miércoles, 1 de julio de 2015

ESCUELAS DE CIUDAD DE BUENOS AIRES , AGENTES DE CAMBIO EN TEMAS AMBIENTALES

 Las escuelas porteñas, grandes agentes del cambio Los chicos de las más de 2500 escuelas públicas y privadas que hay en la ciudad de Buenos Aires separan hoy sus residuos. Hace cinco años que los colegios empezaron a colocar tachos verdes y tachos negros, y a enseñarles a los alumnos a distinguir entre el material que puede ser reciclable y los residuos que deben ser tratados como basura

Desde que comenzó a implementarse el Programa Escuelas Verdes, del Ministerio de Educación porteño, se lograron recuperar 910 toneladas de material reciclable como papel, cartón, plástico, metal y vidrio. Fueron más de 588.000 alumnos de nivel inicial, primario, secundario y adultos, y 5300 supervisores, directivos, docentes y auxiliares. No es la cantidad lo que más importa, sino que los chicos son los que mejor entienden la necesidad de cambiar las costumbres y reciclar. Ellos son agentes del cambio y grandes difusores de los hábitos que buscan cuidar el ambiente, según explicó Ángeles Gómez Pizarro, responsable de Comunicación del programa. Lo que aprenden en el colegio lo llevan a su casa, y así el mensaje va llegando a cada vez más gente. "De a poco los chicos se fueron entusiasmando con la idea de separar los residuos. Los que mejor separan son las escuelas de nivel inicial, los más chicos, que son muy receptivos", dijo María Urioste, coordinadora del área de Gestión de Residuos del Programa Escuelas Verdes. Este proyecto comenzó en 2010 y busca promover el desarrollo sustentable, el consumo responsable y el principio de las tres R (reducción, reutilización y reciclaje) a través de la educación. "Al principio era difícil porque había que cambiar la logística de limpieza que tenía cada escuela y crear un nuevo circuito para los materiales reciclables. A veces la separación no estaba bien hecha y se terminaba contaminado el material que se podía recuperar", agregó Urioste. Por eso fue indispensable capacitar a los alumnos, a los docentes y a los auxiliares para mostrarles cómo debían separar correctamente los materiales recuperables del resto de la basura. Además, se entregaron cestos verdes y negros para las aulas y los espacios comunes, y contenedores más grandes para juntar el material de toda la escuela. La capacitación fue avanzando hacia toda la comunidad educativa: supervisores, directivos, docentes y auxiliares. También se decidió nombrar a un referente ambiental, que en la mayoría de los casos pertenece al cuerpo docente y es quien hace de nexo entre el Programa Escuelas Verdes y la escuela. En estos años, según Ángeles Gómez Pizarro, se entregaron más de 84.000 cestos verdes y negros (para disponer el material reciclable y la basura, respectivamente) y más de 4000 contenedores donde se disponen los residuos separados. PEQUEÑOS AGENTES DE CAMBIO El mensaje del programa no se agota con la separación de residuos, sino que va mucho más allá: realizan visitas guiadas a CEAMSE, promueven las huertas ecológicas, organizan concursos entre los alumnos, hablan sobre la eficiencia energética o asisten a talleres de reutilización, como la realización de murales en relieve a partir de deshechos. "Los niños son muy buenos receptores de las temáticas ambientales. Consideramos a los alumnos como agentes de cambio capaces de llevar a sus hogares los conocimientos adquiridos sobre el cuidado ambiental y ponerlos en práctica junto a sus familias, generando un cambio cultural", aseguró Carlos Gentile, responsable del Programa Escuelas Verdes. Los residuos se recolectan de manera diferenciada y, como en el resto de la ciudad, los materiales reciclables se entregan a las Cooperativas de Recuperadores Urbanos. Ellos se encargan de clasificarlos y acopiarlos para después venderlos a las industrias del reciclado, que a su vez los reutilizan como insumos para fabricar nuevos productos. CONCURSO SUMÁ VERDE Para incentivar a los más grandes, hace dos años se lanzó el concurso Sumá Verde, destinado a alumnos de 4º año del secundario. Los alumnos separan botellas PET, las llevan a los Puntos Verdes ubicados en parques y plazas de la ciudad y participan por un viaje de estudios a las Cataratas del Iguazú, al Palmar de Colón y por muchísimos otros premios individuales. Este año, solamente durante el primer mes de concurso, ya lograron recuperar 35 toneladas de envases PET. TOMADO DE LA NACION DE AR 

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