Panamá y Washington: Países y agencias internacionales
buscan reducir inequidades en salud que provocan muertes de madres y niños en
las Américas
Aunque en América Latina y el Caribe se redujo la mortalidad
materna e infantil, todavía mueren muchas madres y niños por causas que son
prevenibles. Para revertir esta situación que afecta a las poblaciones
marginadas y de menos recursos, se necesitan compromisos y nuevos enfoques para
superar las inequidades en el acceso a la salud, así como también alianzas
fuertes entre todos los sectores involucrados.
Con el objetivo de identificar las disparidades que llevan a
esta situación y fortalecer la cooperación regional para reducir las muertes
prevenibles de madres y niños, delegaciones de 30 países de las Américas, junto
a una alianza de agencias internacionales y bilaterales, y organizaciones de la
sociedad civil, se reunirán del 10 al 12 de septiembre en la Ciudad de Panamá,
bajo el tema Una promesa renovada para las Américas – Reducir las inequidades
en salud reproductiva, materna e infantil.
En la región, la mortalidad materna se redujo un 42,9% entre
1990 y 2010, pero este porcentaje varía sustancialmente entre países y entre
grupos sociales, económicos y étnicos dentro de los países. Las adolescentes
pobres tienen mayor riesgo de morir por su embarazo que aquellas de sectores
más favorecidos. Las mujeres indígenas, las mujeres pobres y las que tienen
acceso limitado a una educación de calidad también tienen más riesgo de muerte
que otras mujeres de las Américas con más posibilidades.
Algo similar ocurre con la mortalidad infantil: pese a que
en 2010 se redujo un 57,2%, los niños que nacen en familias de menos recursos
tienen hasta cinco veces más posibilidades de morir antes de cumplir 5 años. La
mayoría de estas muertes son prevenibles.
Estas desigualdades hacen difícil para las Américas alcanzar
la reducción de dos tercios de la mortalidad infantil y de un 75% en la
mortalidad materna para 2015, tal como lo establecen los Objetivos de
Desarrollo del Milenio 4 y 5 de Naciones Unidas fijados en el año 2000.
Por esa razón, en la conferencia Una promesa renovada para
las Américas, los participantes renovarán su compromiso en reducir estas
inequidades en salud materna e infantil con la firma de la Declaración de
Panamá. Además, elaborarán una hoja de ruta regional para fortalecer la
coordinación y la movilización de recursos para reducir esas inequidades y
alcanzar la reducción de las muertes de madres y niños en las Américas.
La reunión es convocada por el gobierno de Panamá, con el
apoyo y auspicio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización
Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), la
Iniciativa Salud Mesoamérica 2015 (SM2015), el Programa Conjunto de las
Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), el Fondo de Población de las
Naciones Unidas (FNUAP), la Oficina Regional del Fondo de Naciones Unidas para
la Infancia para América Latina y el Caribe (UNICEF/TACRO), la Agencia de los
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Banco Mundial.
Esta conferencia regional es en seguimiento a la iniciativa
mundial lanzada en 2012 por representantes de más de 80 gobiernos del mundo y
organizaciones de la sociedad civil, que hicieron un llamado a la acción para
la supervivencia infantil. El nuevo movimiento mundial se denomina “Una promesa
renovada” y abarca la salud reproductiva, y la salud de la madre y del niño.
Hasta el 2 de noviembre del 2012, 175 gobiernos alrededor del mundo, entre
ellos 32 de América Latina y el Caribe, habían firmado este compromiso, y se
han celebrado distintas conferencias regionales para preparar hojas de ruta que
permitan a los países mejorar la salud materna e infantil.
Tomado de envío de así somos de Córdoba ar
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