits fiscales, estos programas
pueden erosionar la independencia operativa de los bancos centrales, ocasionar
una debilidad monetaria que produzca un desanclaje de las expectativas
inflacionarias y aumentar las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la
deuda.
Descargar el informe Perspectivas económicas mundiales (i).
Perspectivas regionales:
Asia oriental y el Pacífico: Se prevé que
el crecimiento de la región se acelerará en un 7,4 % en 2021. Para obtener
más información, véase el panorama regional (PDF, en inglés).
Europa y Asia central: Se prevé que la
economía regional crezca un 3,3 % este año. Para obtener más información,
véase el panorama regional (PDF, en inglés).
América Latina y el Caribe: Se espera que
la actividad económica regional crezca un 3,7 % en 2021. Para obtener más
información, véase el panorama regional (PDF).
Oriente Medio y Norte de África: Se prevé
que la actividad económica regional aumente un 2,1 % este año. Para
obtener más información, véase el panorama regional (PDF, en inglés).
Asia meridional: Se prevé que la
actividad económica de la región se amplíe en un 3,3 % en 2021. Para
obtener más información, véase el panorama regional (PDF, en inglés).
África al sur del Sahara: La actividad
económica de la región está en camino de aumentar en un 2,7 % en 2021.
Para obtener más información, véase el panorama regional (PDF, en inglés).
Respuesta del Grupo Banco Mundial frente a la COVID-19
El Grupo Banco
Mundial, una de las principales fuentes de financiamiento y conocimientos
para los países en desarrollo, está adoptando medidas
rápidas y de amplio alcance para ayudar a esos países a fortalecer su
respuesta frente a la pandemia. Respalda iniciativas de salud pública, trabaja
para garantizar el suministro de insumos y equipos esenciales, y ayuda al
sector privado a continuar sus operaciones y preservar el empleo. En este
marco, proporcionará hasta USD 160 000 millones durante un
período de 15 meses que finalizará en junio de 2021 para ayudar a más
de 100 países a proteger a los sectores pobres y vulnerables, respaldar a
las empresas e impulsar la recuperación económica. Dicho monto incluye
USD 50 000 millones correspondientes a nuevos recursos de la
Asociación Internacional de Fomento (AIF) en forma de donaciones y préstamos en
condiciones sumamente concesionarias y USD 12 000 millones
destinados a ayudar a los países en desarrollo a financiar la compra y
distribución de vacunas contra la COVID-19.
Para obtener más información, visite: https://www.bancomundial.org/es/publication/global-economic-prospects
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COMUNICADO DE PRENSA N.º 2021/080/EFI
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