LA BAHÍA DE PANAMÁ RECUPERA EL ESTATUS DE REFUGIO DE VIDA
SILVESTRE
Cuando la asesora legal de AIDA Sandra Moguel comenzó a
investigar cómo proteger el Refugio de Vida Silvestre Bahía de Panamá de los
desarrolladores turísticos, pensó en la importancia ecológica de sus
ecosistemas de manglar para la pesca, las aves migratorias y la lucha contra el
cambio climático.
Tres desarrolladores – Lefevre, Desarrollo Bahía de Panamá y
Santa María Golf and Country Club – querían abrir el refugio para la
construcción de centros turísticos. Planeaban rellenar manglares y dragar
humedales para edificar hoteles, puertos marinos y 18 campos de golf.
Estuvieron a punto de lograrlo. En abril de 2012, los
desarrolladores ganaron una batalla importante. La Corte Suprema de Justicia de
Panamá suspendió el estatus de la Bahía de Panamá como refugio de vida
silvestre, eliminando así el obstáculo para que los desarrolladores sigan
adelante con sus planes.
Esto alarmó a AIDA y a uno de nuestros socios, el Centro de Incidencia Ambiental (CIAM), una organización no
lucrativa de derecho ambiental con sede en la ciudad de Panamá.
La construcción de centros turísticos en la bahía pondría en
peligro un ecosistema vital para la salud económica y ambiental de Panamá. La
Bahía de Panamá es hogar de especies amenazadas como el mono araña y es un
sitio clave de anidamiento y hospedaje para aves migratorias. Los manglares
capturan 50 veces más dióxido de carbono que un bosque tropical. Esto es
fundamental para frenar el cambio climático global, especialmente si tenemos en
cuenta que Panamá ha perdido el 75 por ciento de sus manglares.
Económicamente, la bahía es uno de los pilares del sector
pesquero. Alrededor del 90 por ciento de los ingresos generados por la
industria proviene de especies que viven alguna etapa de su desarrollo en la
bahía.
Tan importante es la Bahía de Panamá que la Convención
Ramsar, un tratado internacional de conservación, lo registró como humedal
prioritario de importancia internacional en 2003.
Para defender la bahía, Moguel escribió un breve documento
con base en los argumentos de Ramsar, así como en el derecho internacional y
comparado. Encontró que el caso tenía similitudes con el de Las Baulas en Costa Rica, donde un fallo de la Corte
Suprema ordenó, en 2008, la protección de esa especie amenazada de tortuga
marina por encima de los intereses comerciales de los desarrolladores
turísticos que buscaban construir en su hábitat. La sentencia favoreció el
interés público de proteger la especie y el derecho a un medio ambiente sano.
Mangroves
like these in Panama Bay sequester 50 times more CO2 than tropical forests, a
key for fighting climate change. | Manglares como estos en la Bahía de
Panamá capturan 50 veces más CO2 que los bosques tropicales, cuestión clave
para combatir el cambio climático.
Credit/Crédito: Alejandro Balaguer, Fundación Albatros Media
Credit/Crédito: Alejandro Balaguer, Fundación Albatros Media
El 4 de abril de 2013, la Corte Suprema de Panamá revocó la
suspensión de la condición de área protegida de la Bahía de Panamá, dictaminada
en 2012, al declarar que la importancia ecológica del sitio supera los
intereses de los desarrolladores.
Una vez más, el derecho internacional y comparado guió el
camino para la protección de ecosistemas vulnerables, mientras que grupos
locales como CIAM brindaron asesoramiento jurídico fundamental en ese ámbito.
Tú puedes ayudarnos a seguir utilizando dichos argumentos y
alianzas para proteger los ecosistemas frágiles en todo el continente
americano.
¡Gracias!
ENVIADO POR AIDA
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