EL COMPLEJO
PROBLEMA DE LAS ORUGAS BOLILLERAS
Por: Ing. Agr. Pedro Daniel LEIVA – Especialista en
Protección Vegetal
Los ataques de isocas plaga en cultivo extensivos manifiestan distinto
grado de importancia en función de las pérdidas potenciales que pueden
provocar. Entre los factores que agravan el problema podemos citar: daños en
estructuras reproductivas, alta capacidad de ingesta, tolerancia a
insecticidas, escaso control biológico, predisposición a desarrollar bajo
condiciones climáticas poco favorables para el crecimiento de los cultivos
(sequía y altas temperaturas), respuesta a la presencia de hospederos alternativos
y capacidad de generar picos poblacionales muy altos por breves períodos de
tiempo (2 a 3 días). Todas estas cualidades como plaga la manifiesta el
“complejo de orugas bolilleras”.
Este complejo de plagas está integrado de 4 especies de dos
géneros, Helicoverpa y Heliothis: Oruga de la espiga del maíz (arriba
izquierda) Helicoverpa zea, Oruga bolillera de la soja (arriba
derecha) Helicoverpa gelotopoeon; Oruga capullera del algodonero (abajo
izquierda) Heliothis virescens y la Isoca bolillera sudamericana (abajo
derecha) Heliothis molochitina.
La diferencia entre la bolillera del maíz y de la soja, es
una tonalidad más oscura y menor tamaño en la segunda especie, como así también
los 4 puntos bien marcados en los dos pares de alas, visibles tanto en el haz
como en el envés. Las dos restantes especies notablemente más claras en ambos
pares de alas, en el primer par presentan líneas o bandas en lugar de puntos.
Una de ellas con tres líneas y la otra con dos bandas y cuerpo notablemente más
pequeño. H. molochitina carece de importancia económica, a diferencia de la
oruga capullera del algodonero. El denominado “complejo capullera de algodón”
está formado por H. virescens y H. gelotopoeon.
La “oruga de la espiga del maíz” ataca maíces al estado de
floración femenina. Al nacer las pequeñas larvas, ingieren los estigmas
produciendo el "corrimiento de granos" por falta de polinización de
óvulos. Luego las larvas penetran en la espiga y se alimentan de los granos y
del marlo tierno. Las siembras tardías son las más afectadas, el ataque es casi
del 100% en siembras a partir del mes de octubre. Los daños adquieren mayor
importancia en maíz dulce para choclo y pisingallo. En este último caso por
tratarse de espigas pequeñas el porcentaje de daño resulta elevado. También
causa daños de importancia en tomate donde barrena el fruto que luego se cae, y
algodón donde daña las cápsulas.
La “oruga bolillera de la soja” ataca tanto estructuras
vegetativas como reproductivas. Como defoliadora consume 3 veces más que la
isoca medidora Rachiplusia nu, 340 cm2 de hoja durante su período larval. La
segunda generación ataca inflorescencias y vainas. Para la zona de Pergamino se
han registrado en trampas de luz ocasionalmente picos poblacionales entre 3000
y 5000 adultos por noche. Esta circunstancia toma desprevenido a quienes no
advierten su presencia, ya que dos semanas más tarde se observa un ataque
masivo de alta intensidad, todos los lotes tienen muchas larvas por metro de
surco.
El Servicio de Alerta de Pergamino relaciona los ataques de
bolillera en soja de los últimos años con la siembra de hospederas alternativas
como arveja y garbanzo, junto a prolongados períodos de sequía inverno
primaveral, como la situación ocurrida en la campaña 2008/09. Es más, advierte
que aún bajo condiciones de buena disponibilidad hídrica, las larvas hibernates
del año anterior pueden ocasionar ataques importantes al inicio del desarrollo
del cultivo de soja.
La “oruga capullera del algodonero” cuando ataca al tabaco,
sus hojas pierden valor comercial como resultado de la defoliación; ataca
además botones florales, cápsulas y semillas. En algodón, se la considera plaga
de segunda etapa porque aparecen en estado reproductivo. Perforan las cápsulas
grandes para alimentarse de fibra inmadura y semillas, con una intensidad
estimada de un capullo diario. En comparación a las tres especies de bolilleras,
ésta es la más resistente a los plaguicidas.
Todos los detalles considerados resaltan la necesidad de
monitorear adultos en trampas de luz identificando y cuantificando
adecuadamente cada una de las especies a los efectos de establecer un “alerta
temprano” y, permitir orientar los trabajos de monitoreo y planificar la
logística del control químico. Una alternativa para estar informado de la
dinámica poblacional de plagas, es suscribirse gratuitamente a los Servicios de
Alerta del INTA, por ejemplo al de Pergamino, solicitando al email perent@pergamino.inta.gov.ar el
envió del estado de situación para su zona. De no existir una trampa de luz en
el radio de 30 km de su establecimiento, cabe considerar la posibilidad de
instalar una. El posicionamiento de la trampa no necesita estar dentro de un
lote, por el contrario se sugiere colocarla en un camino interno de transito
frecuente, pero alejada de fuentes lumínicas competitivas y zonas de árboles,
para permitir la libre circulación del viento.
Complementariamente le sugerimos monitorear los lotes con
frecuencia semanal para permitir una detección temprana de problemas
fitosanitarios, o en su defecto contratar un servicio de monitoreo.
Para aquellos interesados en instalar una trampa de luz les
puede resultar de utilidad conocer las tareas requeridas para su
implementación. Estas son simplemente dos: identificación y recuento de
especies, y el envío de los datos a la Coordinación de Sistema de Alerta.
Recolección diaria de las trampas (por el
trampero). El operario que revisa la trampa tiene poca capacitación formal
y alta responsabilidad por ser él el primer eslabón de la cadena; y además, no
recibe retribución adicional por su trabajo. Esta tarea que le insume entre 30
y 45 minutos diarios, es una tarea más entre otras que habitualmente realiza.
Su función es: a-cambiar los canastos, b-en un galpón introduce el canasto de
la trampa en una bolsa de consorcio color negra y rocía su interior con
insecticida piretroide para matar las polillas, c-identifica las especies
agrupándolas y recuenta el número de cada una, d-anota en un cuaderno la fecha
y la cantidad de adultos de cada especie, e-además registra los parámetros
atmosféricos de cada noche de captura: lluvias, temperatura y viento. Con
lluvia, bajas temperatura y mucho viento las polillas no realizan su vuelo
nocturno, y f-los días lunes entrega esos datos al asesor responsable de la
trampa
Remisión de datos al Servicio de Alerta (por
el Asesor del establecimiento o encargado) a-confección de una planilla
Excel con los datos semanales (especies, cantidad diaria y parámetros
atmosféricos) b-realiza el envío por correo electrónico a la
coordinación del Sistema de Alerta.
El INTA Pergamino ofrece capacitación en manejo de trampas
de luz, identificación y recuento de especies plaga. Complementariamente
disponemos de un libro que permite una rápida identificación de todas las
especies de importancia agrícola, por relación de semejanza estructurado en
base a fotografías a color. Al menos para isocas plaga y cultivos extensivos,
lo que no está en la Clave Pictórica, carece de importancia agrícola. Esta
publicación resulta de utilidad para todas las zonas agrícolas y todos los
cultivos del país. Por tratarse de un libro escrito con fines prácticos, no se
requieren conocimientos previos para su interpretación. Además de la
identificación, detalla los datos bioecológicos de las especies. Este
“identikit y prontuario” constituye un valioso material de consulta, tanto para
productores como profesionales y estudiantes de ciencias agrarias.
Ing. Agr. Pedro Daniel Leiva
Especialista en Protección Vegetal
pdleiva@pergamino.inta.gov.ar TOMADO DE ENVIO DE PREGON AGROPECUARIO DE AR
Especialista en Protección Vegetal
pdleiva@pergamino.inta.gov.ar TOMADO DE ENVIO DE PREGON AGROPECUARIO DE AR
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