Algo (ambiental) está cambiando POR RAMIRO VELASQUES GOMEZ
La conciencia ambiental que crece en todo el planeta, pese a
la férrea oposición de quienes solo ven en el cemento y el desperdicio de los
recursos naturales la mejor opción de vida, hace pensar que el mundo está
cambiando y para bien, aunque haya resistencia y no sea igual en todos los
países, como en el nuestro, donde las decisiones ambientales son tan ambiguas.
¿El optimismo? Por las noticias que llegan de distintas
partes. Veamos.
En Estados Unidos ha caído la solicitud de licencias de
conducción, descenso que tiene que ver con las nuevas generaciones. Los
milenial, están usando menos el auto, caminando y montando más en bicicleta.
Compran, también, menos autos.
En Austin, Texas, por ejemplo, se construye una torre de
apartamentos de 30 pisos. ¿La novedad? No tiene ni un solo parqueadero, algo
que horrorizaría, por ejemplo, a casi todos los residentes de Medellín.
Hay 93 ciudades de Estados Unidos que han eliminado o
consideran eliminar los requerimientos de parqueaderos con la idea de que al no
haber se use menos el auto.
Noruega es fuente de buenas noticias. No solo persigue tener
carbono neutro en 2030 sino que a 2025 no podrá haber en circulación ningún
auto movido con combustibles fósiles.
Nueva York adoptó asimismo carbono cero a 2050.
Y en la bahía de San Francisco rige un impuesto de 12
dólares anuales a cada propiedad para construir obras con miras al aumento en
el nivel del mar, que es inevitable.
Todo esto mientras las energías renovables suman. En 2015 se
agregaron 147 gigavatios de energía limpia, casi el equivalente a todas las
formas de energía de África.
Y aunque ese tema tiene de largo como de ancho, muestra la
nueva ruta.
Hoy en el planeta ruedan 1.260.000 carros eléctricos, poco
frente a los 1.000 millones de vehículos con combustibles fósiles, pero la
ecuación va cambiando.
La otra buena noticia la produjo una corte de Massachusetts:
les dio la razón a los ambientalistas que demandaron al Estado por no haberse
fijado metas claras de reducción de carbono como manda una ley.
Aumenta la concentración de CO2 en el aire y los científicos
acaban de publicar que ya no queda un solo lugar prístino en la Tierra: todo ha
sido tocado por los humanos, y modificado en gran parte. Pero a la vez hay
esperanzas.
No podemos desistir. La idea va calando.
TOMADO DE EL COLOMBIANO
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