La revolución en marcha.
Esto comenzó allá por los años 60. Se respiraba aire de cambio. No había calendario ni objetivos. Lo único claro era qué es lo no se quería. Hubo un cambio en la forma de ver el mundo. Así como antes, el descubrimiento de América hizo que la Naturaleza deje de ser una fabula para convertirse en una experiencia. Esta vez, la Revolución de Cuba nos hizo percibir que la historia puede ser escrita por cualquier persona sin poder, sin fortuna ni fama. La revolución hervía en la sangre de los jóvenes del Mundo, especialmente en América Latina.
Esto comenzó allá por los años 60. Se respiraba aire de cambio. No había calendario ni objetivos. Lo único claro era qué es lo no se quería. Hubo un cambio en la forma de ver el mundo. Así como antes, el descubrimiento de América hizo que la Naturaleza deje de ser una fabula para convertirse en una experiencia. Esta vez, la Revolución de Cuba nos hizo percibir que la historia puede ser escrita por cualquier persona sin poder, sin fortuna ni fama. La revolución hervía en la sangre de los jóvenes del Mundo, especialmente en América Latina.
Fue entonces cuando nació el nihilismo, el hipismo, la
espiritualidad, las jornadas de Francia, el cordobazo y las guerrillas, que
intentaron escribir la historia importando la Revolución de Cuba.
Como todo. Fue una moda, una época. Todo aquello se esfumó.
Pero como dice la física, nada se pierde, todo se transforma. Nada de aquello
desapareció. Se transformó en hipismos cibernético, más conocido como los
jupis. Los jupis, que ahora se llaman jipis están en los puestos claves del
poder y de la ciencia. Estos le dieor al sistema el primer golpe mortal, ese
golpe fue la aparición de Linux. Usted dirá ¿qué daño le puede hacer un
software al sistema? Paso a explicar:
El poder y la riqueza crecientes estaban en manos de los
dueños de la tecnología cibernética, IBM, Bull, NCR, Burrows, Aple y Microsoft.
la tendencia iba hacia la concentración creciente del poder. La llave de ese
poder estaba en que a la base de todo sistema hay un paquete de programas que
usted conoce con el nombre de DOS de Microsoft u OS de Mac. Cualquier
programador puede hacer programas, que son listas de instrucciones para que DOS
las ejecute pero no puede programar ni modificar el DOS ni el OS porque están
hechos en programas con códigos secretos que están en poder de los dueños de
esos sistemas. Si por ejemplo, usted inventó en este momento el GPS o la imagen
digital o la Play Station está obligado a poner un DOS en cada aparato y sumar
ese costo al precio de venta de cada uno. Si usted es un pretencioso, va a
querer un sistema operativo especial para lo suyo, pequeño, sencillo y
eficiente, entonces tiene que pedirle a un monopolio que le haga un SO (sistema
Operativo( especial. Le cobrarían por hacerlo y luego le cobrarían por cada
copia. Pero sucede que apareció Linux que, además de ser de distribución
gratuita, tiene código abierto, Cualquier programador puede editarlo,
mutilarlo, descuartizarlo y hacer uno especial para su propósito.
Linux decapitó la cúspide del poder tecnológico. Y provocó
un cambio sin retorno. Hoy Linux se usa en todo lo que sea grande: las
centrales de telefonía de base, las de telefonía celular, en los satélites,
naves espaciales, todo Internet está hecho de Linux, Google y los más grandes
sistemas. También está en lo pequeño, celulares, cámaras, TV digital, radios,
cajeros automáticos, en toda máquina tragamonedas, pagos con tarjeta de débito,
en la mayoría de las tablets y casi todos los celulares, hasta en
electrodomésticos hay micro programas hechos a medida por sus fabricantes. No
calcule lo que han perdido los poderosos con Linux porque la cifra le va a dar
miedo. Dígame usted a mí ¿qué puede hacer hoy IBM para que Sony o la NASA la
necesite y le pida algo?
Internet es parte de este cambio, no sé si en forma
involuntaria o por decisión de los jipis de adentro del Pentágono, lo cual
cambia poco. La revolución sigue con la distribución del saber no tiene
retorno, la distribución del arte como música, cine, libros. Esto se prohibió
varias veces pero parece que a largo plazo es también irreversible. Continúa
con la formación de las redes sociales capaces de movilizar gente en forma nuca
imaginada. Hoy usted perjudica a un indígena del medio de la selva y se puede
enterar todo el Planeta. Cualquier indigente que tenga para ofrecer algo
valioso (su arte por ejemplo) puede hacerse conocer y vender los suyo en todo
el Mundo. El poder, antes de ser poder es “capacidad de hacerse oir” y esa
capacidad ha sido distribuida.
En Argentina. En 2001 hubo un cambio psicológico profundo en
los habitantes de todo el país. Antes de esa fecha, cuando un argentino se
quemaba con leche veía una vaca y lloraba, a partir de entonces cuando un
argentino se quema con leche corta el tránsito. Nadie sabe cuando se acabarán
los piquetes y manifestaciones. Quizá un cambio en la justicia haga que cuando
un argentino se quema con leche haga juicio en ves de cortar el tránsito o
quizá llegue antes la democracia directa.
La revolución continúa con wikilicks con la difusión de las
actividades de las embajadas de EE UU y no ha de ser la última difusión de
actividades secretas. Me contaron el caso de un joven que jaqueó la base de
datos de las investigaciones secretas de todas las universidades de EE UU, lo
cual rompe el monopolio del saber científico. No recuerdo el nombre, que me lo
dijeron. Sí recuerdo que está preso en EE UU.
Otro relato. Me contaron de un muchacho que impresionado
porque su tío, que murió porque no tenía con que pagar una test carísimo.
Entonces se puso a investigar por su cuenta por Internet. Lo primero que
descubrió fue que ese test tan caro detectaba la enfermedad cuando ya era
tarde, siguió investigando y encontró otra forma de test que sí detecta la
enfermedad antes y que cuesta un dólar. Esta historia me parece creíble y me
dice que la investigación también se pede escapar de las universidades que no
investigan si no es para buscar negocios rentables.
Los jipis de ahora ha inventado el “Gobierno Abierto” Se
trata de una forma de democracia directa. Cuando se dijo “El pueblo no se
gobierna sino por sus representantes” tenía razón, porque no había modo de
hacerlo, no existía ni el teléfono. Cuando se escribió “Arrogarse la
representatividad es sedición” se escribió pensando en Facundo Quiroga. Para
evitar otro como él. El Gobierno Abierto es una computadora que funciona por
consenso, donde todo ciudadano ve en tiempo real el movimiento de cada centavo
de la administración y tiene poder de decisión como cualquier diputado o
concejal. Este sistema se está probando en algunos municipios del País Vasco,
en un municipio de Canadá y otro de la Provincia de Buenos Aires, no recuerdo
el nombre pero me lo dijeron. Uno de los impulsores del Gobierno Abierto se
llama Barak Obama –esa es otra cara que tiene y no muestra a diario-.
En Argentina ya hay un partido cibernético que pretende
llegar al gobierno para desarmarlo. Se llama Partido de la Red.
La revolución continúa. La última etapa de esta será la
desconcentración del know haw, del como se hace. Ya hay una página dedicada a
esto Open Source. A partir de entonces cualquier grupo de niños o jóvenes
podrán hacer su computadora o su celular en el barrio o en el pueblo con
microchips fabricados en la zona, con carcasas hechas en impresoras 3D. La
economía del futuro, sabemos que será sin petróleo, por lo tanto no podrán
haber monopolios. A eso súmele que en cada barrio, en cada pueblo se fabricará todo.
La estocada final al sistema será cuando nadie compre.
La próxima revolución.
Lo dicho hasta aquí, más que parecer posible parece inevitable. Pero eso no nos libera. Estamos hechizados por las marcas de los productos. La publicidad nos instala chips que manejan nuestra conducta, nuestros sentimientos y nuestras aspiraciones. Nos gusta más el pan de marca que el amasado por uno o por amigos o por nuestros seres queridos. Planificamos nuestra vida para no poder vivir sin automóvil. Cualquier bebida que me ofrezcan carece de sabor a felicidad si no tiene esa marca que me tiene fascinado y que me ha instalado un chip en la lengua.
Lo dicho hasta aquí, más que parecer posible parece inevitable. Pero eso no nos libera. Estamos hechizados por las marcas de los productos. La publicidad nos instala chips que manejan nuestra conducta, nuestros sentimientos y nuestras aspiraciones. Nos gusta más el pan de marca que el amasado por uno o por amigos o por nuestros seres queridos. Planificamos nuestra vida para no poder vivir sin automóvil. Cualquier bebida que me ofrezcan carece de sabor a felicidad si no tiene esa marca que me tiene fascinado y que me ha instalado un chip en la lengua.
“La Matrix” no es un programa que nos instalan en el
cerebro, es una multitud de chips que se ubican cada uno en toda la piel. También
ponen chips en la lengua, los músculos y piernas, pero la mayoría, como la
necesidad de un determinado modelo de automóvil se siente en toda la piel.
La próxima revolución será interior y consiste en
reprogramar nuestros gustos de acuerdo a nuestra conveniencia. Como dice el
mandamiento Nº 3 de nuestra página. De todas maneras, en este siglo se acaba el
petróleo. Los monopolios no podrán operar y la publicidad carecerá de sentido y
todos estos hechizos en el futuro, no serán para nosotros más que quimeras. En
este sentido, la revolución recién empieza y la permacultura con sus valores y
su forma de vivir son la vanguardia.
Antonio Urdiales Cano.
Tomado de permacultura enviado en red foroba
No hay comentarios:
Publicar un comentario