jueves, 4 de noviembre de 2010

DESNUTRICION sin solucion en el "granero del mundo"


POR UNA VEZ EL HAMBRE DEBERÍA OBLIGARNOS A DEBATIR EN SERIO
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Una vez más la muerte por desnutrición de unos chiquitos, esta vez en Misiones, nos enfrenta a la necesidad de debatir seriamente sobre las causas de la pobreza y la indigencia en la Argentina.
Cada vez que se publican noticias conmovedoras como esta surge como una letanía: " No puede ser que esto ocurra si la Argentina produce alimentos para 400 millones de personas"
Lo primero que habría que modificar para salir de una vez por todas de esta ya demasiado extendida decadencia nacional es justamente ese paradigma: La que produce es la Argentina. Si este es el caso, los gobiernos como el actual tienen derecho a tratar a los productores como siervos de la gleba y apoderarse el fruto de su trabajo para " cuidar la mesa de los argentinos y llevar adelante una justa distribución de la riqueza".
Desde el inicio del gobierno del matrimonio en ejercicio, con esa justificación, el gobierno se ha apropiado de porcentajes crecientes de la producción agropecuaria. Con el nivel de retenciones actual, que el gobierno maneja a su antojo, se está quedando con por lo menos el 30% de la producción ( sin contar los demás impuestos que recaudan de los productores ). Por lo tanto si la Argentina es la que produce y el gobierno tiene derecho a disponer a su antojo de la producción, éste se queda legítimamente con alimentos para 120 millones de habitantes.
Siguiendo la lógica gubernamental y de muchos de sus seguidores ideológicos (espectro que incluye a muchos ó casi todos los "opositores") si el enorme botín fuera parejamente distribuído nos permitiría comer gratis el triple de lo que comemos ( los que comemos) y, por supuesto no habría situaciones dramáticas como las que nos conmocionan a todos : Niños muriendo de hambre en el país de la carne y el trigo ( y también del yuyo maldito).
Un análisis desprejuiciado de lo descripto debería poner , para los que le adjudican al Estado la función de redistribuir la riqueza, por lo menos en cuestión esa creencia.
No sólo sigue habiendo niveles de pobreza e indigencia insoportables sino, que además se ha producido en varios rubros de la producción una indignante transferencia de ingresos hacia grupos elegidos como beneficiarios en desmedro de los productores.
Según un muy interesante trabajo realizado por Carlos Etchepare la manipulación antojadiza de las autorizaciones para exportar granos produjo que en el caso del trigo el 23% de retenciones se tradujera en una quita real del 38%; en el caso del maíz el 20% de retenciones resultó en una quita del 37% y en girasol el 32% terminó siendo una quita del 43%. Una vez más los enemigos declamados terminan siendo los amigos beneficiados
En ganadería hubo un proceso similar del que la liquidación a precio vil de las vacas que los productores se veían obligados a vender para que no se les murieran en el campo es un ejemplo paradigmático. Con las exportaciones de carne cerradas estas valían centavos el kilo en pié; los frigoríficos se estoquearon y cuando las exportaciones se autorizaban según el capricho de Moreno se vendían a valores internacionales.
Como muy bien describió este proceso el presidente de Maizar en una presentación en el anexo de la Cámara de Diputados se trataba para los compradores de " cazar en el zoológico ".
Sin hablar de ideología ya que el lavado de cerebro general logrado en la Argentina limita todo a una simple cuestión de gestión, puedo afirmar sin temor a equivocarme que ésta ha sido horrible e inconducente a los propósitos enunciados.
A la luz del desastre cabe plantearnos, entonces, si los productores y consumidores dejados en libertad no serían mejores gestores que los burócratas y políticos enfocados en repartir felicidad y bienestar con la riqueza que no generan.
El otro mito que sustenta la vocación intervencionista y distribucionista de nuestra corporación política es el que afirma que la Argentina es un país rico y que sólo hacen falta justicieros que pongan justicia en la distribución de la riqueza. La verdad histórica es que la pampa húmeda, núcleo de la Argentina agropecuaria, es el desierto en el que nuestros pobladores originarios voleaban avestruces y guanacos.
Empezó a ser productiva y por lo tanto riqueza empezó a fluir de ella a partir del esfuerzo e ingenio de millones de emprendedores que respondieron al llamado de nuestros constituyentes que organizaron el país con la vista en el futuro y no como ahora en función de un estéril y repetido cuestionamiento de esa gesta con vistas a justificar posiciones políticas del momento que, analizadas a la luz de sus resultados, aparecen como objetivamente indefendibles.
Entonces si la Argentina se sumiera como pobre y aceptara que los que producen son los productores; que la riqueza no existe sino que se genera a partir de la inversión, el trabajo y la asunción de riesgos; que el reconocimiento del derecho a disponer del fruto del propio trabajo es el único estímulo conducente a la generación de más riqueza; si aceptáramos que algo desvirtuamos para que una organización que permitió la asimilación de millones de inmigrantes se transformen en esta infinita fabrica de pobres e indigentes; tal vez pudiéramos reencauzar a la que alguna vez fue la meta de todos aquellos que como mis abuelos encontraron en este confín del mundo el hogar que sus países de origen no les brindaban.
Es obvio que el cambio de paradigmas que propongo no es más que retomar el rumbo perdido con la vista en el futuro como en 1853. Lo que sin duda debemos es encontrar la manera de ayudar a nuestros compatriotas víctimas de este engendro explotador de los pobres para que puedan encontrar su camino en una Argentina que nuevamente se proponga " constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino"
Nota: en  La Paz Bolivia cuesta comer en el centro en un lugar para trabajadores de oficinas, dos platos y una fruta 3  $ (tres pesos argentinos) al medio día, un asado para 14 personas completo con todo, incluyendo pan, gaseosas, vino, 80 pesos argentinos, pero nosotros somos el granero del mundo y la inflación afecta solo a los ricos.
Cuánto ganan?? en trabajo técnico 4000 $ argentinos,  acá por el mismo trabajo pagan 2500$ , si tenes suerte. Un departamento amueblado en zona equivalente a San Isidro de tres dormitorios 500 U$S de alquiler. Pero nosotros somos los vivos.

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