RECURSOS | Las represas de La Angostura y Corani se hallan
en niveles bajos debido a la falta de lluvias y a un mayor aprovechamiento de
sus afluentes
Lluvias no son suficientes para llenar las represas
Por Violeta Soria - Personas que aprovechan una de las
“islas” que se formó en La Angostura para pescar en época de veda. - Diego
Cartagena Periodista Invitado
Las dos principales represas de Cochabamba: La Angostura en
el valle alto y Corani en Colomi, están por debajo de los niveles esperados
para esta temporada. Los pobladores saben que si las precipitaciones no mejoran
habrá escasez.
La Angostura está en uno de sus niveles más críticos después
1994 y 1998, cuando su nivel bajó a 4,8 metros y 50 centímetros,
respectivamente.
El pasado 15 de diciembre las compuertas de la represa se
cerraron por el descenso significativo del caudal a 1,70 metros de los 7,5 de
su capacidad de embalse, informó el gerente de la Asociación de Usuarios del
Sistema Nacional de Riego de La Angostura, Manuel Rocha.
La Angostura, construida en 1945 con la cooperación de
México, se usa para regar 5.000 hectáreas en Cochabamba, Tiquipaya,
Colcapirhua, Quillacollo, Arbieto y Tolata.
Se estima que unos 5.300 agricultores dependen del agua de
riego de la represa para la producción de maíz y la cuenca lechera. El sector
está “preocupado” por la falta de agua en el embalse que incluso provocó la
aparición de “islas”. En caso de no tener lluvias recién se dispondrá del agua
que queda en la represa, alrededor de tres millones de metros cúbicos, en julio
y agosto de 2016 y no en febrero como se requiere.
El turismo y la gastronomía también se vieron afectados con
un descenso en sus ingresos de un 15 por ciento. Pues, la gente no va al lugar,
cuando ve que la laguna está seca. Para los lugareños e investigadores, otra
causa para que la represa tenga menos agua es el mayor uso de las fuentes y
ríos que alimentan el embalse.
Otra consecuencia será que el impacto recaerá en los
agricultores que recibirán “mayor presión para el cambio de uso de suelo”. Con
el tiempo, la falta de agua afectará la seguridad alimentaria y traerá la
pérdida de fuentes de trabajo.
En Corani, el nivel de agua de la represa está en 32,5 de 45
metros de profundidad. Su principal función es la generación de energía limpia,
pero también es la principal reserva de agua dulce de la región. “El nivel es
bajo (…) Este año hemos bajado”, señaló el aforador del embalse, Victoriano
López. Manifestó que a diferencia de 2014, en diciembre del 2015 llovió muy
poco.
La represa rebalsa cada febrero; sin embargo, ante la falta
de lluvias prevén que ello no ocurrirá. Uno de los pobladores, Vicente Nogales,
aseguró: “ahorita ya debía estar subiendo la laguna, porque es época de lluvia,
pero no”. Tomado de los tiempos de Bolivia
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