Calidad ambiental:
¿cómo calificamos a nuestras ciudades? Por Juan Felipe Franco El pasado 22 de
abril, en el marco de la celebración del Día de la Tierra 2014, publicamos en
este mismo espacio una entrada en la que se hacía referencia a Green Cities—una
iniciativa que busca ayudar a las ciudades en su transición hacia un futuro más
limpio, saludable y económicamente viable— y en la que propuse 4 elementos
necesarios para responder a los desafíos ambientales urbanos: la necesidad de
un conocimiento técnico y especializado, la disponibilidad de recursos
económicos, la importancia de la voluntad política y capacidad de gestión de
las instituciones, y el empoderamiento ciudadano. Estos elementos deben
combinarse para lograr ciudades con calidad ambiental, competitivas y capaces
de ofrecer unas mejores condiciones de vida a sus habitantes.
Además de la descripción de dichos elementos, en mi artículo
los invité a completar este ejercicio
para calificar la condición actual de su ciudad en cada una de estas cuatro
dimensiones. A través de una puntuación de 1 a 4 (siendo uno la calificación
más baja y cuatro la más alta) los participantes pudieron cuantificar el nivel
de acceso de la ciudad donde viven para cada uno de los cuatro elementos
propuestos. Se contó con una amplia participación de ciudadanos de diferentes
países latinoamericanos y de España. Algunas de las ciudades evaluadas por los
lectores fueron: Caracas y San Cristóbal
en Venezuela; Loja en Ecuador; Ciudad de México, Guadalajara y León en México;
Managua en Nicaragua; Tarija, Santa Cruz de la Sierra y la Paz en Bolivia; Asunción
en Paraguay; Montevideo en Uruguay;
Valdivia en Chile; Buenos Aires y Necochea en Argentina; Bucaramanga,
Bogotá, Pasto, Sincelejo, Manizales y Cali en Colombia, y Bilbao en España. De
acuerdo a la percepción de los participantes, nuestras ciudades presentan
problemáticas ambientales comunes y aún sin resolver. Un comentario general fue
la falta de una visión a largo plazo de los gobiernos, muchos de éstos operando
en un escenario politizado que no permite que los recursos económicos
disponibles se destinen para afrontar estructuralmente los retos ambientales de
las ciudades. Parece haber un descontento generalizado por la limitada
capacidad de gestión de las autoridades y la carente voluntad política para
definir el rumbo de estas ciudades, cerca del 70% de las calificaciones para
este elemento tuvieron la menor puntuación posible.
Los lectores participantes también reconocen un bajo nivel
de empoderamiento ciudadano, más del 80% de los participantes asignaron a este
elemento en su ciudad una puntuación de 1 o 2. Lo anterior puede indicar que de
alguna manera hay consciencia en la necesidad del papel protagónico de la
participación ciudadana en la construcción de soluciones y del compromiso que
como habitantes de estas ciudades tenemos. El 60% de los participantes del
ejercicio dieron una calificación de 3 o 4 al conocimiento técnico. Este fue el
elemento (de los cuatro propuestos) mejor calificados y afirma una percepción
favorable de los ciudadanos sobre la disponibilidad de recurso humano calificado
para responder al reto de generar soluciones especializadas a los desafíos del
medio ambiente urbano. El conocimiento técnico es a su vez una herramienta
indispensable para la toma de decisiones y debe ser tenido en cuenta por los
gobiernos locales para de la priorización del gasto público. De manera
particular, condiciones tales como un transporte público ineficiente y
altamente contaminante, carencia de infraestructura y falta de promoción de la
educación ambiental fueron elementos comunes destacados en los comentarios para
algunas de las ciudades evaluadas por los lectores. Así mismo, los
participantes de esta actividad de calificación, destacaron la necesidad de que
las ciudades estén articuladas a las regiones. Particularmente, en el caso de
aquellas que pertenecen a áreas metropolitanas se requieren instituciones que
coordinen y planeen de manera integrada aspectos de desarrollo urbano,
movilidad y ambiente. Más allá de la puntuación que cada uno haya podido
asignar a los elementos propuestos, en mi opinión lo interesante de esta
propuesta fue comprender que como ciudadanos entendemos que las problemáticas
ambientales propias de los centros urbanos requieren de soluciones
multidimensionales y que involucren distintos actores. No son las autoridades
ambientales locales las únicas responsables de afrontar el desafío, se deben
integrar otros sectores del gobierno, la academia y los ciudadanos de tal forma
que se logre una construcción colectiva que le permita a nuestras ciudades
destacarse como centros sostenibles y competitivos.
* Juan Felipe Franco es profesor, investigador y consultor
en temas de medio ambiente urbano basado en Bogotá, Colombia. Tomado de nuevo
diario de Nicaragua
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