Árboles frutales: todo lo que necesitás saber sobre cómo
y cuándo podarlos
La poda es el trabajo principal del año en un árbol
frutal. Si se hace durante toda su vida, se verá más esplendoroso ,
tendrá mejor aspecto, será más productivo y, fundamentalmente, vivirá más años.
Pero debe hacerse correctamente y observar la respuesta que va teniendo con
nuestra intervención.
Los frutales deben podarse para que crezcan y produzcan
todos los años: su producción futura la dará donde haya crecido la temporada
anterior, sobre ramas de más de dos años de edad. Naturalmente, el árbol que no
se poda tenderá a crecer más un año y producir mucho al año siguiente. Al
podarlo, rompemos esa tendencia -conocida como "vecería"-, y logramos
que las dos cosas ocurran lo más posible, siempre.
La poda de un duraznero. Se deben ir eliminando las ramas
que van "para adentro y para arriba", para abrir la copa y permitir
la entrada de aire y de luz al centro del árbol. Fuente: Jardín - Crédito:
Inés
Clusellas
Y si bien existen especies en las cuales la vecería se da
más frecuentemente (como por ejemplo el olivo, el pecán o el mandarino),
justamente con la poda lograremos que luego de una gran carga, al año
siguiente produzcan entre un 50 y un 70% , en vez de nada o casi nada.
Por otro lado, todo árbol de cualquier especie tiende a
cerrarse, con lo que impide el ingreso del sol; como consecuencia, empezará a
pelarse por dentro, a crecer en altura y a producir cada vez más en sus
extremos.
Tendremos entonces que limitar también la cantidad
de brazos productivos , que buscarán continuamente cruzarse y
finalmente irse en altura, lo que dificulta el manejo en general. Además, si se
deja que tenga muchos brazos, competirán por la luz y solo producirán donde la
alcancen. De modo que, si podamos en distintas alturas y lugares dentro del
árbol, lograremos el ingreso de luz, el crecimiento vegetativo y la producción
donde lo creamos más conveniente.
Izquierda: debemos limitar la altura para facilitar el
manejo, ya sea cuando aplicamos productos fitosanitarios o para cosechar los
frutos. Derecha: el frutal ya podado, con las ramas primarias bien
distribuidas. Fuente: Jardín - Crédito: Inés Clusellas
Evitar que el árbol se vaya en altura facilita el control de
plagas y enfermedades mediante pulverizaciones, que deberán llegar a mojar bien
toda la copa y la fruta. Por último, se poda para una mejor convivencia entre
individuos, ya sean productivos o no. Como regla general, los árboles deberán
estar a una distancia igual a su altura máxima. Así, por ejemplo, si se planta
un duraznero cuya altura se limitará toda su vida a los 4 metros, la distancia
con otro ejemplar debería ser de 4 m o más, pero no menor.
Mirá la explicación sobre cómo podar un frutal.
Cuánto y cuándo podar
La cantidad a podar depende de lo que haya crecido el frutal durante el último año , que es donde tendrá la producción el año siguiente. Depende también de cuánto puede exigírsele al árbol, sabiendo que esta exigencia debe ser proporcional a lo que soporta sin sobrecarga. De lo contrario, esto podrá influir en su envejecimiento temprano.
La cantidad a podar depende de lo que haya crecido el frutal durante el último año , que es donde tendrá la producción el año siguiente. Depende también de cuánto puede exigírsele al árbol, sabiendo que esta exigencia debe ser proporcional a lo que soporta sin sobrecarga. De lo contrario, esto podrá influir en su envejecimiento temprano.
Deberá considerarse siempre su manejo nutricional,
calculando que al menos habrá que "devolverle al suelo lo que le fue
sacado" . A mayor producción, mayor tendrá que ser esta
devolución. Si esto no ocurre, también estaríamos acelerando su
envejecimiento. Pero tendremos otra oportunidad de corrección, si es que le
dejamos demasiada carga. Deberá ralearse -es decir, descargar- parte de su
producción, para que pueda así criar y madurar correctamente la carga deseada.
En la medida en que esta operación se haga lo antes posible, cuando la fruta
aún es chica, antes se hará la corrección, aliviando el árbol.
La época de poda de todas las especies caducas es el receso
invernal. Las de hojas perennes pueden podarse durante prácticamente todo el
año, teniendo las debidas precauciones en regiones de extremo frío o calor.
Por otra parte, la mayoría de las veces, tanto en los
caducos como en los perennes, hay que dar "retoques". Es decir,
hacer podas durante la temporada primavero-estival, llamadas
desbrotes . Esto impedirá que vuelva a cerrarse y tape el ingreso de
sol y ventilación en la copa. Puede ser necesario hacerlo una o dos veces,
según su comportamiento.
Izquierda: En algunos casos los chupones pueden reemplazar
un brazo dañado o quebrado, por eso no siempre hay que eliminarlos. En este
caso se dejará el chupón y se sacará la rama vieja. Derecha: aquí sí cortamos
el chupón, ya que tenemos ramas fructíferas alrededor. Fuente: Jardín -
Crédito: Inés Clusellas VER MAS EN ; https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/poda-arboles-frutales-nid2363997
Izquierda: vamos eliminando las ramas que crecen para
adentro y las ramas muertas, para permitir el paso de la luz y el aire.
Derecha: Arbolito al año de ser plantado: se sigue la poda de formación
seleccionando las ramas primarias que irán armando la copa. Fuente: Jardín
- Crédito: Inés Clusellas
En esta época, luego de terminar con la poda de nuestros
frutales caducos es muy importante agregarles compost, estiércol o algún abono
orgánico que tengamos disponible. También deberemos continuar con nuestro
programa de pulverizaciones con polisulfuro de calcio o aceite
emulsionable. Fuente: Jardín - Crédito: Inés Clusellas
Distintos tipos de podas
Formación . Hay que realizarla desde su plantado
hasta cuando sea necesario. Debemos preparar la estructura, es decir el
armazón, que tendrá que resistir el peso de la futura carga.
Producción . Al principio se cruza con la
anterior, durante unos 3 o 4 años. Si bien se priorizará la de formación, esta
lentamente tomará más protagonismo para que el árbol dé la mayor cantidad de
fruta sin sobrecargarlo, lo que causaría su envejecimiento prematuro.
Correctiva . Será necesario hacerla todos los
años, al igual que la anterior, debido a que el árbol buscará crecer
especialmente "para adentro y para arriba". A su vez, habrá que ir
limitando los cruzamientos de ramas para evitar se molesten y sombreen entre
sí.
Rejuvenecimiento . En la medida que se pode
desde un principio y todos los años, esta casi no es necesaria. Si se tiene que
hacer, se debe a una serie de factores negativos asociados, pero
fundamentalmente a la falta de poda.
Reconstructiva . Es necesaria solo si ocurre
algo inesperado, como puede ser un daño por fuertes vientos. Debe tratar de
hacerse inmediatamente después del hecho. Una vez finalizada la poda, tendremos
nuestro árbol más manejable. Es decir, podremos empezar a controlar plagas y
enfermedades más fácilmente, ralear en la medida que sea necesario y, fundamentalmente,
llegar a cosechar su producción con ayuda de una escalera de poca altura. Por
Juan Buela // tomado de la nación de ar
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