BOLIVIA Y BRASIL ACUERDAN ESTUDIAR LA FACTIBILIDAD DE LAS
PLANTAS CACHUELA, RÍO MADERA, EL BALA Y ROSITAS
Reactivan polémico plan hidroeléctrico El ministro de Hidrocarburos, Luis A. Sánchez
(izq.) tras la firma de la adenda con el ministro de Minas y Energía de Brasil,
Eduardo Braga, en Brasilia, el jueves. -
Abi Agencia
Un acuerdo firmado el jueves entre Bolivia y Brasil da paso
a la creación de un comité técnico binacional que analizará el potencial de las
plantas hidroeléctricas Cachuela Esperanza y Río Madera (binacionales) así como
El Bala y Rositas (nacionales) y también de termoeléctricas. Los estudios,
previstos para dos años y medio, determinarán la factibilidad e ingeniería a
detalle de las obras, para después iniciar la construcción de líneas de
transmisión con el objetivo de exportar 8.000 megavatios (MW) de energía a
Brasil. Eletrobrás, estatal de energía de Brasil, podría financiar hasta en un
100% los proyectos, dijo el Ministerio de Hidrocarburos. Tres especialistas
advierten de consecuencias medioambientales, económicas y sociales si se
efectiviza la construcción de las hidroeléctricas. El documento fue firmado la
noche del jueves, en Brasilia, por el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis
Alberto Sánchez, y por el ministro de Minas y Energía de Brasil, Eduardo Braga.
Según información difundida por el Ministerio de Hidrocarburos, se trata de una
adenda al Memorando de Entendimiento en Materia Energética. “(...) Hace mucho
tiempo ya veníamos trabajando con Brasil entre ministerios, Eletrobras y la
Empresa Nacional de Electricidad
(ENDE) Corporación para llegar a un final feliz”, dijo Sánchez tras la
firma, citado en un boletín de prensa institucional. Se señala a Brasil como el
mercado más importante en la región, pues el crecimiento anual de su demanda
energética es de 7.000 MW. En ese marco, Bolivia se constituye en socio
estratégico por su potencial en materia de generación, en especial a través de
hidroeléctricas. Sánchez expresó que es “la continuación de un proyecto de gran
envergadura (...)” que obedece al mandato presidencial de convertir a Bolivia
en el corazón energético de Sudamérica. Acerca de las termoeléctricas, Sánchez
dijo que “se tiene un cronograma para los estudios de factibilidad, ya sea en
el lado boliviano o brasilero. Se prevé la construcción de las líneas en dos
años aproximadamente”. En ese sentido, aclaró que la capacidad de generación de
las termoeléctricas es proporcional a la de producción de gas. “En función a la
capacidad disponible de producción de gas, será la capacidad de generación que
puede oscilar entre 500 y 1.000 MW”, apuntó. Sobre el financiamiento, la nota
señala que Eletrobras está dispuesta a poner 49, 60 o 100 por ciento de
financiamiento para las hidroeléctricas binacionales y respecto a las
nacionales quieren ser socios de los proyectos bolivianos. En la firma del
Convenio también participaron por Bolivia el presidente ejecutivo de ENDE
Corporación, Eduardo Paz, y por Brasil el secretario de Petróleo y Gas, Marco
Antonio Martins Almeida, el secretario de Electricidad, además de todo el
plantel ejecutivo de Eletrobras, encabezado por su presidente José da Costa
Carvalho. Las hidroeléctricas a las que hace referencia el acuerdo se
encuentran en la región oriental del país, más específicamente en la Amazonia. Según
la investigadora, Sarela Paz, los factores determinantes del impacto de la
construcción de una obra hidroeléctrica se calculan a partir de la altura de la
caída del agua y el espacio que inundará. “La inundación de los bosques
significa que sistemáticamente esos bosques van a morir”, afirmó Paz, y
advirtió que en Bolivia la deforestación y el cambio de uso de suelo son los
factores principales que intervienen en el cambio climático. Para Paz, la
construcción de las hidroeléctricas también afectaría a la sabana de inundación
estacional del Amazonas, porque significaría que se está haciendo
modificaciones “sustanciales” en escenarios donde el comportamiento del agua se
define por 20 centímetros de diferencia. Jorge Campanini, investigador del
Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib), coincidió con Paz y
añadió que afectaría a comunidades indígenas que realizan emprendimientos
ecoturísticos. Dijo que también se debe tomar en cuenta el impacto en la
construcción de líneas de transmisión
que atravesarían por áreas protegidas. Por otra parte, Paz señaló que la
mirada geopolítica debe ser “medida” porque la pretensión de un país de querer
ser un centro energético supone conocer los planes energéticos de los países
vecinos. “Puedes tener la pretensión de querer vender energía pero resulta que
esos países también tienen planes de crecimiento y seguramente tienen planes
para querer resolver sus planes de energía”, explicó. Manifestó que Brasil
planea construir 60 hidroeléctricas en la Amazonia y es posible que esas obras
terminen abasteciendo los polos industriales de ese país. “No vaya a ser que
lleguemos tarde a este negocio, (que) pretendiendo querer vender energía
lleguemos tarde con la infraestructura (y que) Brasil ya tenga la capacidad
instalada” Coincidiendo con esa
afirmación, el investigador de la organización Productividad, Biosfera y Medio
Ambiente (Probioma), Miguel Ángel Crespo, advirtió que Bolivia puede llegar a
depender de Brasil a la espera de la demanda de energía eléctrica y que, si eso
no sucede, las plantas podrían ser “elefantes blancos” sin mercado de
exportación.
Proyecciones El
ministro de Hidrocarburos, Luis A. Sánchez, hizo una proyección de la generación
de energía de las hidroeléctricas y termoeléctricas en estudio. “El 2020
estimamos tener un excedente de 2.500 MW; el 2023 empezaremos a exportar entre
8.000 y 10.000 MW; y el 2025 más de 10.000 MW. Respecto a la inversión
calculada por ENDE entre 2015 y 2025 dijo que alcanza a los 27 mil millones de
dólares sólo en generación, 1.600 millones ya fueron aprobados por el Banco
Central de Bolivia (BCB). Consideró que Brasil dio su consentimiento al acuerdo
debido a los buenos antecedentes bolivianos en el cumplimiento de la
exportación de gas natural a ese país que se han cumplido tal cual se acordó .
TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
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