jueves, 7 de julio de 2016

RAZA BOVINA CHAROLAIS

RAZA BOVINA CHAROLAIS
Son animales portadores de una masa muscular muy desarrollada, con copiosa concentración de carne en los cuartos posteriores, precisamente donde se encuentran los cortes de mayor calidad y, por añadidura junto al lomo los de mejor cotización. El producto es reconocido mundialmente por su
renombre y bondades: terneza y sabor.
Por: Juan Carlos Giménez Ramírez La raza Charoláis recibe su nombre de la región de Charolles, (situada entre Centro Oeste y Sudoeste de Francia), de donde es originaria. Cabe decir que no existen precisiones sobre el ganado antecesor a este linaje; no obstante, la versión más difundida aduce que es consecuencia del cruzamiento del ganado Durham (emparentado con la Shorthorn) con autóctonos y mestizos con sangre inglesa. El ganado Charoláis presenta una buena capacidad de adaptación a diferentes condiciones de cría, resultando alta la ganancias de peso aún con forrajes bastos.
El ganado Charoláis es muy buen productor de carne. Son animales portadores de una masa muscular muy desarrollada, con copiosa concentración de carne en los cuartos posteriores, precisamente donde se encuentran los cortes de mayor calidad y, por añadidura junto al lomo los de mejor cotización. El producto es reconocido mundialmente por su renombre y bondades: terneza y sabor.
En tiempos remotos se los consideraba de uso múltiple, pero dado sus aptitudes se posicionó como
eminentemente carnicera.
Los animales son potentes, voluminosos, de cuerpo cilíndrico; los toros adultos promedian a la cruz 145 cm., en tanto el peso de estos oscila entre los 900 y 1.300 kg. Las vacas intermedian en 140 cm., pesando entre 600 y 850 kilos.
Los toros Charoláis son muy requeridos, considerados que transmiten a sus descendientes sus condiciones cárnicas.
Las vaquillonas reciben el primer servicio entre los 18 y 24. El intervalo entre partos es de 380 días promedio.
Los terneros nacen con alrededor de 40 kilos en las hembras y 45 en los machos. Genéticamente expresan una encomiable capacidad de crecimiento. Los novillos bien suplementados tienen un aumento de peso diario de 1,4 kg, con destacada conversión alimenticia.
Las hembras presentan buenas cualidades de cría. Son fértiles y proliferas, los partos de mellizos son bastante frecuentes. Evidencian producción de leche para la alimentación de los terneros. En materia reproductiva, en buen estado la tasa de preñez ronda el 80%, en cuanto a supervivencia 95%.
Su pelaje va del blanco al cremoso, los animales a campo adquieren un tinte blanco amarillento; el pelo es fino, suave y sedoso, normalmente corto en verano, se condensa y estira durante el invierno. Los machos exhiben pelo ondulado en el cuello y cara La piel medianamente gruesa, suave y elástica, cuenta con pigmentación apreciable, la que produce un apreciado cuero.
Cabeza relacionada con su tamaño. Frente espaciosa, plana o algo cóncava. Cabe decir que si bien la mayoría de los Charoláis son astados, con cuernos de color amarillento o blanco, cortos a medianos, hay también otra variedad mocha. La cabeza está relacionada con su tamaño; poseen frente ancha y corta, levemente hundida; finas orejas de tamaño mediano; boca amplia de labios gruesos y ollares dilatados morro ancho y labios gruesos, las membranas mucosas son de tonalidad rosada o carne; posee ojos grandes y salientes; morrillo corto y grueso en la parte superior del arranque del tórax;
papada mediana.
Pecho profundo y ancho; ancas separadas y musculadas; rabadilla curva, los músculos posteriores son bien desarrollados y con los muslos abiertos, forman un cuarto trasero muy ancho.
La cola es fina y con mínima cantidad de grasa cubriendo la base, el pelaje es sedoso. Las extremidades son de un ancho mediano con aplomo y simetría bien balanceados, mostrando limpiamente la estructura ósea, con erguida postura y firmes pezuñas de color amarillo claro.
La raza Charoláis tiene fuerte presencia en casi todas las regiones de Francia, con marcado predominio en Borgoña y Vendée, extendiendo su prestigio a varios países, en los que se encuentran rodeos en estado puro, o como parte de cruzamientos diversos con otras razas.
Actualmente el ganado Charoláis está diseminado fuera de las fronteras francesas por: España, Canadá, Estados Unidos, México, Reino Unido, Suecia, Japón, Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia, Perú, Chile, algunos países centroamericanos y otros. A grandes rasgos se puede informar
que está presente en unos 65 países de los 5 continentes.
En materia de cruzas se ha experimentado con todas las razas británicas, principalmente con Angus, con el objetivo obtener reses de mejor rendimiento de carne, a partir de un menor tenor de grasas. También ha sido una práctica frecuente hacer apareamientos de toros charoláis con ganados lecheros, especialmente la Normanda, propendiendo a lograr mejor facilidad de parto.
En Argentina hizo su aparición en la Exposición Rural de Palermo de 1910. Siete años después los ganaderos Carlos y Manuel Guerrero adquirieron algunos ejemplares de perdigué utilizándolos en cruzamientos con razas británicas. En 1924 se da apertura en la Sociedad Rural Argentina al registro correspondiente.

En 1959, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria “INTA”, introduce reproductores Charoláis para efectuar pruebas de cruzamiento, de la que se obtienen resultados muy favorables. Sin embargo, cabe decir que en nuestro país en las últimas décadas la raza ha declinado su presencia y menguado el protagonismo que suponía podía alcanzar. (Especialmente Redactado para Pregón Agropecuario) tomado de envio de pregon agropecuario 

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