Posicionamiento político de organizaciones
sociales de
América
Latina y el Caribe hacia la COP 21
Los
abajo firmantes, organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el
Caribe:
CONSIDERAMOS
Que la
crisis actual no se trata únicamente del calentamiento global. Es también una
crisis socioeconómica, política, alimentaria, energética y ecológica. En suma,
una crisis sistémica cuyas afectaciones son visibles a nivel global. Esta
crisis tiene origen en el sistema capitalista que a su vez se sustenta en un
modelo de producción y consumo extractivista, depredador de los bienes comunes
y de la fuerza de trabajo, creado en función de favorecer los intereses de las
grandes corporaciones transnacionales.
Entre
los efectos de la crisis vemos el incremento de la discriminación y la
violencia en especial contra las mujeres, las migraciones forzosas, la pérdida
de soberanía sobre el patrimonio natural y la imposibilidad de seguir
existiendo como comunidades originarias y de vivir en armonía con la Madre
Tierra.
Si
bien los impactos de la crisis climática son evidentes a nivel global, es en el
Sur global donde esas consecuencias se están manifestando de forma aguda por
medio de los eventos climáticos extremos, deslaves, deshielos, inundaciones,
sequías, entre otras manifestaciones.
Para
hacer frente a esta crisis creemos que es necesario un cambio de sistema, que
modifique radicalmente nuestros patrones de producción y consumo, y que tenga
como objetivo la protección del medio ambiente como forma de hacer posible la
sustentabilidad de la vida.
DENUNCIAMOS
Y RECHAZAMOS
1.
Que el proceso multilateral de las negociaciones del clima, en el ámbito de la
Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), ha
conducido cada vez más a la privatización, mercantilización y financiarización
de la naturaleza y los bienes comunes, desatendiendo las verdaderas causas
estructurales del cambio climático. Asimismo, en las tratativas los estados
desarrollados han logrado salirse de sus obligaciones y responsabilidades
históricas por la crisis del clima. Actualmente se cuenta con una negociación
basada en promesas de reducción de emisiones y que implicaría a todos los
estados miembros de la Convención.
2. La
captura corporativa de la Convención del Clima, que debe ser combatida
urgentemente como forma también de proteger el multilateralismo. Somos
defensores de ese multilateralismo, crucial para que todos los países puedan
participar en las negociaciones y que así los estados en desarrollo puedan
reivindicar sus posiciones. No obstante, es necesario seguir alertando de la captura
corporativa de la CMNUCC y luchar para erradicarla.
3. La
aceleración de los procesos de privatización, mercantilización y
financiarización de la naturaleza como parte de las estrategias utilizadas por
las corporaciones, basados en los principios de la economía verde, que no son
otra cosa que falsas soluciones a la crisis climática. Esas falsas soluciones a
su vez intensifican el acaparamiento de tierras y territorios y profundizan la
violación de derechos de las comunidades locales. Así lo hemos reafirmado en la
Conferencia Latinoamericana sobre Financiarización de la Naturaleza que
realizamos en agosto de este año en Belém do Pará, Brasil, muchas de las
organizaciones y movimientos sociales abajo firmantes.
4.
Las falsas soluciones, que están siendo promovidas y profundizadas para el
posible Acuerdo de París. Algunas de ellas son: los mercados de carbono,
proyectos de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los
bosques (REDD), transgénicos, agrocombustibles, megaproyectos hidroeléctricos,
centrales nucleares, fractura hidráulica (“fracking”), agricultura
climáticamente inteligente, manipulación en gran escala de los sistemas de La
Tierra (Geoingeniería), Economía de los Ecosistemas y de la Biodiversidad
(TEEB).
5. A
las grandes empresas, instituciones financieras internacionales, agencias de
desarrollo, entre otros actores que, en complicidad con muchos gobiernos,
promueven los marcos institucionales para avanzar aún más en la
mercantilización y despojo de nuestros territorios. De esa forma se otorgan
nuevos derechos a las grandes corporaciones transnacionales por encima
inclusive de la soberanía de nuestros pueblos. Esta arquitectura de la
impunidad se expresa en los Tratados de Libre Comercio (TLC), Tratados
Bilaterales de Inversiones (TBI), el Acuerdo Transpacífico (TPP), el Acuerdo
sobre el Comercio de Servicios (TISA), la Asociación Transatlántica de Comercio
e Inversión (TTIP) y todos aquellos que atentan contra la soberanía y
autodeterminación de los pueblos. Respaldamos el proceso de negociación en el
marco del “Grupo de Trabajo intergubernamental de composición abierta sobre las
empresas transnacionales y otras empresas con respecto a los derechos humanos”,
creado por el Consejo de Derechos Humanos de ONU para instaurar un tratado
legal que obligue a las corporaciones transnacionales a respetar los derechos
humanos. Seguiremos vigilantes y activos en las negociaciones de ese Grupo de
Trabajo.
6. El
modelo de dominación y opresión que sustenta la deuda, que a través del pago de
los servicios de la deuda externa e interna, continúa desviando los ya de por
si limitados recursos existentes para la inversión social. Los recursos
desviados podrían utilizarse para hacer frente a las consecuencias que el
cambio climático tiene en la vida de nuestros pueblos. Hablamos de una deuda
económica, pero también climática, social, ecológica.
DEMANDAMOS
En el
camino para la construcción de soluciones reales a la crisis, es urgente:
1.
Que los países desarrollados se comprometan a reducciones de emisiones
drásticas en base a su responsabilidad histórica y capacidades respectivas, a
transferencia de fondos para adaptación y mitigación del cambio climático en el
Sur global y a transferencia de tecnologías.
2.
Poner fin a los procesos de persecución, desaparición, torturas y asesinatos de
luchadores sociales y defensores de los derechos de los pueblos y de la Madre
Tierra, ordenados por corporaciones en América Latina y diversas partes del
mundo. Además, parar con la represión y criminalización de la protesta social
de parte de numerosos gobiernos.
3. La
incorporación y reconocimiento de alternativas para el Buen Vivir, la
sustentabilidad de la vida, la defensa de los bienes comunes y la Madre Tierra.
En este sentido, reivindicamos las formas de vida de los pueblos indígenas y
campesinos, y su cosmovisión en absoluta armonía con la naturaleza, basados en
principios de justicia ambiental, social y climática.
4.
Que se promueva la libre determinación territorial y el autogobierno, la soberanía
alimentaria, un cambio global de la matriz de energía que lleve a la transición
de los combustibles fósiles y de lugar a la soberanía energética, la economía
solidaria y feminista, el manejo comunitario de los bosques y territorios y del
agua. Esto hace parte del paquete de soluciones reales que consideramos
urgentes para hacer frente a la crisis sistémica.
5. El
cambio de sistema debe implicar una transición justa, a ser construida con los
trabajadores y trabajadoras y el conjunto de la sociedad. Esta transición pasa
además por asegurar el empleo decente, la libertad de organización, la garantía
de derechos fundamentales como la negociación colectiva, la huelga, el acceso a
la salud, el diálogo social, mecanismos que aseguren la recalificación profesional.
Pasa también por el establecimiento de una amplia red de seguridad y protección
social, entendida como un derecho humano, además de políticas públicas que
garanticen formas de trabajo dignas.
6. En
ese sentido, reivindicamos la Plataforma de Desarrollo de las Américas (PLADA)
desarrollada por la Confederación de Sindicatos de Trabajadores y Trabajadoras
de las América (CSA), que contiene entre otras cosas el marco y el camino de la
transición justa que demandamos.
7.
Estas ideas presuponen también la ampliación del concepto de trabajo, el
reconocimiento del trabajo de las mujeres y el equilibrio entre la producción y
reproducción, para que esta última no sea una atribución exclusiva de las mujeres.
DESDE
AMÉRICA LATINA NOS SUMAMOS A LAS MOVILIZACIONES
Estamos
respaldando el proceso de trabajo e impulso a las manifestaciones de la
Coalición Francesa, que aglutina a diversas agrupaciones sociales y organiza
las actividades para que nosotros y nosotras, como pueblos del mundo,
coloquemos nuestras denuncias y demandas en París, y al mismo tiempo en
numerosas partes del planeta.
Lo
hacemos desde el acumulado que hemos trazado en las luchas y proceso comunes,
en momentos como la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio
Climático y los Derechos de la Madre Tierra en Cochabamba (Abril 2010, y que
tuvo su segunda edición del 9 al 12 de octubre pasados), la Cumbre de los
Pueblos de Río+20 (Junio 2012), la Pre Cop Social de Isla Margarita (Noviembre
2014) y la Cumbre de los Pueblos de Lima (Diciembre 2014).
En
este camino que estamos transitando llamamos a fortalecer los lazos de
hermandad, solidaridad y acción, en procesos que apunten a la construcción de
sociedades y colectividades justas, equitativas, donde los derechos de los
pueblos y los de nuestra tierra se respeten.
Convocamos
a profundizar las resistencias locales, regionales y globales contra la
implementación de las falsas y peligrosas soluciones al cambio climático, al
tiempo que aumentar la promoción de las verdaderas soluciones que ya existen y
provienen de los pueblos.
Exhortamos
a mantener las movilizaciones y la denuncia activa del curso de las
negociaciones del clima, que favorece a las grandes corporaciones transnacionales
y gobiernos de los países desarrollados.
Finalmente,
llamamos a manifestarnos en todos los espacios y territorios para apoyar las
más de dos semanas de movilizaciones de París 2015 (del 28 de noviembre al 12
de diciembre). Entendemos que esa instancia será un momento importante de
convergencia con organizaciones y movimientos sociales de diversas regiones, en
un camino mucho más largo por la justicia climática, que nos debe aportar para
acumular fuerzas y seguir adelante en nuestras luchas comunes.
-noviembre
2015
FIRMANTES
INICIALES
Confederación
Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA)
Coordinadora
Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC - Vía Campesina)
Marcha
Mundial de las Mujeres (MMM)
Jubileo
Sur/Américas JS/A
Grupo Carta
de Belém
Amigos de
la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC)
Para
sumar la firma de su organización, envíe un mensaje a ese efecto a José
Elosegui de ATALC, a la dirección jelosegui@gmail.com
Desde ya agradecemos que puedan compartirlo con quienes
crean conveniente.
Descargar Posicionamiento AQUÍ
Ana Sandoval
Comunicaciones
JUBILEO SUR/AMERICAS (JS/A)
Secretaría Regional a/c INTIPACHAMAMA
Oficina regional: Bello Horizonte Iglesia Pío X,
1 c al sur, 1 c abajo, N-IV-103. Managua, Nicaragua
Telefax: (505) 22443537
Skype: Jubileo Sur Americas
Facebook: Jubileo Sur América
twitter:@jubileosur
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