EEUU pide flexibilidad en nuevo acuerdo global sobre cambio
climático
Un camión es revisado por temas ambientales en Otay Mesa,
EEUU, sep 10 2013. Estados Unidos pidió el martes que la comunidad
internacional asuma una postura más flexible en torno a un acuerdo de Naciones
Unidas sobre cambio climático, a fin de que equilibre las necesidades de todos
los países y tenga mayores posibilidades de éxito.Foto: Mike Blake / Reuters
Estados Unidos pidió el martes que la comunidad
internacional asuma una postura más flexible en torno a un acuerdo de Naciones
Unidas sobre cambio climático, a fin de que equilibre las necesidades de todos
los países y tenga mayores posibilidades de éxito.
Hace dos años, alrededor de 190 países acordaron desarrollar
un pacto para reemplazar al Protocolo de Kioto, que forzaría a todas las
naciones a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. El acuerdo
debería ser firmado en el 2015 y entrar en vigor en el 2020.
Los países volverán a reunirse el próximo mes para trabajar
en el contenido y diseño de un nuevo acuerdo en Varsovia, pero el avance este
año ha sido lento.
En tanto, ha aumentado el consenso científico respecto a que
la actividad humana es responsable por el calentamiento global, lo que ha
presionado a los gobiernos a comprometerse con ambiciosos recortes de emisiones
de gases.
Muchos de ellos han estado más concentrados en impulsar a
economías débiles que en combatir el cambio climático.
En un discurso en una conferencia en Chatham House, en
Londres, el enviado espacial de Estados Unidos para Cambio Climático, Todd
Stern, dijo que para que un nuevo acuerdo sea ambicioso y justo, requerirá de
flexibilidad.
"Una postura rígida es el enemigo", sostuvo.
En vez de metas y
calendarios negociados, los países deberían tener permitido determinar sus
propios niveles de compromiso dependiendo de sus circunstancias y medios, dijo
Stern.
Eso podría ser
acompañado por un período de consultas antes de que los compromisos sean
acordados en el que todos los países y organismos puedan revisarlos, y que
permita a las naciones explicar por qué sus propuestas son justas y adecuadas.
En el 2009, Estados Unidos delineó una iniciativa para
aplicar profundos recortes en sus emisiones de un 30 por ciento por debajo de
los niveles del 2005 hacia el 2025 y de un 42 por ciento al 2030, pero aún no
ha podido concretar el plan.
El nuevo acuerdo global reemplazará al Protocolo de Kioto de
1997, que obligó a cerca de 35 naciones industrializadas a recortar sus
emisiones hasta fines del 2012. El año pasado, el protocolo fue extendido hasta
el 2020, tras lo cual entrará en vigor el nuevo pacto.
La efectividad de Kioto, sin embargo, fue limitada debido a
que dividió a los países entre ricos y pobres, mientras que naciones en vías de
desarrollo como China no tenían metas de recortes de emisiones legalmente
vinculantes. Además, Estados Unidos nunca ratificó el pacto.
(Reporte adicional de Barbara Lewis en Bruselas. Editado en
español por Marion Giraldo y Patricio Abusleme) enviado en red foroba
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