Vive sin humo
Esta adicción deja cada año más de 600 000 personas
fallecidas sin ser fumadores activos
Autor: Lisandra Fariñas Acosta |
Aproximadamente cada una hora mueren dos personas en nuestro país debido a
enfermedades atribuibles al consumo del tabaco. Esta estadística, que arrojan
las investigaciones más actualizadas, es escalofriante, y lo peor, cotidiana;
en un contexto donde las enfermedades crónicas no transmisibles se han colocado
como las primeras causas de muerte, y en las cuales fumar es uno de los mayores
factores de riesgo.
La Organización Mundial de la Salud ha tipificado el acto de
fumar como una adicción: síndrome de dependencia tabáquica en la clasificación
internacional de enfermedades. “Los cigarrillos y otras formas del uso del
tabaco son adictivos. Los patrones del uso del tabaco son regulares y
compulsivos y ocurre el síndrome de retiro que acompaña normalmente a la
abstinencia. El proceso farmacológico y de actitud que determina la adicción al
tabaco es similar a aquellos que determinan la adicción a las drogas como la
heroína y la cocaína”.
Lo curioso es que aunque están demostrados científicamente
los numerosos daños que produce a la salud tanto esta adicción, como la
exposición al aire contaminado por el humo de tabaco, cada año más de 600 000
personas pierden la vida por esta causa sin ser fumadores activos, es decir que
mueren por respirar humo ajeno. Y la paradoja radica en que es justamente el
consumo de tabaco la principal causa prevenible de defunción en todo el mundo.
Expertos de la Unidad Nacional de Promoción de Salud y
Prevención de Enfermedades alertan que la exposición por corto tiempo al humo
de tabaco tiene un efecto cuantificable en el corazón de los no fumadores, en
tanto 30 minutos de exposición son suficientes para reducir el flujo sanguíneo
del corazón.
Los estudios han demostrado que una hora expuesto al aire
contaminado por tabaco, equivale a fumarse tres cigarrillos; y que los no
fumadores que están expuestos al humo de tabaco en el hogar tienen un 25 % más
de probabilidades de sufrir una cardiopatía. Asimismo, las investigaciones
realizadas muestran que esta exposición incrementa hasta en un 300 % las
posibilidades de que un menor padezca de neumonía y en un 35 % la de
desarrollar asma.
Si bien la prevalencia global del tabaquismo en nuestro país
ha disminuido, en determinados grupos de edad como los adolescentes ha
aumentado el consumo de tabaco, de acuerdo con los resultados de la encuesta
nacional de tabaquismo en jóvenes, entre 13 y 15 años de edad, realizada en el
año 2010.
Entre las razones planteadas los jóvenes dijeron que fumar
hacía que lucieran más atractivos, más de un 60 % de los encuestados piensan
que fumar los hace perder peso y un 93 % cree que es dañino para la salud.
Más de la mitad de los integrantes de las familias cubanas
están expuestos al humo del cigarro. Las estadísticas muestran que el 54 % de
las familias cubanas, el 65 % de los niños, el 51 % de las embarazadas y el 60
% de los adolescentes están expuestos a este agente contaminante.
Es esencial entonces el papel que debe desempeñar la familia
dentro del hogar, donde los más afectados son los niños. En los infantes los
daños a la salud se acrecientan, dado que las sustancias tóxicas que inhalan se
mantienen mayor tiempo en su organismo, según el criterio de varios
especialistas.
El 15% de la mortalidad en el país se produce por el tabaquismo,
lo que equivale a 13 300 personas cada año, mientras alrededor de 1 500 mueren
en ese periodo por exposición al humo de tabaco ajeno. Evitar el aire
contaminado por humo de tabaco es un derecho, pues no se trata de una mera
molestia sino un grave riesgo para la salud.
La prohibición a fumar no cuestiona el derecho a consumir un
producto legal como es el tabaco, sino que hace valer el derecho de los no
fumadores a respirar aire limpio y puro; y en ese sentido existen medidas y
leyes muy precisas que exigen el respeto a los no fumadores en los lugares
públicos y en los centros de trabajo. Es deber de todos ayudar a cumplirlas,
pues el único modo de acabar con el tabaquismo pasivo es ser plenamente
conscientes del daño que nos ocasiona. TOMADO DE LA GRANMA DE CUBA
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