Instalan ‘botellas solares’
para aclarar las casas de mi barrio
Foto: Suministrada / VANGUARDIA LIBERAL
A partir de botellas plásticas recicladas, llenas de agua y
cloro e instaladas en los techos de las casas, los rayos del sol se reflejan
para iluminar espacios con una intensidad de 55 vatios (Foto: Foto:
Suministrada /
“Litro de Buena Energía” es un programa piloto, desarrollado
por la ESSA, en el vecindario del barrio El Nogal del Norte.
Una botella de plástico, llena de una mezcla de agua y de
cloro, atascada a través de un agujero en el techo de la casa, es suficiente
para que ‘se haga la luz’.
El recipiente se coloca de manera perfecta en el tejado,
como si fuera una claraboya, y emite la luz equivalente a una bombilla de 55
vatios de electricidad.
¡Es así de sencillo y, sobre todo, así de barato!
Esta técnica, que para el caso de Bucaramanga se conoce con
el nombre de “Litro de Buena Energía”, comenzó a aplicarse en un popular barrio
de la Comuna Norte: El Nogal.
Se trata de una valiosa estrategia para ‘atrapar’ la
potencia del sol en una bombilla casera.
La meta es bien clara: atraer la luz a muchas de las casas
oscuras y ‘tristes’ que llenan los barrios menos favorecidos de nuestra capital
santandereana.
Todo se da gracias a los rayos del astro, los cuales viajan
en vertical a través del envase. Al chocar con el líquido, se genera una
refracción horizontal de 360 grados que ilumina a toda la habitación.
Las casas en donde se desarrolla el proyecto no tienen
ventanas. Es más, la única manera para que la familia pueda obtener la luz y la
ventilación consiste en salir por la única puerta que tiene la habitación.
La iniciativa, que por ahora es un proyecto piloto que
favorece a 42 humildes hogares del citado asentamiento de la Comuna Uno, es de
la Empresa Electrificadora de Santander, ESSA-Grupo EPM.
Según Carlos Alberto Gómez Gómez, gerente general de dicha
entidad, con esta primera fase se ha logrado la reducción del 17% del consumo
mensual de energía de los habitantes de El Nogal.
“Lo bueno de este proyecto es que es un sistema de energía
ecológico, el cual tiene como fin brindar una alternativa que impacte la
sostenibilidad de los grupos de interés en aspectos económicos, sociales y
ambientales”, agregó Gómez Gómez.
De esta manera, las familias de estratos bajos les dan una
mayor claridad a sus precarias habitaciones.
¡Únase a la causa!
Este programa, que a todas luces es amigable con el medio
ambiente, tiene la capacidad de generar redes comunitarias que posibilitan que
la idea se multiplique muy rápido.
Gómez Gómez recordó que “ya tenemos un plan piloto que
esperamos ampliar y, para ello, vamos a invitar a la ciudadanía para que se
vincule; eso es una forma de crear valor compartido”.
“De igual forma, vamos a hablar con los funcionarios de la
Alcaldía de Bucaramanga en principio, después posiblemente con los de la
Gobernación de Santander y con los de otros municipios para hacer un plan y ver
cómo podemos apoyar a la gente. Y es que la verdadera ganancia está en decirles
a las personas que se vinculen y entre todos proyectemos este brillante plan”,
añadió.
Recalcó e instó a la comunidad académica, a la empresa
privada y, en general, a toda la comunidad a hacer parte de esta gran
iniciativa. Finalmente, dijo que la ESSA se encuentra en el proceso de creación
de valor compartido para los usuarios que ahorran energía, a través de este
proyecto.
Resultados del programa piloto en Bucaramanga
Esta exitosa experiencia nació en Brasil, gracias al diseño
del mecánico de Sao Paulo Alfredo Moser.
La estrategia fue replicada de forma masiva en Filipinas y
en otros países asiáticos, europeos, centro y sur americanos.
En Colombia, la ciudad de Cali fue la pionera; ahora la
oportunidad es para Bucaramanga y por ende para Santander, mediante la
inclusión de energía autosostenible y el uso inteligente de este recurso, que
contribuirá a la disminución en el consumo y el pago puntual de la factura de
energía eléctrica.
“Nuestro oficio es suministrar energía, mas no es cobrar
energía a quien no la puede pagar. Y como hay una población vulnerable, que en
este momento estamos formalizando y que están conectados de forma ilegal,
algunos corriendo grandes riesgos y además causándole daño a los demás usuarios
porque eso encarece la tarifa y daña la calidad del servicio, dijimos: démosles
la facilidad a estas personas de tener energía sin necesidad de encender
bombillos”, comentó Carlos Alberto Gómez Gómez, gerente de la ESSA.
El programa contó con la participación y la sensibilización
de la comunidad por varios voluntarios de la ESSA, que acompañaron el proceso
de instalación de las botellas en El Nogal. Luego de tres meses, los resultados
indican la reducción medible y cuantificable del consumo en un 17% en promedio
en las 42 casas que participaron en la convocatoria.TOMADO DE LA VANGUARDIA DE
COLOMBIA
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