La inflación golpea duro en la ganadería
En un año, el sector ganadero perdió alrededor del 30% de
rentabilidad a raíz del incremento de los costos e insumos para producir y la
estabilidad de los precios de la hacienda. Fertilizantes, combustibles y mano
de obra, los recursos que más se incrementaron.
Si bien el problema se extiende a varias de las actividades
productivas que se desarrollan en la provincia, la ganadería está padeciendo de
manera concreta la pérdida de rentabilidad a raíz del aumento de los costos de
producción. Se estima que sólo en un año, los productores ganaderos perdieron
una rentabilidad del 25%, ya que los costos sufrieron pronunciados incrementos,
mientras que el precio de la hacienda está frenado desde hace casi dos años. Si
bien piden políticas que acompañen, la coincidencia en el campo para salir del
problema es producir más.
Fertilizantes, combustible, sanidad, mano de obra y
servicios de terceros. Son algunos de los costos de producción que más se
incrementaron en el último año para la actividad ganadera. En paralelo, desde hace
dos años los precios de la hacienda prácticamente no sufren variaciones. Y las
previsiones no son buenas, sobre todo para los productores de cría, la gran
mayoría en la provincia de Corrientes.
Hace dos años, el litro de gasoil rondaba los $4, variando
según la bandera. Hoy no baja de $6,20,
y a pesar de consumir grandes volúmenes, son los productores los que
muchas veces pagan más caro el combustible con tal de conseguir el insumo,
vital para cualquier actividad agropecuaria.
Los fertilizantes y agroquímicos también han sufrido
aumentos, según el componente y la marca, pero ninguna variación baja del 35% y
en dólares. “En Corrientes tenemos suelos escasos de nutrientes naturales, por
eso muchas veces se necesita abonarlos, por lo cual el uso de estos
fertilizantes es muy importante”, explicó el vicepresidente de la Sociedad
Rural de Corrientes (SRC), Martín Moncada. Por eso, los componentes que más se
utilizan en los campos correntinos son fósforo y nitrógeno.
Por otro lado, Moncada explicó que hace un año, sembrar una
hectárea de pasturas costaba poco más que $780. Hoy la misma superficie sale
$1.210. Es decir, más del 30% de incremento. En sintonía se encuentran los
aumentos en producción de forrajes, ya que las semillas, el combustible y la
mano de obra han tenido subas que oscilan entre 20% y 25% en el último año.
Todos estos aumentos son amortiguados por el bolsillo del
productor. Le han quitado rentabilidad y seguridad a la hora de invertir. “Hoy
el productor piensa bien antes de hacer inversiones para el campo. Por ahí
muchos se quedan con lo que tienen o los que invierten, estudian bien el
terreno y las prioridades”, señaló Moncada.
Sin embargo, desde el sector señalan que la actividad
todavía es conveniente, respecto a los márgenes que brinda. El delegado por
Corrientes en Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Manuel García Olano,
explicó que hoy la rentabilidad de la ganadería es del 1% al 1,5% sobre el
capital invertido, cuando durante 2010 y 2011 esa renta no bajó del 2%.
Según comentó el ex presidente de la Sociedad Rural de
Curuzú Cuatiá, un estudio elaborado por el área económica de CRA, en el último
año en la relación insumo-producto se deterioró en el orden del 30%. “El
ternero y el novillo no muestran aumentos importantes en los últimos dos años”,
explicó el ruralista.
Mirando hacia delante el panorama es incierto. “No tenemos
políticas claras, ni seguridad de lo que puede pasar; las exportaciones de
carne están cerradas hace años y estamos viendo pasar la posibilidad y cómo los
países vecinos están aprovechando”, señalaron desde el sector.
Pero más allá del escenario, desde el campo coinciden en la
necesidad de producir más para poder salir de la situación. “La solución
siempre es producir más, ninguna medida puede contra la producción”, concluyó
Moncada.
Tomado de diario el Litoral de CTS ar
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