La paz acercó a enemigos irreconciliables
El presidente de Cuba, Raúl Castro, sirvió de intermediario entre
el presidente Santos y “Timochenko” durante el anuncio de la firma del acuerdo
sobre la Jurisdicción Especial para la Paz. FOTO AFP Cuando Juan Manuel Santos y alias “Timochenko”
estrecharon las manos en La Habana, en el fondo, muy en el fondo, debió
producirse una colisión de emociones entre dos hombres que han sido enemigos a
muerte en la última década.
El político, primero como ministro de Defensa en el gobierno
de Álvaro Uribe y después siendo Jefe de Estado, protagonizó los golpes más
devastadores contra las Farc: las muertes de los líderes “Raúl Reyes”, “Alfonso
Cano”, “Martín Caballero”, “Jacobo Arango” y “Román Ruiz”, al igual que la
Operación Jaque, que terminó con los planes subversivos de hacer un
“intercambio humanitario” entre secuestrados y guerrilleros.
El insurgente, máximo comandante de los rebeldes, asumió las
riendas de una organización responsable de cerca de 100.000 crímenes
investigados por la Fiscalía, que incluyen asesinatos de funcionarios públicos,
tomas a poblaciones, extorsiones masivas, terrorismo a granel y la siembra de
campos minados que han dejado 11.203 víctimas, 6.920 de ellas de la Fuerza
Pública.
¿Qué ocurrió, para que esos rivales terminaran sentados en
la misma mesa? ¿Qué hace especial a este proceso de paz, que hasta ahora ha
superado los escollos insalvables que otrora tuvieron los impulsados por los
presidentes Belisario Betancur, César Gaviria y Andrés Pastrana?
El Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, ha dicho
que parte del éxito parcial de este proceso es el respeto de unas condiciones
que lo hacen único: no hay cese de operaciones militares ni zonas de despeje;
las conversaciones son por fuera del país y con la máxima reserva posible; se
concertó entre las partes una “agenda realista” de seis puntos y tres fases,
fundamentadas en el principio de “nada está acordado hasta que todo esté
acordado”; y al final será la ciudadanía la que apruebe o no lo que se firme en
Cuba.
Otro factor que facilitó que la insurgencia accediera al
diálogo fue una paulatina supremacía militar del Estado que no hubo en
conversaciones pasadas, pues en la década anterior las Farc llegaron a tener
20.000 alzados en armas. Hoy, esa cifra se redujo a 6.230, con pérdida de
dominio territorial, sin influencia en las grandes ciudades y menor capacidad
para someter poblaciones.
“Cuando la administración del expresidente Clinton y el
Congreso mayoritariamente republicano apoyaron el Plan Colombia a finales de
los 90, las metas fueron claras: debilitar a las Farc al punto de que se
sentaran en una mesa de negociación, y cerrar el capítulo del conflicto armado
más largo del hemisferio occidental. Si bien no se ha alcanzado la paz, el país
está más cerca de lograrla”, declaró Eliot L. Engel, miembro de la Comisión de
Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EU.
El congresista agregó que “cuando se firme el acuerdo de
paz, insto a mis colegas en la Cámara y el Senado a proveer a Colombia la
asistencia robusta que necesita”.
Las Farc, por supuesto, tienen otro punto de vista. En un
documento web titulado “Línea de tiempo del proceso de paz”, ellos mismos
responden la pregunta “¿por qué aceptamos dialogar con Santos?”. Aducen que el
Presidente “parte de la idea equivocada de que somos una guerrilla vencida
(...) Por eso nos propuso dialogar, con la ilusión de que aceptaríamos en
seguida, para rendirnos y salvar nuestras vidas”.
“Pero se equivocó -continúa el texto-, si aceptamos
sentarnos a una mesa, lo hacemos con nuestra propia idea: encontrar una
solución de carácter civilizado y pacífico a los graves problemas que padece el
pueblo colombiano”.
Y quizá a manera de espaldarazo, concluyen: “hay que
reconocerle a Santos que a diferencia de Uribe, aceptó que en Colombia existía
un conflicto armado y no una amenaza terrorista. Haber reconocido eso, ya era
algo muy importante para nosotros”.
OTROS PROCESOS EN COLOMBIA
Intentos con Farc
- Contactos: presidentes Belisario Betancur (82-86), César
Gaviria (90-94) y Andrés Pastrana (98-2002).
- Preacuerdos: tregua bilateral en 1984 y creación del
partido Unión Patriótica (víctima de exterminio); mesa de diálogos en Tlaxcala,
México (1992); zona de distensión con base en El Caguán (1998-02).
- Desmovilizados: 19.500 individuales.
- Disidencias: nunca se desmovilizó y tiene 6.230
combatientes, según el Mindefensa.
Guerrilla del Epl
- Contactos: presidentes Virgilio Barco (1986-90) y César
Gaviria (90-94).
- Acuerdos: indultos para delitos políticos, creación del
partido político “Esperanza, Paz y Libertad”; destrucción de los explosivos en
los campamentos y entrega de armas a una Consejería Nacional para la Paz, con
veeduría de una comisión local y una internacional de políticos.
- Desmovilizados: 2.060.
- Disidencias: Frente Libardo Mora Toro, todavía activo en
Norte de Santander.
Autodefensas
- Contactos: presidente Álvaro Uribe (2002-10).
- Acuerdos: entrega de armas al Gobierno; Ley de Justicia y
Paz con tribunales especiales, penas alternativas de máximo 8 años, confesión
de crímenes y reparación a las víctimas.
- Desmovilizados: 31.671 en jornadas colectivas y 5.500
individuales.
- Disidencias: 33 grupos de bandas criminales, hoy están
activas “los Urabeños”, “Libertadores del Vichada” y “Bloque Meta”.
Movimiento M-19
- Contactos: presidentes Julio Turbay (1978-82), Belisario
Betancur (82-86), Virgilio Barco (86-90) y César Gaviria (90-94).
- Acuerdos: participación en la Asamblea Nacional
Constituyente, creación del Fondo Nacional de Paz y del Consejo de
Normalización (para los reinsertados), reformas judiciales y electorales,
comisiones para reformar la justicia y estudiar el narcotráfico. El desarme fue
ante una comisión de la Internacional Socialista, con posterior entrega de
arsenal al Gobierno.
- Desmovilizados: 900.
- Disidencias: Movimiento Jaime Bateman Cayón y Frente
Omaira Montoya, entre otros, hoy inactivos.
Grupos menores
Pequeños grupos que hicieron parte de diferentes procesos:
Partido Revolucionario de los Trabajadores (PTR), Comando Ernesto Rojas (CER),
el Movimiento Armado Quintín Lame, la Corriente de Renovación Socialista,
Frente Francisco Garnica, entre otros.
- Contactos: presidentes Virgilio Barco (1986-90) y César
Gaviria (90-94).
- Acuerdos: participación en Asamblea Constituyente y el
Consejo de Normalización, comisión bilateral para vigilar puntos del acuerdo.
Destruyeron el arsenal y botaron los desechos al mar, con veeduría de una
comisión de la Asamblea Constituyente.
- Desmovilizados: 965.
- Disidencias: pequeños grupos absorbidos por Farc y Eln.
Fuentes: U. Militar Nueva Granada, Fundación Cultura
Democrática y Acr.
OPINIÓN
¿POR QUÉ SIGUE EN PIE EL PROCESO?
NELSON RICARDO MATTA COLORADO Egresado de la U.P.B.
Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad,
crimen organizado y delincuencia local y transnacional. TOMADO DE EL COLOBIANO
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