El basurero municipal está en vías de volver a ser un
“relleno sanitario”
Las ochocientas
toneladas diarias de basura que recibe el vertedero municipal, sumado a una
maquinaria casi inexistente y una gestión --por esa misma razón-- que puso en
duda la viabilidad del basurero, estarían en vísperas de volver a conformar un
“relleno sanitario”, según dijo a EL TELEGRAFO la arquitecta Fabiana
Bartesaghi, responsable en la Intendencia de la disposición de los residuos
ciudadanos en el predio ubicado a unos 8 kilómetros al sur de la ciudad, en el
camino a Casa Blanca.
“Está bastante embromado, por lo que estamos planificando
una serie de metas a corto, mediano y largo plazo”, dijo la arquitecta,
adelantando que “lo primero que tenemos para este año es la nueva playa de
descarga, que daría un mejor espacio para la colocación de la basura,
volcándola de diferente manera que la tradicional”. Eso sería apenas pasando la
entrada al predio, unos 200 metros al oeste y sin que haya necesidad de que
--como ahora-- los camiones deban internarse en el vertedero.
Son 80.000 kilos diarios de basura solamente de la ciudad de
Paysandú, a los que se suma los desperdicios de las industrias como AmBev,
ALUR, Azucitrus y Paycueros, que “el mes pasado llevaron 450 toneladas de
desechos orgánicos e inorgánicos, pero ellos pagan por ese servicio”.
EN REPARACIÓN
En el vertedero municipal hay ocho funcionarios y “están
trabajando de forma impresionante, porque cubren las 24 horas del día haciendo
hasta de sereno, porque la empresa de seguridad que trabajaba no renovó
contrato. La idea es ampliar la cantidad de funcionarios para poder trabajar
mejor, ya que ahora tenemos cuatro maquinistas, administrativos y auxiliar de
limpieza, y pensamos aumentar un poco para no recargar a los que están”.
Los mecánicos son funcionarios de talleres de la Intendencia
y “ahora están trabajando allí con una de las máquinas --un bulldozer-- al que
le están cambiando la cinta y tenemos otro que se está reparando en el taller
municipal”. En cuanto a la maquinaria, afirmó: “ya hablamos con el FDI para
comprar un bulldozer nuevo, que se haría como una ampliación dentro del Girsu,
que es la Gestión Integral de Residuos que se financió con el FDI. Eso sería
para el año que viene”, anunció. Mientras tanto, “Vialidad nos dará apoyo con
una retroexcavadora y una pala mecánica; ahora tenemos una retro alquilada que
está haciendo el movimiento de suelos para la playa de estacionamiento. Con el
equipo que trabajó hasta la semana pasada se sacaba la tierra dejando el hueco
para la basura y para colocar la tierra arriba”.
En cuanto al lugar destinado a las pilas (baterías para
equipos portátiles), que son un elemento que contamina en alto grado, sostuvo:
“eso se reubicará en un nuevo lugar, porque en el lugar donde se estaban
colocando ahora está complicado por la misma basura”.
LLEGAR A LA CANTERA DE VIALIDAD
Las varias obras en ejecución y previstas se financian en el
marco de las obras comprometidas por la IDP con el Fondo de Desarrollo del
Interior (FDI), complementado por el sistema de recolección por volquetas
instaurado en la pasada administración, así como el punto de clasificación en
el barrio Curupí y los camiones compactadores.
Ahora, el trabajo se realiza en el mismo vertedero y “lo
está haciendo una empresa que contratamos, que generará una playa de
aproximadamente 30 metros por 30 metros frente a una barranca natural, que
estará pronta antes de fin de año. El camión estacionará marcha atrás y volcará
la basura, mientras que abajo un bulldozer lo empujará para ser distribuido en
el terreno. Luego se va prensando y tapando con tierra, que es lo que debe
hacerse en un relleno sanitario. Finalmente, tras poner capa sobre capa, el
relleno sanitario vuelve a convertirse en un campo”, explicó, haciendo mención
a que “como ya está la pileta de decantación, ahora hay que generar las
columnas de ventilación y empezar a trabajarlo bien. Y lo que está hoy,
cerrarlo cuando corresponda, para que quede un campo con tierra y pasto”.
Luego de la visita la semana pasada de Marisol Mayo, una
funcionaria de planificación de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, se
analizó la situación y el posible crecimiento del futuro relleno sanitario
hacia el oeste y “la idea es ampliar hasta la cantera de Vialidad, que es de un
área similar a la que tiene hoy el relleno. Ya se hicieron los análisis
geológicos de la cantera y trabajó el agrimensor, por lo que ya está autorizado
por la Dinama. Ahora tenemos que presentar el proyecto para terminar el trámite
de autorización como relleno sanitario”. “Estamos trabajando para que este
proyecto resulte como relleno sanitario y aspiramos que sea para la región,
porque también estamos estudiando la posibilidad de generar algunos ejes
lineales de recolección de residuos hacia el norte en Quebracho y hacia el este
en Guichón”. Además, “el basurero de Piedras Coloradas hay que cerrarlo, ya lo
hablamos con Dinama, y llevarlo a Guichón, donde hay un vertedero que tiene
pileta de decantación, por lo que podemos transformarlo en relleno sanitario, y
los residuos de la ruta 90 irían hacia Guichón”.
En el caso de Quebracho, “la idea es construir ahí, porque
atendería Termas de Guaviyú y Chapicuy, y las localidades más cercanas a
Paysandú sí traerlas a la ciudad.
ALUMBRADO PERIMETRAL
Otra de las novedades es que se está haciendo el trabajo
para la instalación de un sistema de alumbrado que prácticamente rodeará el
predio, brindando mayor seguridad. “Como no había alumbrado adecuado, hicimos
una licitación y ya está trabajando la empresa, que hizo la zanja y colocará
las columnas para las luminarias que cubrirán el perímetro por el frente y
ambos laterales, así como en el centro del predio”. Indicó que la obra “dura
unos dos meses”, por lo que para 2016 ya estarían prontas estas dos obras: la
playa de descarga y el alumbrado perimetral”. El proyecto ya estaba previsto
desde la administración pasada y “nosotros hicimos la licitación ahora, que se
adjudicó y se está ejecutando”.
Al frente del vertedero, sobre el camino a Casa Blanca y
también financiado como parte del proyecto del FDI, la empresa Nolla y Nolla
“construyó un centro de clasificación que, en un trabajo en conjunto con el
Ministerio de Desarrollo (Mides), busca que los hurgadores que están en el
relleno tengan un lugar para la clasificación y el procesamiento de lo que van
recolectando”. Si bien los camiones descargarán en lo que se planifica como
relleno sanitario, “desde la Intendencia les vamos a dar apoyo y con la gente
de la Unidad de Gestión Ambiental estamos haciendo reuniones todas las semanas
con ellos para ver cómo van a clasificar, se les instalará una prensa y habrá
un vehículo para transportar los bolsones hacia el centro de clasificación”.
Paralelamente, se está trabajando también con los hurgadores para crear una
cooperativa de trabajo, “similar a la del Curupí, integrada por los que quieran
participar de este sistema. Las reuniones se hacen los jueves con los que están
en el predio, pero seguramente no van a ser todos”.
ASENTAMIENTO AL SUR
Unos 300 metros al sur del vertedero hay un monte natural
--que fue oportunamente mostrado por EL TELEGRAFO hace un tiempo--, donde se
ubica un asentamiento con 24 familias, según el censo, “aunque no todos viven
del relleno, sí la gran mayoría. Por eso queremos transformarlos en una
cooperativa que sea sustentable y que el reciclaje les genere un dinero para
que puedan mejorar su forma de vida”. Los terrenos ocupados por el asentamiento
“son espacios públicos, es tierra fiscal, pero no tenemos claro si pertenecen a
la Intendencia. La idea es relocalizar a esa gente después de transformarlos y
que generen un ingreso sustentable.” TOMADO DE EL TELGRAFO DE URUGUAY, NOTA: lo único
sustentable en el tema basura es el reciclado
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