Panorama general
A tres años del plazo fijado, podemos informar de que se han logrado grandes avances en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), acordados por los líderes del mundo hace más de una década, han alcanzado ya importantes resultados. Trabajando juntos, los gobiernos, la familia de las Naciones Unidas, el sector privado y la sociedad civil han logrado salvar muchas vidas y mejorar las condiciones para mucha gente. El mundo ha cumplido con importantes metas antes de la fecha marcada.
• La pobreza extrema está disminuyendo en todas las regiones
Por primera vez desde que comenzaron a analizarse las tendencias de la pobreza, tanto la cantidad de personas que viven en la pobreza extrema como las tasas de pobreza cayeron en todas las regiones en desarrollo, incluyendo África subsahariana, donde esas tasas son las más altas. La proporción de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día cayó desde el 47% en 1990 hasta el 24% en 2008, por lo cual, de haber habido más de 2.000 millones de personas en esa situación, se pasó a menos de 1.400 millones.
• Se ha alcanzado el objetivo de reducir la pobreza
Las estimaciones indican que la tasa de pobreza de gente que vive con 1,25 dólares al día cayó en 2010 a menos de la mitad de la tasa de 1990. Si ese resultado se confirma, la primera meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (reducir la tasa de pobreza extrema a la mitad de su nivel de 1990) habrá sido alcanzada a escala mundial mucho antes de 2015.
• El mundo ha cumplido la meta de reducir a la mitad la cantidad de personas sin acceso al agua potable
En 2010 también se cumplió la meta de reducir a la mitad la cantidad de personas sin acceso sostenible al agua potable. Además, la proporción de personas que usan una fuente de agua mejorada aumentó desde el 76% en 1990 al 89% en 2010. Entre 1990 y 2010, más de 2.000 millones de personas obtuvieron acceso a fuentes de agua potable mejoradas, como suministro por cañería y pozos protegidos.
• Las mejoras de la vida de 200 millones de habitantes de tugurios superaron las metas establecidas Entre 2000 y 2012, el porcentaje de habitantes urbanos de los países en desarrollo que vivían en tugurios disminuyó del 39% al 33%. Más de 200 millones de personas lograron el acceso a fuentes de agua mejoradas, a instalaciones de saneamiento mejoradas o a viviendas durables y menos hacinadas. Este logro supera la meta de mejorar significativamente las vidas de al menos 100 millones de habitantes de tugurios, mucho antes de la fecha fijada de 2020.
• Se ha logrado la paridad en enseñanza primaria entre niñas y niños
Gracias a los esfuerzos nacionales e internacionales y a la campaña de los ODM, muchos más niños de todo el mundo se han matriculado en la enseñanza primaria, especialmente desde 2000. Las niñas son las que más se han beneficiado.
En todas las regiones en desarrollo la relación entre la tasa de matriculación de las niñas y los niños aumentó de 91 en 1999 a 97 en 2010. Este índice de paridad de géneros (97) cae dentro del margen de 3 puntos del 100%, que es la medida aceptada de paridad.
• Muchos países que enfrentan grandes desafíos han concretado avances significativos en el camino hacia una enseñanza primaria universal
En África subsahariana las tasas de matriculación en la enseñanza primaria aumentaron marcadamente, pasando del 58% al 76% entre 1999 y 2010. Muchos países de la región lograron reducir las relativamente altas tasas de niños no matriculados, incluso a pesar del aumento de la cantidad de niños en edad de asistir a la escuela primaria.
• Los avances en la supervivencia infantil están acelerándose
A pesar del crecimiento de la población, la cantidad de muertes de niños menores de 5 años ha disminuido en todo el mundo: desde más de 12 millones en 1990 hasta 7,6 millones en 2010. Asimismo, los avances en los países en desarrollo también se han acelerado. África subsahariana, la región con el nivel de mortalidad más alto entre menores de 5 años, ha duplicado su tasa media de reducción, pasando del 1,2% al año entre 1990 y 2000 al 2,4% durante el período 2000-2010.
• En todas las regiones aumentó el acceso al tratamiento para las personas con VIH
A finales de 2010, en las regiones en desarrollo había 6,5 millones de personas que recibían tratamiento con antirretrovirales para el VIH o el SIDA. Esa cantidad constituye un aumento de más 1,4 millones de personas desde diciembre de 2009, y es el incremento más alto jamás logrado en un año. Sin embargo, no se alcanzó la meta de lograr en 2010 el acceso universal.
• El mundo está en camino de alcanzar la meta de detener y empezar a revertir la propagación de la tuberculosis
Desde 2002, en todo el mundo las tasas de incidencia de la tuberculosis han ido declinando. Las proyecciones actuales llevan a pensar que la tasa de 1990 de mortalidad por esta enfermedad se habrá reducido a la mitad en el año 2015.
• Las muertes por paludismo han disminuido en todo el mundo
Desde el año 2000, la incidencia estimada del paludismo ha disminuido un 17% en todo el mundo. En este mismo período, las tasas de mortalidad debidas específicamente al paludismo han disminuido un 25%. En 43 de los 99 países con transmisión activa de paludismo, los casos denunciados cayeron más de un 50% entre 2000 y 2010.
La desigualdad está afectando negativamente a las ganancias y ralentizando los avances en áreas clave
Los logros se han distribuido de forma desigual entre las regiones y países. Más aún, para algunos ODM los avances se han ralentizado luego de las múltiples crisis del período 2008-2009.
• En los últimos 20 años, el empleo vulnerable ha disminuido en pequeña proporción
Se estima que en 2011 el empleo vulnerable (definido como el porcentaje de trabajadores familiares auxiliares y trabajadores por cuenta propia respecto al empleo total) representaba un 58% de la fuerza laboral en las regiones en desarrollo, lo cual supone un descenso moderado en relación con el 67% que existía hace dos décadas. Es más probable que las mujeres y la población joven se encuentren en tal posición insegura y pobremente remunerada en proporción mayor que el resto de la población laboral.
• El descenso de la mortalidad materna está muy lejos de la meta establecida para 2015
Ha habido importantes mejoras en la salud materna y en la reducción de la mortalidad materna, pero los avances siguen siendo muy lentos. La disminución de la cantidad de embarazos entre las adolescentes y la expansión del uso de los métodos anticonceptivos han continuado, pero desde el 2000 lo ha hecho a un ritmo más lento que durante la década precedente.
• El uso de fuentes de agua mejoradas sigue siendo bajo en las áreas rurales
Mientras que en 2010 el 19% de la población rural usaba fuentes de agua no mejoradas, en las áreas urbanas ese porcentaje era de solo un 4%. Como los aspectos relacionados con la seguridad, la confiabilidad y la sostenibilidad no se reflejan en los indicadores que se utilizan para seguir los avances de los ODM, es probable que ese porcentaje sobrestime la cantidad real de personas que usan fuentes de agua seguras. Y lo que es peor, casi la mitad de la población de las regiones en desarrollo (2.500 millones de personas) todavía no cuenta con instalaciones de saneamiento mejoradas. Para 2015 el mundo habrá logrado solamente un 67% de cobertura, muy por debajo del 75% necesario para alcanzar el ODM.
• El hambre sigue siendo un problema mundial
Las estimaciones más recientes de la FAO a propósito de la nutrición insuficiente, indican que en el período 2006/2008 había 850 millones de personas que padecían hambre, lo que equivale a un 15,5% de la población mundial. Este persistente nivel alto refleja la falta de avances de varias regiones, a pesar de que haya disminuido la pobreza. Los avances también han sido lentos en la reducción de la nutrición insuficiente en niños. En 2010, casi un tercio de los niños de Asia meridional pesaban menos de lo normal.
• La cantidad de personas que viven en tugurios sigue creciendo
No obstante el descenso del porcentaje de población urbana que vive en tugurios, la cantidad absoluta ha seguido creciendo respecto a la base de referencia de 650 millones registrada en 1990. Se estima que 863 millones de personas viven hoy en esos barrios. En los próximos años tendremos la oportunidad de aumentar los logros y de adecuar nuestro programa para el futuro
El plazo fijado de 2015 se acerca rápidamente. Las contribuciones de los gobiernos nacionales, la comunidad internacional, la sociedad civil y el sector privado deberán intensificarse para enfrentar el antiguo y persistente desafío de la desigualdad y para seguir luchando por la seguridad de los alimentos, la igualdad entre los géneros, la salud materna, el desarrollo rural, las mejoras de la infraestructura, la sostenibilidad del medio ambiente y la respuesta al cambio climático.
Se está preparando un nuevo programa para continuar en él nuestros esfuerzos más allá de 2015. La campaña de los ODM, con sus éxitos y reveses, nos provee una rica experiencia de la cual extraer enseñanzas, al igual que nos brinda la confianza de que es posible seguir cosechando éxitos.
• La igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer son asuntos clave La desigualdad entre los géneros continúa y las mujeres siguen enfrentando discriminación en el acceso a la educación, al trabajo, a la tenencia de bienes y en su participación en el gobierno. La violencia contra la mujer sigue socavando los esfuerzos de alcanzar todos los objetivos. La continuación de los avances hacia 2015, pero también después, dependerá mucho de los éxitos que se logren en estos desafíos interrelacionados.
• Los avances en los ODM demuestran el poder de los objetivos mundiales y de las metas compartidas
Los ODM han sido un marco de trabajo fundamental para el desarrollo global. Planes claros y con objetivos y metas mensurables, y la existencia de una visión en común, han sido cruciales para lograr los éxitos.
En todo el mundo existe la expectativa de que más temprano que tarde se alcanzarán todos los objetivos marcados. Se espera mucho de los líderes mundiales. Diversos sectores, como los gobiernos, las empresas, las universidades y la sociedad civil, a menudo conocidos por trabajar con metas divergentes o incompatibles, están aprendiendo a colaborar en sus aspiraciones compartidas. Las estadísticas mundiales y un análisis claro del Informe de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de este año nos dan una buena idea de hacia dónde dirigir nuestros esfuerzos.
SHA ZUKANG
Subsecretario General de Asuntos Económicos y Sociales
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