La hidroeléctrica El Quimbo comenzó a construirse en 2008 y
entró en operaciones a mediados de 2015, gracias a un decreto expedido por el
Gobierno Nacional. FOTO colprensa La
hidroeléctrica El Quimbo comenzó a construirse en 2008 y entró en operaciones a
mediados de 2015, gracias a un decreto expedido por el Gobierno Nacional. En las 48 horas de operación que cumplió la hidroeléctrica
El Quimbo se ha presentado una preocupación por la calidad del agua que se está
vertiendo desde la represa hacia el embalse de Betania. Según los pescadores de
la zona, el agua no contiene el oxígeno suficiente y los peces se están
muriendo. La Asociación de Piscicultores del Huila, Asopishuila, calcula
pérdidas por 200.000 millones de pesos anuales si la calidad del agua no
mejora.
“La mortandad ha aumentado especialmente en la parte alta
del embalse, donde llega el agua de El Quimbo. Hemos notado que ha aumentado la
acidez del agua y los niveles de oxígeno también”, dijo Juan Manuel Gutiérrez,
representante de Asopishuila. Las 74 empresas que se dedican a la producción
piscícola en el embalse de Betania han reportado pérdidas del 70 por ciento.
La situación descrita por los pescadores difiere
radicalmente de la que ha reportado Emgesa, empresa operadora de la
hidroeléctrica. “Hasta el momento no ha habido mortandad de peces. Los
resultados de las mediciones que se vienen realizando por parte de Emgesa no
reflejan ninguna cifra o alerta que lleve a pensar que se puedan presentar
situaciones de mortandad o enfermedades en el Embalse de Betania”, dijeron
voceros de la compañía.
La posición de Emgesa está respaldada por el ministro de
Ambiente, Gabriel Vallejo. “La situación no corresponde a lo que se está
planteando, no hay una evidencia hoy real y concreta de que en Betania exista
mortandad de peces diferentes a los que históricamente en esta época suceden”,
dijo el funcionario.
Con oxígeno
Según Emgesa, los niveles de oxígeno del agua que está
ingresando a Betania están por encima de los 4 miligramos por litro, cifra
admisible por la legislación ambiental. En relación al PH del agua, la compañía
señaló que “se encuentra dentro de los valores estándares, entre 6 y 9, sin
cambio en los niveles”. Otra preocupación de los habitantes ha sido la emisión
de malos olores. La firma admite que existen pero “en niveles muy bajos. No
representan ninguna afectación para los habitantes de la zona”.
Los alcaldes de los municipios afectados por la
hidroeléctrica (Gigante, Garzón, Altamira, Paicol, El Agrado y Tesalia) se
reunieron con el ministro de Ambiente para analizar la descarga de agua que se
está presentando con la reapertura de El Quimbo. En el reporte de Emgesa del
lunes 11 de enero aparece que se recolectaron 23 peces muertos, equivalentes a
46 gramos. Este hallazgo, dice la compañía, no presenta mayor afectación: “Los
peces muertos corresponden a la especie sardina, con una longitud promedio
entre 2 y 9 centímetros”.
El profesor Santiago Duque, experto en recursos hídricos de
la Universidad Nacional, señala que el agua, saliendo de El Quimbo a una
velocidad de 40 metros cúbicos por segundo, “generará muchos problemas”. Sin
embargo, esto no quiere decir que el embalse de Betania se esté viendo afectado
necesariamente por el agua que sale de El Quimbo: “Betania tiene una capa
superior cálida que está sobre la capa profunda y fría. Cuando el río Magdalena
entra a Betania trata de encontrar su densidad, que está a 15 metros de
profundidad. Es decir que no afecta directamente las capas superiores. El brazo
de 15 kilómetros del río Magdalena es un hilo de agua en comparación con la
cantidad de metros cúbicos que tiene el embalse de Betania”
Entretanto, el gobernador del Huila, Carlos Julio González
Villa, prometió crear una auditoría pública para que “expertos y técnicos
realmente nos digan si se están cumpliendo las compensaciones sociales
ambientales y legales a las que el Huila tiene derecho”.
AUMENTARÁN NIVELES DEL RÍO
El director ejecutivo de Cormagdalena, capitán Luis Álvaro
Mendoza, señaló que con la reapertura de El Quimbo se presentará un aumento en
los niveles del río Magdalena. “Los cambios en el nivel del agua no son
inmediatos”, dijo. Según los cálculos de la entidad, en un lapso de cinco días
se comenzará a notar el cambio en los niveles del embalse. Si el Quimbo libera
100 metros cúbicos de
agua por segundo, el nivel del río aumentaría 26
centímetros, señaló el capitán.
SANTIAGO VALENZUELA Reportero. Creo, como Rainer Werner
Fassbinder , que “ lo que no podemos cambiar, debemos al menos describirlo”.
TOMADO DE EL COLOMBIANO
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