¿Es posible generar
energía en una casa e inyectarla en la red en Argentina?
Que cada usuario sea productor-consumidor es posible pero se
necesita una normativa que lo regule; ya se discute en el Congreso pero estiman
que recién en un año podría ponerse en marcha
Aún no está legislada la posibilidad de inyectar energía
desde el hogar; aquí una instalación en Cañuelas
En poco tiempo la escena de techos con paneles solares no
será tan extraña en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Aunque hoy hay
algunos edificios públicos como escuelas, la Defensoría del Pueblo porteña y la
Legislatura que ya cuentan con equipos, no hay una regulación nacional para que
cada usuario pueda convertirse en productor y consumidor de energía eléctrica. Por
otro lado, Santa Fe, Mendoza y Salta cuentan con una normativa que permite
inyectar energía en la red a partir de renovables, las experiencias no son
masivas. Hoy se discuten varios proyectos en el Congreso y la Comisión de
Energía pretende que salga uno que reúna los acuerdos de las distintas
iniciativas. Esto es lo que se denomina generación distribuida.
Juan Carlos Villalonga, diputado nacional por el espacio
Cambiemos, presentó su propuesta. "Esto permitirá volcar energía limpia a
la red de los pequeños contribuyentes", dice. Según el proyecto, estos
usuarios no podrán equiparse para generar energía eléctrica distribuida a
partir de fuentes renovables que superen los 30 KW de potencia instalada. Para
el ex Greenpeace, su proyecto viene a contribuir tal como lo han hecho otros
legisladores con presentaciones propias durante las temporadas 2014 y 2015.
"Lo que más me interesa es que el proceso arranque en el parlamento. Lo
importante es que se inicie la discusión interna en Diputados dentro de la
Comisión de Energía, con eso ganamos tiempo", indicó.
Según el legislador, la norma debe reunir dos condiciones:
apoyar al contribuyente en la adquisición del equipo renovable y darle la
posibilidad de que amortice en un tiempo razonable la fuente limpia. El plazo
que él propone es de cinco años en los cuales el productor tendrá una
"tarifa de incentivo". Algo así implementó Santa Fe, que ya cuenta
con una ley, pero no consiguió demasiada adhesión. De esta forma en ese plazo
se puede recuperar la inversión de los equipos, que rondaría los 80.000 pesos.
Los equipos, obviamente, deben estar homologados y aprobados por el
distribuidor de energía para minimizar los problemas que puedan generarse en la
red.
Incentivos
En el mundo, el sistema de generación distribuida cuenta con
dos tipos de tarifas, uno que tiene una paridad de precios respecto de lo que
el usuario paga (se llama técnicamente net metering), y el otro en que el dueño
del panel recibe un estímulo monetario adicional por volcar a la red (feed-in
tariff).
Juan Bosch, de San Atanasio Energía SA (Saesa), es muy
optimista respecto del escenario futuro: "Creo que es fundamental por el
ahorro en los costos de transporte, la diversificación y elasticidad de todo el
sistema eléctrico. En Argentina estamos en pañales en materia de energía, en
general; en el paso hacia el pro consumo estamos todavía dentro de la panza
materna". Sin embargo, opinó que en cuanto exista la regulación con buenos
incentivos se desarrollará rápidamente: "Los incentivos son cruciales, hoy
estaba como dado vuelta. Ahora que los subsidios se van achicando, cuando se
diseñen correctamente, todo lo demás va a ser muy pronto. Una vez que eso
suceda, en menos de dos años deberíamos ver un desarrollo muy importante".
En la Argentina sólo tres provincias cuentan con un marco
regulatorio para que usuarios residenciales, comerciales e industriales puedan
inyectar energía limpia a la red, por medio de fuentes renovables, a cambio de
un resarcimiento en la boleta eléctrica. En el caso de Salta y Mendoza, no
comenzaron a motorizarse instalaciones bajo el paraguas del marco legal por
cuestiones técnicas aún a resolverse. En lo que respecta a Santa Fe, hasta
principios del mes de abril la Empresa Provincial de la Energía (EPE) reconocía
la energía limpia aportada por el usuario al mismo precio que se la compraba a
la compañía que administra el mercado mayorista eléctrico, CAMMESA, la cual
estaba fuertemente subsidiada. Esto provocaba que el gasto inicial de miles de
dólares en concepto de compra e instalación de un equipo renovable recién
llegará a amortizarse al cabo de algunos lustros, lo que no justificaba la
inversión. Hoy el sistema santafecino cuenta con una tarifa promocional más
seductora.
Ricardo Girolami, de Solamérica, contó que en los últimos
meses, luego de los aumentos en las tarifas de electricidad aumentó el número
de consultas para compra de equipos. "En el caso de la energía eléctrica
fotovoltaica vemos viable la instalación de equipos individuales que generen
una parte importante del consumo pico de cada vivienda, pudiendo devolver
energía a la red en las horas de bajo consumo", indicó.
Por el momento, los proyectos siguen en la Comisión de
Energía de la Cámara de Diputados. Los más optimistas aseguran que, en un año,
podría ser una realidad. El gobierno, para cumplir con la ley de promoción de
energías renovables, lanzó la licitación de 1000 MW de energía limpia y hasta
el momento ha recibido varias ofertas. El objetivo es que la matriz energética
local, compuesta en un 80% por combustibles fósiles como el petróleo y el gas,
se diversifique y las renovables alcancen
para 2018 el 8% de participación. POR
LAURA ROCHA
TOMADO DE LA NACION DE AR
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