Por José Adán Silva Canal interoceánico de Nicaragua,
pesadilla para ambientalistas
Centenares de campesinos llegaron a Managua desde la costa
caribeña del sur de Nicaragua, el 27 de octubre, para participar en la 55
protesta en el país contra la construcción del canal interoceánico, que
desplazaría a miles de familias rurales. Crédito: Carlos Herrera/IPS
MANAGUA, 31 oct 2015 (IPS) – Los profundos temores de la
comunidad científica nacional e internacional sobre los daños a la naturaleza
por la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, resurgieron con
fuerza al difundirse un estudio que revela que la gigantesca obra representa
graves amenazas ambientales.
El informe “Canal de Nicaragua. Estudio de Impacto ambiental
y Social. Resumen Ejecutivo” lo realizó la empresa británica Environmental
Resources Management (ERM) a solicitud de Hong Kong Nicaragua Canal Development
(KDN Group), la concesionaria china responsable del proyecto.
El resumen ejecutivo tiene 113 páginas y compendia una
investigación cuyo contenido y volumen es desconocido porque ni el gobierno, ni
ERM y HKND difundieron integralmente el Estudio de Impacto Ambiental y Social.
En el documento, ERM asegura que el megaproyecto podría ser
beneficioso para el país, siempre que en su concepción, construcción y
operación se incorporen las mejores prácticas internacionales en materia
ambiental, económica y social, para lo que hace variados requerimientos.
Pero devela precisos riesgos y amenazas al ambiente de este
país centroamericano de 6.1 millones de habitantes y 129.429 kilómetros
cuadrados, al que la obra partiría horizontalmente en dos y atravesaría el lago
Cocibolca, también conocido como el Gran Lago de Nicaragua, el segundo mayor
cuerpo de agua dulce de América Latina con 8.624 kilómetros cuadrados.
Salvador Montenegro, exdirector ejecutivo del Centro para la
Investigaciones en Recursos Acuáticos de la estatal Universidad Nacional
Autónoma de Nicaragua, destaca que el resumen del estudio sugiere estudios
adicionales en el lago Cocibolca, para evaluar los riesgos al medioambiente y
recomendar acciones para mitigarlos.
“Son observaciones que yo he venido realizando y nunca
fueron tomadas en cuenta, al contrario, me acusaron de traidor al gobierno y de
estar en oposición, cuando lo único que hacía era tratar de preservar la salud
del lago Cocibolca”, dijo Montenegro a IPS.
El científico nicaragüense fue despedido del cargo en la
universidad por alegadas presiones del gobierno del izquierdista presidente
Daniel Ortega, en el poder desde 2007 y quien respalda el proyecto del canal,
impulsado por la agencia progubernamental de inversiones que encabeza su hijo
Laureano Ortega.
Ahora, Montenegro integra el conglomerado de científicos,
académicos, ambientalistas y activistas de la sociedad civil aglutinados en el
Grupo Cocibolca, abiertamente opositor al proyecto canalero.
Canal interoceánico de Nicaragua, pesadilla para
ambientalistas
Parte de la isla de Ometepe, dentro del lago Cocibolca, en
el occidente de Nicaragua. Científicos, ambientalistas, opositores políticos,
académicos, organizaciones sociales y afectados se han unido en contra de la
construcción del canal interoceánico y en defensa del lago, que quedaría
dividido por la obra. Crédito: Karin Paladino/IPS
Parte de la isla de Ometepe, dentro del lago Cocibolca, en
el occidente de Nicaragua. Científicos, ambientalistas, opositores políticos,
académicos, organizaciones sociales y afectados se han unido en contra de la
construcción del canal interoceánico y en defensa del lago, que quedaría
dividido por la obra. Crédito: Karin Paladino/IPS
Mónica López, activista del grupo, reseñó para IPS los
principales hallazgos dentro del estudio de ERM que, a su criterio, evidencian
que la obra abriría las puertas a una catástrofe ambiental sin precedentes en
América Latina.
Según López, ERM concluye que ni HKND ni el gobierno tienen
la experiencia y capacidad para ejecutar un proyecto de la magnitud planteada.
Por ello recomienda el respaldo de instituciones como el
Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, para evitar daños en
áreas sensibles como el Corredor Biológico Mesoamericano, la Reserva Indio
Maíz, el río San Juan, el Cocibolca y reservas periféricas.
“El estudio dice que en situaciones normales, estas áreas
usualmente serían consideradas intocables por su fragilidad social y
ecológica”, observó López.
ERM sostiene que si no se realizan nuevos análisisy se
aplican medidas de protección y mitigación “es probable que los impactos sean
significativamente peores”.
Por ello recomendó estudios para medir los riesgos del canal
por actividades sísmicas; otro para medir el impacto en el lago del dragado y
las amenazas de la introducción de salinidad al agua dulce lacustre, así como
otros sobre el riesgo de que el canal reduzca el flujo del lago al río San
Juan.
También concluye que “sin acciones enérgicas y continuas de
HKND y el gobierno” ni siquiera la Ruta Cuatro —la seleccionada y única considerada
viable— tendría un impacto neto positivo para el ambiente que justificaría su
construcción.
Con base en el resumen de ERM y en las consideraciones de
científicos y expertos locales e internacionales, el Grupo Cocibolca envió una
carta al presidente el 26 de octubre, solicitando la derogación de la ley que
dio vida al proyecto canalero.
Ortega no ha respondido, pero HKND, a través de sus
funcionarios fuera de Nicaragua, anunció la continuación de investigaciones
para echar a andar el proyecto, con un costo previsto de 50.000 millones de
dólares, la obra de mayor envergadura a nivel mundial en los últimos años.
El asesor jefe del proyecto de HKND, Bill Wild, dijo a
medios locales que la empresa realizó “algunas optimizaciones con mayor costo
para el proyecto, (para) evitar (y) reducir impactos ambientales y sociales, y
minimizar los riesgos”.
Según Wild, los estudios iniciado en 2013 continuarán hasta
2016 y se complementarán con adicionales investigaciones topográficas e
hidrológicas, encargados a la empresa australiana CSA Global.
Canal interoceánico de Nicaragua, pesadilla para
ambientalistas
Mapa del sur de Nicaragua con las seis rutas que se
proyectaron para el trazado del bidireccional canal interoceánico. La
seleccionada, en verde, fue la cuarta. Crédito: ERM
Mapa del sur de Nicaragua con las seis rutas que se
proyectaron para el trazado del bidireccional canal interoceánico. La
seleccionada, en verde, fue la cuarta. Crédito: ERM
El vicepresidente ejecutivo de HKND Group, Kwok Wai Pang,
afirmó al periódico El Nuevo Diario que después de conocer el estudio de ERM
“se realizarán más investigaciones a profundidad en la ruta”.
“Durante el estudio de factibilidad llevamos a cabo estudios
topográficos, geológicos, hidrológicos y arqueológicos y colectamos un volumen
alto de información sísmica, niveles de agua, intrusión salina, entre otros,
para elaborar un diseño conceptual”, aseguró.
También Telémaco Talavera, portavoz de la presidencial
Comisión del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, minimizó las observaciones
de ERM y de ambientalistas.
En diálogo con IPS y otros tres periodistas, se mostró
confiado en la capacidad de HKND para “resolver con gran sabiduría cualquier
inconveniente que surja, y que son normales en este tipo de proyectos de gran
envergadura”.
Más problemas que los
ambientales
Pero pese al optimismo del gobierno y HKDN sobre el
proyecto, otros factores ajenos al tema ambiental ensombrecen sus perspectivas.
Por un lado, medios especializados aseguraron en septiembre
que con la actual crisis financiera en China, el magnate detrás de HKND, Wang
Jing, había perdido hasta 84 por ciento de su fortuna, calculada antes en más
de 10.000 millones de dólares y reducida ahora a aproximadamente 1.200 millones
de dólares.
Por otro, la creciente resistencia de los campesinos
asentados en la ruta trazada del proyecto ha dañado el clima internacional para
los negocios del grupo, según la activista López.
En el país se han realizado 55 marchas en contra del
proyecto. La última convocó, el 27 de octubre en Managua, a campesinos
afectados llegados de diferentes partes del país, junto con otros
manifestantes, y tuvo gran repercusión en los medios internacionales por los
enfrentamientos violentos entre quienes apoyan y rechazan el megaproyecto.
ERM destaca en su documento que el rechazo social afecta la
viabilidad del proyecto.
“El proceso de expropiación de tierra y reubicación
involuntaria no cumple con las normas internacionales. El proyecto está en
riesgo de perder su licencia social para operar y puede poner en peligro su
viabilidad si no se respetan las normas internacionales”, advierte el resumen.
Hasta ahora, el gobierno dio el aval a HKND para la
expropiación de 2.909 kilómetros cuadrados de tierras sobre la ruta.
La ley del canal se aprobó en 2013, pero fue oficialmente en
diciembre del 2014 que arrancó el proyecto, con obras menores en la zona sur
del océano Pacífico.
La obra acuática unirá los océanos Atlántico y Pacífico con
una ruta de 276 kilómetros de longitud, 105 de los cuales atravesarán el
Cocibolca.
HKDN proyectó que la construcción llevaría cinco años a
partir de 2013 y estimó que en 2019 el canal entraría en operación, pero ERM
proyecta que la infraestructura no estaría lista en ese plazo. Editado por
Estrella Gutiérrez enviado en red prensa ambiental Nota: hay que ver también que interese hay
desde los dueños del canal de panamá para incentivar grupos ambientalistas
contra este nuevo canal
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