domingo, 4 de septiembre de 2011

AGUA POTABLE SE CONTAMINA CON AGUA SALDA

Contaminación de agua salada en Florida 
  Keith London, comisionado de Hallandale Beach, es un defensor del ahorro de agua y recicla el agua de lluvia para regar su jardín.
 Charles Trainor Jr. / The Miami Herald
Los lagos, humedales y ríos del sur de la Florida bombean agua cristalina a todo el estado como arterias por el cuerpo.

Pero varias ciudades a lo largo de la costa del sur de la Florida se están quedando sin agua potable a medida que los pozos quedan contaminados por agua de mar.
Hallandale Beach ha abandonado seis pozos de agua potable debido a la contaminación de agua salada, que avanza subterráneamente en dos terceras partes del territorio municipal. 
“El agua de mar avanza hacia el oeste y no hay mucho que podamos hacer”, dijo Keith London, comisionado municipal de Hallandale Beach, que tiene experiencia en materia de conservación de agua en los últimos 10 años.
Una muralla de agua salada avanza hacia el manto acuífero de Biscayne, la fuente primaria de agua potable de 4.5 millones de personas en el sur de la Florida.
Hace 100 millones de años esta contaminación no era un problema. Pero grandes áreas del Río de Hierba fueron drenados mediante canales para crear tierras agrícolas y construir viviendas. Desde los años 30 las empresas de servicios públicos han tratado de controlar el avance del agua salada, que se ha infiltrado para ocupar el espacio dejado por el drenaje de agua dulce.
Ahora el comisionado London y el gobierno de Hallandale Beach necesitan asegurar una nueva fuente de agua potable, para lo cual planean perforar pozos en West Park, otra ciudad del sur de Broward unas tres millas tierra adentro, para entonces llevarla por tubería a Hallandale.
El proyecto costará unos $10 millones, dice Earl King, subdirector de Servicios Básicos e Ingeniería de Hallandale Beach. Por su parte, los vecinos a final de cuenta tendrán que pagar esa inversión de capital.
Los nuevos pozos son probablemente la alternativa más barata, dijo London. El gobierno municipal podría construir una planta de purificación de agua salda, pero los costos serían astronómicos.
“La electricidad necesaria para eliminar la sal haría que el agua costase 100 veces más que ahora”, dijo London.
En lo referente a la contaminación, el gobierno municipal ha restringido el uso de agua potable.
Por ejemplo, a Gulfstream Park se le prohibió en el 2005 sacar agua del manto acuífero de Biscayne. Gulfstream necesita unos 300,000 galones diarios para mantener el cuidado césped de hierba tipo Celebration Bermuda. 
La gerencia de Gulfstream decidió invertir $1.5 millones en un sistema de purificación de agua, que sacan de una profundidad de 1,200 pies del manto acuífero de la Florida, una sección profunda de agua salada del sistema.
En una zona de Broward, el agua salda ha entrado 5 millas tierra adentro y en Miami-Dade ha llegado al extremo este del aeropuerto.
“El agua salada está penetrando poco a poco en ciudades como Dania Beach, Lake Worth y partes de Fort Lauderdale”, dijo Scott Prinos, hidrólogo del Servicio de Geología federal en Fort Lauderdale. 
Prinos le sigue la pista desde hace décadas a la penetración del agua salada en el sur de la Florida y realiza prueba regulares de salinidad en un pozo perforado en Hallandale Beach en el 2005.
“Este pozo casi no tenía sal cuando lo perforaron, pero la salinidad aumenta cada vez más”, dijo Prinos. El pozo tiene una salinidad 30 veces mayor de lo normal. El Distrito de Control Hidráulico del sur de la Florida y el Cuerpo de Ingenieros monitorean el agua a lo largo de los canales de drenaje para evitar, y en algunos casos revertir, la penetración del agua salada.
Estas estructuras de control, como la que existe a lo largo del río Miami, hacen las veces de una represa: acumulan el agua dulce de un lado, que aumenta la presión para evitar le penetración del agua salada.
El comisionado London dice que la penetración de agua salada a final de cuentas afectará a todos en el sur de la Florida.
El Servicio de Geología informa que el fondo del mar en el sur de la Florida está subiendo a un ritmo de tres cuartos de pie cada 100 años. A medida que el agua salada se eleva a lo largo de playas y canales, penetra tierra adentro.
Un viernes reciente, London atendía su jardín lleno de flores y mariposas, pero no había ningún aspersor a la vista. “Tengo un tanque de 55 galones en la azotea que se llena de agua de lluvia [y con eso se riega el jardín]”.
“Si todos tuvieran uno o dos tanques de estos, pudiéramos ahorrar millones de galones de agua diarios”, dijo el comisionado.
“Vivimos en este pequeño planeta”, dijo London, “y lo que hagamos hoy tendrá consecuencias en el futuro”. 
TOMADO DEL NUEVO HERDALD DE MIAMI 

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