“El medioambiente es un tema estratégico para el futuro de este país” : Andrés Mckinley, experto en minería y con maestría en
administración de Salud.
Gloria Silvia Orellana
Andrés Mckinley, de
origen estadounidense, con más de tres décadas de trabajo en organizaciones
internacionales para el desarrollo,
señaló que existe una fuerte presión de las transnacionales mineras por la
explotación del oro en El Salvador. Lo que obliga a los salvadoreños a evitarlo y cuidar el medioambiente, lo que implica salvaguardar
las fuentes de agua, la preservación de
los bosques tropicales, y con ello, la salud del pueblo.
“El tema de la minería y todo el debate alrededor de la
reforma hídrica son realmente los temas más importantes en términos de la
viabilidad y el futuro de este país”, afirmó Mckinley, al invitar al foro sobre
minería que se inaugura este día, y que está a cargo de Cáritas.
- ¿Cuánto interés existe en tratar este tema de
la minería, actualmente?
Este tema tiene toda una interrelación con muchos aspectos
de vida, pero es decepcionante ver lo difícil que es mantener estos temas en la
Agenda Nacional y mantenerlo mucho más en la conciencia de la población, en la
conciencia de los tomadores de decisión y los políticos.
- ¿Por qué la apatía?
Creo que es un poco
cruel decirlo, pero es muy bajo el nivel
de conciencia que existe entre la
ciudadanía y los gobernantes en este país. El Salvador es según las
Organización de las Naciones Unidas, el país con mayor deterioro ambiental en
el hemisferio Occidental en todas las Américas, después de Haití.
Haití está en las peores condiciones y uno pensaría que El
Salvador tendría preocupación y alta conciencia sobre los temas de medioambiente,
pero es al contrario, y preocupa que no se pueda mantener la discusión sobre temas como
la minería.
- ¿Qué significaría la minería metálica para el país?
Como siempre decimos, la
minería para El Salvador es igual
que el agua, temas de vida o muerte. Cuando se habla de que si vamos a permitir la industria
minera en El Salvador o no, estamos hablando sobre si este país va a tener un
futuro para las generaciones que vienen o no, más importante que este tema no existe.
- ¿Las plataformas de gobierno cumplen las expectativas en
tema medioambiental?
No y es
decepcionante, según lo que he monitoreado, no he visto a ningún candidato para
la presidencia tocar el tema de la minería; tampoco he visto que toquen los candidatos el tema
del agua y la reforma hídrica.
El Salvador está
entrando en una situación que se llama “estrés hídrico”, esto significa
que la disponibilidad de agua” per
cápita” y año, está llegando a un nivel
inviable, tan delicada esta situación que habrá un momento que no habrá
suficiente agua para sostener la vida
humana.
Sin embargo, nadie está tocando el tema; entonces, es
nuestro trabajo de todos y todas que tenemos un poco de conciencia, estar
tratando de levantar este tema.
Es interesante ver la situación de Costa Rica, que tiene un nivel de conciencia de ciudadanía
fuertísima con el tema de medioambiente, ya que reconoce que el futuro de ese
país depende del mismo y protección. Han
aprobado una ley que prohíbe la minería
metálica a cielo abierto, y prohíbe uso de químicos tóxicos. Eso es tener
conciencia sobre la importancia del medioambiente.
No se puede recurrir como solución a empacar la maleta e
irse para el Norte, la opción es
defender el país, frente a empresas transnacionales que quieren venir a sembrar
la destrucción.
- ¿Este tema está ligado al poder económico y político?
Claro, esa es la
razón de tanto bloqueo por la reforma hídrica, porque hay intereses fuertes
nacionales e internacionales, que no
quieren ver regulado el agua y se debe
romper esa barrera, con una Ley General de Agua, y otra que prohíba la
minería. Estos temas van de la mano, como si fueran hermanitos, no puede
hablarse de una problemática sin la
otra, que genera la amenaza de la minería.
Y no podemos hablar de minería sin los ciclos vitales del
agua. Sabemos que la minería es una industria que ocupa enormes cantidades de
agua, las minas promedio en Centroamérica utilizan un millón de litros de agua
diarios. Y la mina “Marlin” en San Miguel Ixtahuacan, Guatemala, según sus
propias cifras, utilizan seis millones de litros de agua diarios.
Ahora, El Salvador
que ya está en crisis en términos de cantidad y calidad de agua, como va estar
pensando en dejar entrar una industria que utiliza inmensas cantidades de agua.
- ¿Y esa agua es irrecuperable?
Esa agua es muy
contaminada, y respondo sin un argumento de grupo activista anti-minero, estoy
hablando de miles de estudios científicos a nivel mundial que han establecido
el peligro de la contaminación de la
minería.
Porque contiene cianuro, en primera instancia, que es un
químico tóxico cuya porción del tamaño
de un grano de arroz, puede matar al ser humano.
Y las empresas mineras usan miles de galones de cianuro
diariamente y no es solo el uso del químico, sino el traslado y manejo del cianuro desde el puerto hacia el
sitio de la mina, es un grave riesgo.
¿Para qué el cianuro?
Se usa para sacar el
oro de la roca y el cianuro es un elemento importante en términos de
contaminación del agua, pero lo más grave es el drenaje ácido.
En Centroamérica hay
altos contenidos de sulfuro en las rocas y cuando sacamos la roca de la
tierra por primera vez, la quiebran, la
muelen y la exponen al oxígeno de la lluvia y el oxígeno del aire, esta mezcla
de oxígenos se transforman en
sulfatos y luego se transforma en ácido sulfúrico
convirtiéndolo en drenaje ácido y contamina todo a su alrededor.
- ¿Contaminación
difícil de bloquear?
Son aguas casi imposibles de recuperar. Aquí en El Salvador
tenemos el río San Sebastián que fue contaminado con ácido sulfúrico y metales
pesados, por la minería de hace 50 años
que existió ahí, y ese drenaje ácido hizo perder ese río.
Hace poco
descubrieron unas minas en Francia y España, que datan del tiempo de los romanos, hablamos de miles de años atrás, y siguen generando
drenaje ácido, y en Estados Unidos se calcula que casi la mitad de los ríos más
importante en el Occidente del país están con drenaje ácido y según un informe
reciente al gobierno norteamericano le
costaría unos 67 mil millones de dólares por siempre, para tratar esa
agua que ha sido contaminado con tóxicos por causa de la minería.
- ¿No se puede recuperar?
No, y ahora El Salvador cómo podría hacer un gasto de esta
naturaleza, es imposible, y el drenaje
ácido, una vez que comienza sigue, es un proceso natural, y no se puede cerrar una puerta y proponer una planta purificadora y resolver el problema, porque
el drenaje ácido sigue produciéndose y
ahí viene la parte injusta.
- ¿Qué parte injusta?
Hasta años después del
cierre las minas comienzan a presentar el drenaje ácido, que es un proceso
lento y con mucha frecuencia cuando se
detecta el drenaje ácido, la empresa minera ya cerró las operaciones en la mina
y cerró sus operaciones y se ha ido con todo el oro, la riqueza.
Y las comunidades y países que permitieron la minería quedan
con el enorme e imposible costo de tratar de resolver ese problema de drenaje
ácido y eso significa definitivamente perder ese recurso hídrico.
- ¿Existe alguna ofensiva de explotación que estén impulsando las
transnacionales de industria de la industria minera?
Claro, el precio del oro está muy alto y hablamos mucho de
este factor. En el año 2000, la onza de oro era de 250 dólares más o menos, y
ahora el valor de la onza para el 2013, subió a 1,900 dólares la onza; en
agosto bajó a 1,300 dólares la onza, pero sigue siendo atractivo para empresa
minera.
Y ellos están conscientes de la resistencia de muchos
pueblos, de esta industria por los
estragos que se han generado en el pasado, y el presente, ahí vienen en una
ofensiva para tratar de convencer a mentes y corazones.
- ¿Existe realmente una minería que no sea
tóxica?
Las transnacionales han tendido una ofensiva, hablando de cuatro grandes mitos: el primera es que hay
una nueva tecnología que protege al medio ambiente y usan los títulos de minería verde, moderna o responsable, pero no
es cierto, los daños muchas veces, son irreversibles.
Lo segundo, que la
minería genera empleo y es un “boom” económico para las comunidades y nada más
alejado de la realidad, donde existen proyectos mineros la gente a su alrededor
viven en pobreza extrema, entonces, quiénes son los que se benefician.
Que la minería de oro genera desarrollo sostenible e
ingresos para el Estado es otro mito, porque una vez sacado el oro de la tierra
que ya fue arrasada y destruidos sus bosques, el crecimiento económico por ese
rubro es lento. Hay suficientes estudios que establecen esta realidad, estoy
citando un estudio de la Universidad de Harvard.
Y su última mentira es afirmar que las
transnacionales de la minería metálica son respetuosas de los derechos humanos,
pero en la realidad han provocado desarraigos
de grupos humanos de su tierra, han viciado el medioambiente de los
pueblos y han generado enfermedades de los pulmones y la piel. Así como, sumir más en la pobreza a
las comunidades que afecta a su dignidad. Tomado de Redacción Diario Co
Latino, diario de hoy, de el Salvador
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