sábado, 23 de noviembre de 2013

VENTA DE ALIMENTOS el consumidor debe saber que compra y el Estado controlar que sea saludable

Las razones de la industria de alimentos contra las etiquetas
El nuevo reglamento se aprobó el 15 de noviembre y suscita un debate en el país.
 Los industriales comparten la preocupación por la salud de los consumidores, pero dicen no ser escuchados.  El Reglamento Sanitario de Etiquetado de Alimentos Procesados para el consumo humano, expedido por el Ministerio de Salud, entró en vigencia y causa polémica. Se trata de unas medidas que transparentan información y benefician a los consumidores. Pero por otro lado los industriales que se
dedican a la fabricación o al procesamiento de los comestibles dicen estar perjudicados. Este Diario presenta hoy, como parte del debate, las principales observaciones que hacen los sectores industriales a ese Reglamento expedido el 15 de noviembre. El objetivo declarado del Gobierno es controlar y regular el etiquetado de los alimentos procesados, para garantizar el derecho constitucional de los consumidores a una información oportuna, clara, precisa y no engañosa sobre el contenido y las características de estos alimentos, lo que le permita la elección correcta para su adquisición.  Y uno de los considerandos más importantes que expone el Ministerio es aplicar la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, que data de 2004: alentar a la empresa privada a que adopte prácticas responsables, en particular con respecto a la promoción y la comercialización de alimentos con alto contenido de grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcares libres o sal, especialmente los dirigidos a los niños. En teoría, los industriales ecuatorianos están de acuerdo con estos propósitos. En la práctica, el resultado plasmado en este reglamento les resulta altamente perjudicial, según ellos.
 El problema para la industria alimenticia del Ecuador, que representa más de $4 000 millones del Producto Interno Bruto (PIB), se da principalmente en las prohibiciones que contempla el art. 7 del capítulo II; en el art. 12, que establece los textos y colores del rotulado que deben alertar al consumidor final, y también en el tamaño y la ubicación de la denominada "etiqueta semáforo". La misma, que según los industriales, no habría sido consensuada con el sector.  "Habíamos venido trabajando con ellos desde hace un año. Nosotros planteamos nuestro proyecto, pero en junio se nos alejó", dijo Christhian Whali,  de la Asociación de Fabricantes de Alimentos y Bebidas del Ecuador.   La falta de consenso también fue confirmada por Bruno Leone, Luis Alberto Salvador y Guillermo Narváez.   La Cámara de Industrias y Producción, presidida por Pablo Dávila, desde Quito, sostuvo que con el Gobierno se discutió la normativa y se acordó que esta debía informar al consumidor sobre las características y el contenido utilizando como base el sistema aplicado por la comunidad internacional.
De aquellas conversaciones, poco habría sacado a limpio el Ministerio de Salud.
Los empresarios aplauden la preocupación oficial por la salud de los ciudadanos. Pero afirman que aquello no significa que tales problemas se "solucionan con el etiquetado de los alimentos procesados con los colores de un semáforo para categorizar el contenido de nutrientes", tal como dispone el Reglamento.
La información que reciban los consumidores  debe ser completa, pero complementada con rutinas saludables, como fomentar la actividad física regular y las dietas equilibradas.  (NM-MP)
 La réplica de Arcsa a los industriales
 Diana Rodríguez, directora de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, escribió una carta a este Diario que en lo medular dice: "En la nota "45 mil productos deben sacar nuevos permisos sanitarios" se cita que el número indicado deberá obtener un nuevo registro sanitario lo cual no es real, puesto que el "Reglamento sanitario de etiquetado de alimentos procesados para el consumo humano", determina que las industrias deben publicar los niveles de grasa, sal y azúcar que contienen los productos procesados de consumo humano, en su etiqueta lo cual según la normativa vigente no tiene ningún costo y para obtener esta nueva etiqueta no se requiere sacar un nuevo registro sanitario.
 El Acuerdo 2912 en su artículo REGLAMENTO DE REGISTRO Y CONTROL SANITARIO DE ALIMENTOS en el Art. 30.- Se requiere nuevo Registro Sanitario, cuando bajo una denominación determinada, comercial o genérica, el alimento procesado se presente con las siguientes variaciones:
 a) Modificación de la fórmula de composición que afecten la inocuidad ouso previsto del producto;
 b) Proceso de conservación diferente;
 c) Cambio de la naturaleza del envase (incluye tapa);
 d) Cambio de fabricante responsable: y,
 e) Cambio de dirección del fabricante del producto.
 En ningún momento se cita que se deberá renovar el registro sanitario por modificación de etiqueta por parámetros diferentes a los establecidos en el artículo mencionados.
 Para todo este proceso la  Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria se prepara para satisfacer de forma ágil y oportuna la demanda que generará la demanda de este nuevo producto, que se plantea en su totalidad, vía electrónica, a través del sistema integrado de información de la ARCSA.
 Una de las causas de mayor inquietud es la pérdida de identidad de las marcas
 1 El semáforo: rojo, amarillo y verde
 Falta claridad a los mensajes
 Las barras de color rojo, amarillo y verde, con las frases: "ALTO EN…"; "MEDIO EN…"; y "BAJO EN…" para los industriales no dicen nada al consumidor.  Lo lógico sería que los textos comuniquen sobre el nivel de azúcar, grasas y sal que son convenientes o no.   De eso, según Guillermo Nárvaez, industrial de conservas, no se dice nada. "De qué sirve decir alto, medio.…  Es una información poco transparente para el consumidor ecuatoriano. ¿Dónde está la información del contenido nutricional?"
 2 El posicionamiento de imágenes en riesgo
 Pérdida de los íconos de las marcas
 Las prohibiciones de uso de imágenes que no corresponden a las características del alimento; y  de personas o animales, reales o ficticias en comestibles con contenido alto o medio de componentes, para el sector industrial eso matará la identidad de los productos.
Más allá  de la identidad, se afectará al patrimonio de las empresas dedicadas a la alimentación, que invierten dinero y tiempo, posicionando una marca en la mente del consumidor.
3 Etiquetado al 20%
 Los productos tendrán otra cara
 La etiqueta que deberá situarse en el extremo superior izquierdo del panel principal, en un espacio del 20%,  cambiará la cara al producto y reducirá el espacio para su nombre. Eso será  fatal para la marca, según los industriales. A esto se suma las características de las tipografías establecidas en helvética neue, en mayúsculas y minúsculas. Lo ideal para el sector, tal como  lo plantearán, es que se sitúe en la parte trasera o, a su vez, dentro de los componentes actuales de los productos.
4 Son seis meses de plazo para la regulación
 Poco  tiempo para los nuevos registros
 Los seis meses establecidos por el Gobierno a partir de que el reglamento sea publicado, para su total aplicación, afectarán el dinamismo de las empresas. Tramitar 45 mil productos en la Agencia de Regulación y Control Sanitario llevará al colapso, aseguran. Más, cuando  sacar un registro en ocasiones demora entre 30 y 180 días. Lo mismo podría ocurrir con el proceso de fabricación de etiquetas. Y por ende, se sugiere la implementación de una aprobación automática.
 5 Los productos que se exportan
 Una etiqueta para Ecuador, otra para afuera
 Por efecto de las exportaciones, muchas de las industrias alimenticias del Ecuador se verán obligadas a contar con dos etiquetas: Una para el mercado local  y otra para los destinos internacionales, en donde no rige la regulación ecuatoriana.  Esto, según la Asociación de Fabricantes de Alimentos y Bebidas del Ecuador, no solo afectará los costos de producción, sino también complicará los procesos de etiquetado, incluido el almacenamiento de éstos. No se dice quién asumirá ese costo adicional.
 6 Tema de salud
 La satanización  de la industria local
 La industria no produce para matar a nadie dicen los empresarios de este sector. Esa es su respuesta  frente al mensaje del Ministerio de Salud que dice que con el etiquetado a los alimentos procesados, a partir de mayo de 2014, se espera reducir las 10 muertes diarias que se producen en el Ecuador. El sector dice que los productos procesados no son parte del 100% de la dieta de un ecuatoriano y que eso está alejado de la verdad. Temen que se proyecte una mala imagen de todo el sector.
7 La inclusión de campañas educativas
Los industriales exigen reglamentos de cumplimiento obligatorio para todos.  El control debe extenderse a  los demás sectores, pero sobre todo debe impartirse una campaña integral y educativa, que cambie los hábitos de los ciudadanos.
Adonde apuntan los industriales es a la venta informal en las calles, mercados y otros lugares de productos que no reúnen las condiciones necesarias de salubridad. Se pide un adecuado y justo control a estos también.
8 Las importaciones de productos podrían disminuir
 Las multinacionales deberán decidir si aceptan las nuevas condiciones
 El Reglamento pondrá en aprietos a los productos importados, considerando que el cambio de etiqueta a nivel de la producción internacional puede ser altamente complejo, debido a los volúmenes requeridos para atender el mercado ecuatoriano. Se teme, según los industriales, que la respuesta de las multinacionales a estos nuevos requisitos, sea dejar de vender sus productos en el país, lo que afectaría la libertad de escoger del consumidor ecuatoriano. TOMADO DE DIARIO HOY DE ECUADOR

NOTA el consumidor debe saber al menos que está comprando, confiando en los controles de Bromatología del Estado, la etiqueta es parte de la mejora en la calidad alimentaria 

No hay comentarios: