Resultados del Laboratorio de Ecotoxicología de la FBCB
Hallaron herbicidas e insecticidas en el Salado y en los peces muertos
Tanto en agua, sedimento y tejidos de las especies ictícolas
se encontraron diferentes tipos de agrotóxicos, entre ellos glifosato. Desde la
Procuración General de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe piden un
monitoreo más exhaustivo y con continuidad espacio-temporal sobre la presencia
de desechos agrícolas.
Los peces muertos llegaron desde aguas arriba del Salado
hasta la altura de Santo Tomé. Crédito: Fernando Nicola
Por Tomás Rico
El 2020 quedó atrás, pero algo importante restaba resolverse:
conocer las causas de la mortandad de peces, sucedida en el río Salado entre
los últimos días de noviembre y los primeros de diciembre.
A fines del año pasado, El Litoral dio a conocer los
resultados preliminares elaborados por el laboratorio del Inali (Instituto
Nacional de Limnología-UNL) sobre las muestras de agua obtenidas en tres
sectores (bajo el puente de la Ruta 70; aguas arriba y aguas abajo del Puente
Carretero). Tras analizar la relación de la DBO (Demanda Biológica de Oxígeno)
y la DQO (Demanda Química de Oxígeno), determinaron que en el agua había
presencia de vertidos domésticos, bosta de ganado y productos alimenticios.
"Esto es un indicativo, no es la causante de la mortandad", había
señalado Luis Espínola, doctor en Ciencias Ambientales, investigador adjunto
del Conicet (Inali-UNL).
Pero restaba el informe del Laboratorio de Ecotoxicología,
dependiente de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB-UNL).
Luego de analizar las muestras, los resultados indicaron lo que se sospechaba:
la presencia de herbicidas e insecticidas en el agua y en los peces
muertos.
Estos informes fueron solicitados en la investigación que se
tramita ante los fiscales extrapenales dependientes del Ministerio Público de
la Procuración General de la Corte. La impactante mortandad de peces no sólo
generó gran preocupación social sino también la intervención de distintas
esferas gubernamentales, que son independientes de la investigación dispuesta
por la Procuración de la Corte Suprema.
En una nota con El Litoral, el Dr. Jorge Barraguirre,
Procurador General de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, comentó:
"Abrimos un expediente preventivo, tendiente a confirmar las sospechas
según las observaciones preliminares de los expertos", y había mencionado
que "creemos que se podrán encontrar agroquímicos, pero no en la cantidad
que revelaría una especie de toxicidad antropogénica. Todos los científicos que
consultamos nos dicen que puede haberse lavado el terreno por la lluvia de
estos días y llevado agrotóxicos al río".
Para la investigación se tomaron como pruebas el agua del
río, sedimento del lecho y peces moribundos. Las muestras se obtuvieron en
presencia de los expertos de las instituciones y funcionarios de la Procuración
General. Ahora, este medio accedió a esos informes.
El informe y
sus resultados
Este segundo informe fue elaborado por el Dr. Rafael
C. Lajmanovich (Investigador Principal del Conicet y profesor de la cátedra
Ecotoxicología); la Dra. Paola M. Peltzer (Investigadora Independiente
Conicet); y el Dr. Maximiliano A. Attademo (Investigador Independiente del
Conicet), en el Laboratorio de Ecotoxicología de la FBCB. Dicho informe, con el
que ahora cuenta la Fiscalía Extrapenal del Distrito Judicial con asiento en la
localidad de Esperanza, contiene muestras sobre la base del relevamiento de dos
sitios de análisis en la margen este del río Salado. Allí se obtuvieron
muestras de sedimento, agua y tejidos de peces.
El estudio confirmó que los niveles de oxígeno en agua eran
muy bajos y debajo de lo límites aceptables para la biota acuática y para uso
recreativo. Las mayores temperaturas se asocian a la disminución de la
solubilidad del oxígeno disuelto y esto explica, en parte, las bajas
concentraciones de oxígeno disuelto en ambos puntos periciados. No obstante,
ambos parámetros deben interpretarse con cautela debido a que las muestras de
agua fueron tomadas luego de precipitaciones mayores a 58 mm durante la tarde y
noche del día anterior (3 de diciembre del 2020).
En los puntos de muestras se encuentra una sinergia entre
contaminantes de origen inorgánico y orgánico. Al análisis de plaguicidas que
surgen del muestreo realizado, en los puntos de referencia, se destacó que los
mismos se encuentran inmersos en una cuenca con una matriz de producción
agrícola intensa. Tanto en los sedimentos (en márgenes del río) como en las
vísceras analizadas de las especies ictícolas (principalmente Sábalos y
Moncholos), se encontraron plaguicidas del tipo "herbicida glifosato",
principalmente.
Los valores hallados se encuentran en relación con los
registrados por diversos investigadores en otras cuencas agrícolas argentinas
que tiene que ver con la historia de los suelos que, luego de las lluvias,
drenan hacia cuerpos de agua cercanos (arroyos, ríos, tributarios, lagunas) o
por escorrentía, movilizando materiales.
Más químicos
encontrados en peces
En cuanto a los analitos analizados por los expertos
en los tejidos de los peces recolectados, se detectaron en ambos puntos del
muestreo, residuos de plaguicidas. "En branquias e hígado de Prochilodus
lineatus (sábalo) en el sitio 1 se encontró el herbicida 2,4-D en una
concentración de 20 (± 10) ug/kg y el insecticida organofosforado clorpirifos
con 80 (± 40) ug/kg. En el sitio 2 hubo solo clorpirifos 30 (± 15) ug/kg",
detallaron los investigadores en su informe.
A su vez, los especialistas en ecotoxicología indicaron que
"el glifosato y la atrazina son los agroquímicos más empleado en el país.
Se utiliza principalmente en la fase previa a la siembra de soja y maíz
transgénicos. Además, el 2,4-D por su efectos tóxicos y genotóxicos en peces,
se puede clasificar como una sustancia muy nociva para los organismos
acuáticos".
También se detectaron en branquias e hígado de la especie
estudiada, residuos de un potente insecticida organfosforado (OP). "El
clorpirifos es el insecticida neurotóxico de amplio espectro más utilizado en
Argentina (principalmente en cultivos de soja, maíz, trigo y girasol) para
controlar plagas de insectos", mencionaron y agregaron en el informe que
"debido a sus grandes riesgos para la salud humana y animal (sus
exposiciones crónicas pueden causar déficits cognitivos y conductuales) en
enero de 2020 la Unión Europea prohibió el uso del clorpirifos".
Piden monitoreo
exhaustivo
Si bien el informe no encontró que estos herbicidas e
insecticidas hayan sido la causa determinante de la mortandad de peces, se debe
tener en cuenta que en condiciones extremas como las que ocurrieron durante las
mortandades masivas del 2020, no puede descartarse que estos químicos estén
afectando la supervivencia de peces.
Desde la Procuración recomendaron "un monitoreo más
exhaustivo y con continuidad espacio-temporal sobre la presencia de desechos
agrícolas (agroquímicos y fertilizantes) tanto en agua, sedimento y tejidos de
peces a lo largo de la cuenca del río Salado, principalmente en especies de
interés comercial que sirven de alimento a las poblaciones locales.
Autor: Tomás Rico Área Metropolitana // TOMADO DE ENVIO DEL LITORAL DE SANTA FE
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