PRODUCCIÓN | Investigadores agrarios indican que la mayor
parte de la agroindustria nacional está
concentrada en Santa Cruz, permitiendo
a ese departamento aumentar sus exportaciones al resto del país Agroindustria
provee 82% de los alimentos al país
Producción de trigo en el departamento de Santa Cruz. - El
Deber AgenciaEl 82 por ciento de los alimentos que se consumen en el país
proviene de la agroindustria, mientras que la agricultura campesina familiar
provee el restante 18 por ciento, según datos de la organización Productividad
Biosfera y Medio Ambiente (Probioma). Esto supone que mientras hace 40 años se
consumía una variedad de 90 a 100 productos, actualmente la cifra se redujo a
unos 30, la mayoría procesados. La cantidad de alimentos importados también se
elevó, según datos de los últimos cinco años. Entre las causas, están la
migración, la falta de mecanización, de tecnificación del riego, las
fluctuaciones del mercado muchas veces asociadas al contrabando y la falta de
educación del consumidor, señalan los investigadores Carmen Ledo, de la
Universidad Mayor de San Simón (UMSS), y Juan Carlos Alarcón, del Centro de
Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca). Para explicar la fuerte
incidencia de la agroindustria (concentrada en Santa Cruz) en la alimentación
del país, el investigador de Probioma, Miguel Ángel Crespo, señala que no sólo
provee de aceite sino también de derivados de la soya que se usan como alimento
balanceado para pollos, cerdos y reses, que están entre las carnes de mayor
consumo. Según datos del Censo de Población y Vivienda de 2012, el 62 por
ciento del arroz nacional se producía en Santa Cruz, al igual que 43 por ciento
del trigo, 40 por ciento del maíz, 100 por ciento de la soya, 50 por ciento de
las hortalizas y 38 por ciento de la papa. En el caso de la papa, el 70 por
ciento de la producción cruceña se concentra en la zona de Chané, que es
eminentemente agroindustrial, destaca Crespo. Los pequeños productores de soya
también producen papa, pero como poseen más de 50 hectáreas ya no son
considerados parte de la agricultura campesina familiar. Respecto a la
migración, el Censo de 2012 señala que el 67 por ciento de la población vive en
las ciudades y 33 por ciento en el área rural. Ledo afirma que la falta de
seguridad en riego y mercados empuja a muchos jóvenes a migrar, ya sea a la
ciudad o al exterior, dejando a sus padres a cargo de la actividad agrícola. En
muchos casos, dice, se trata de gente en edad de retiro que debe hacerle frente
a una agricultura de subsistencia en condiciones precarias. Este panorama
incide negativamente en la seguridad alimentaria. Crespo hace notar que Santa
Cruz, región agroindustrial, es el principal destino de la migración interna. “Ya
no es rentable sembrar frutas u hortalizas. La coca es más rentable y, en el
oriente, la soya. En Santa Cruz hay tierras”, afirma en alusión a las nuevas
políticas derivadas de la Cumbre del Agro, en la que el Gobierno acordó con los
productores cruceños modificar algunas leyes para ampliar la frontera agrícola. Faltan políticas Alarcón coincide con
Ledo en que hay un “envejecimiento” del área rural porque los jóvenes migran,
sobre todo en busca de formación. Pero según estudios de Cipca, no es que no
quieran regresar a su tierra y a sus tareas agrícolas, sino que no existen las
condiciones para hacerlo. “Quieren volver, pero quieren tecnificación, trabajo
mecanizado”, señala. Estructura
productiva local e importación de alimentos En el caso de Cochabamba, los
datos sobre la estructura productiva por regiones señalan que en el valle sólo
el 12 por ciento corresponde a la actividad agropecuaria, en la zona andina el
19 por ciento, en el cono sur el 22 por ciento y en el trópico el 29 por
ciento. En el área metropolitana, más del 80 por ciento de la actividad está
orientada al sector servicios, según datos de la investigadora Carmen Ledo.El
titular de la Secretaría de Desarrollo Productivo de la Gobernación, Pedro
Padilla, informó que entre 2010 y 2015 el área cultivada en el departamento
llega a 266.182 hectáreas, frente a las 648.203 hectáreas “en descanso”. “No se
está produciendo debido a la migración del campo a la ciudad, la gente se
dedica al comercio, también por la migración externa”, señala. La superficie de
tierra apta para cultivo llega a 914.385 hectáreas. Sobre el área
metropolitana, Padilla hace eco del reclamo constante de los pequeños
productores al señalar que el crecimiento sostenido de la mancha urbana no deja
espacio para tareas agrícolas. Tomado de lostiempos de Bolivia
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