Petróleo: la caída de los precios perfila un nuevo orden
geopolítico global
EE.UU. se encamina a convertirse en el productor de
referencia gracias al aumento sostenido de su producción en los últimos años;
eso potenciaría su influencia mundial, mientras que debilitaría la de países
como Rusia, Irán o Venezuela
Por Alicia González |
La sobreoferta de crudo perjudica al gobierno venezolano, que apostó por
mantener elevado el precio internacional de su principal producto de
exportación..
MADRID.- El mercado del petróleo se ha visto sacudido por
una especie de tormenta perfecta, una combinación de exceso en la oferta, de
demanda más débil de lo previsto y de fortaleza del dólar (la divisa de
referencia para el mercado petrolero), que provocó la caída del 25% en los
precios del crudo desde junio. Después de un período de relativa estabilidad,
con el barril situado por encima de los 100 dólares prácticamente desde 2011
-115 dólares alcanzó en junio pasado-, parece que los precios se están
estabilizando en una banda considerablemente más baja, entre los 70 y los 90
dólares, según distintos expertos, lo que introduce nuevas y profundas
variables en el mercado del petróleo y, en definitiva, en el orden geopolítico.
Entre esas variables, quizá la más relevante es el cambio de
fuerzas en el escenario geopolítico que se empieza a dibujar, un orden en el
que los países tradicionalmente productores de petróleo como Rusia , Irán o
Venezuela , golpeados por crisis diplomáticas y complejas situaciones
económicas internas, pierden influencia global. A diferencia de otras
ocasiones, Arabia Saudita descartó recortar la producción como vía para
intentar sostener los precios e incluso aceptó rebajar los precios a sus
clientes asiáticos para mantener cuota de mercado. Otros miembros de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reclamaron medidas, pero
casi nadie confía en un acuerdo para recortar la oferta del cartel en la
reunión del 27 de noviembre. "Si la OPEP no recorta su producción para
sostener los precios, ¿quién lo hará?", se pregunta Kevin Norrish, de
Barclays. "La OPEP ya no actúa como el productor de referencia del mercado
y la oferta de petróleo de Estados Unidos está llamada a ocupar ese lugar",
defienden los analistas de Goldman Sachs. Los altos precios del petróleo
hicieron posible la explotación de pozos que exigían técnicas costosas, como la
usada en aguas profundas o la fractura hidráulica (fracking). Gracias a eso,
Estados Unidos pudo aumentar su producción de petróleo a un ritmo anual de
entre 1,2 y 1,4 millones de barriles diarios desde 2011, lo que le permitió
avanzar mucho hacia la autosuficiencia energética y convertirse en el productor
bisagra, aquel que dicta el rumbo del mercado. De esta forma, los productores
de fuera de la OPEP, con Estados Unidos a la cabeza, han sido capaces de cubrir
el aumento de la demanda global, lo que ha diluido considerablemente la
influencia de la OPEP, entre cuyos miembros se encuentran Arabia Saudita, Irán,
Venezuela y Argelia. "No hay precedentes históricos de que un país pueda
mantener durante tanto tiempo semejantes aumentos de producción. Eso cambió por
completo el mercado", explica Antonio Merino, director de la Secretaría
Técnica de Repsol y uno de los mayores expertos del mercado energético.
"Lo que ahora se está tanteando es el nivel de precios al que Estados
Unidos puede mantener no ya la producción petrolera, que ronda los 5,5 millones
de barriles diarios, sino los aumentos de oferta de estos últimos años. Yo creo
que ese nivel está más cerca de los 85 o 95 dólares por barril que de los 70
dólares", explica. Hay otros
factores que presionan a la baja los precios. Libia, con una producción
inexistente en septiembre de 2012, logra colocar actualmente en el mercado
entre 800.000 y 900.000 barriles diarios. La toma de varios pozos petroleros en
Irak a manos de los jihadistas de Estado Islámico no supuso una interrupción de
la producción, de unos tres millones de barriles diarios. Irán anunció su
intención de aumentar su oferta hasta los cuatro millones de barriles en marzo
de 2015 si logra un acuerdo para eliminar las sanciones internacionales. Todo
ello en medio de un fuerte frenazo de la demanda global, que llevó a la Agencia
Internacional de la Energía a recortar en septiembre sus previsiones de
incremento del consumo en un 25%, coincidiendo con la alerta lanzada por el
Fondo Monetario Internacional sobre el riesgo de una tercera recesión en
Europa. El nerviosismo del mercado no se hizo esperar.
Del editor: qué significa. Cuestionado por donde sea, el
fracking se convirtió en el arma que permitió a EE.UU. empezar a recuperar el
poder que se perdió con las guerras y la crisis. Tomado de nación de ar
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