El Gobierno ocultó un
dato oficial de pobreza El organismo trabajó en un índice integral, pero
Economía lo frenó por los malos resultados POR Francisco Jueguen La decisión
oficial de no difundir el índice de pobreza no tiene fundamentos técnicos ni
sociológicos, como argumenta el Gobierno. Allí sólo pesa la determinación
política de Cristina Kirchner. Pese a las justificaciones por "problemas
de empalme", multiplicidad de metodologías o estigmatizaciones sociales,
el Indec trabajó sigilosamente en un indicador alternativo para calcular la
pobreza, pero, al mostrar resultados negativos, Economía decidió ocultarlo.Documentos
a los que accedió LA NACION y fuentes involucradas en ese proyecto estadístico
confirmaron la información: el Indec trabajó entre 2011 y comienzos de este año
en un índice multidimensional de pobreza. Se trata de un indicador más amplio
que el que midió hasta 2013 la exclusión mediante canastas de bienes y
servicios. Para 2012, único cálculo cerrado para ese índice alternativo, 39% de
los hogares (4.564.456 millones) tenía al menos una condición de pobreza. Pero
"el corte sugerido" por los técnicos que hicieron el trabajo para
definir la pobreza fue, no obstante, de tres condiciones como mínimo. Con ese
criterio, los hogares pobres eran un 25,8% (3.019.563 millones). Gracias a esos
resultados, la medición oficial no se extendió en el tiempo y fue archivada por
el Gobierno. La Universidad Católica Argentina (UCA) estimó que en 2014 el
40,2% de los hogares urbanos (4,5 millones) era pobre o vulnerable en ingresos
o derechos sociales, según el primer resultado de su índice multidimensional.
Tras un 2013 y 2014 de estancamiento y alta inflación, el dato aparece en línea
con lo que venía midiendo alternativamente el Indec y terminó cajoneando. En
2012, y con la metodología vieja por ingresos -que suele minimizar algunas
caras de la exclusión social-, el organismo estadístico había informado que los
hogares pobres eran sólo el 4% (o sea, 449.090). De acuerdo con las fuentes
consultadas, el proyecto de medición de pobreza multidimensional fue acercado
el año pasado a funcionarios de segunda línea del Ministerio de Economía, que
conduce Axel Kicillof. Nunca hubo una respuesta. "Se asustaron con los
resultados. Los números no son afines", confió un técnico que trabajó en
el programa. En el Palacio de Hacienda confirmaron a LA NACION que hay un
"grupo grande" trabajando el tema, pero desde antes que asumiera
Kicillof. "Con el cambio de base se necesitó un trabajo de adaptación [de
las metodologías] mucho más profundo, que aún no se terminó. Incluso se está
trabajando con organismos internacionales. No hay ninguna orden para parar ni
esconder nada", negaron cerca del funcionario. En el Indec, en tanto,
confirmaron la existencia del proyecto, pero indicaron que trabajaba en forma
paralela a la dirección de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). No
obstante, el programa del índice multidimensional fue motorizado directamente
por la cúpula del organismo, por lo menos hasta que se conocieron los
resultados "negativos" que arrojaba para el Gobierno. "Problemas
de empalme", justificó el ex jefe de Gabinete y actual intendente electo
de Resistencia, Jorge Capitanich, cuando dejó de difundirse el dato de pobreza
por ingresos, el único público entonces. El último índice elaborado por el
Indec fue para el primer semestre de 2013 y estimó que en la Argentina había
3,7% de hogares y 4,7% de personas pobres. Kicillof no dio una explicación
técnica sino sociológica: publicar el número era "estigmatizar" a los
pobres. El más novedoso fue Norberto Itzcovich, director del Indec. El
economista afirmó que existen "6000 formas distintas" de calcular la
pobreza. Ese argumento lo habilitó a no publicar ninguna. A pesar de esa
justificación, el director del instituto fue, junto con su antecesora, Ana
María Edwin, quien encargó el trabajo en 2011 de crear un índice de pobreza
multidimensional. De eso se ocupó un equipo llamado Innovación Metodológica,
conformado por cinco técnicos (uno de La Cámpora, otro del Movimiento Evita y
otros históricos del Indec). El grupo era conducido, según rememora el
"Documento de Trabajo Nro. 2 de octubre de 2012: Medición de las privaciones
habitacionales según el enfoque multidimensional de la pobreza", por Ana
Nora Feldman, directora nacional de Planificación y Coordinación Estadística.
Una de las colaboradoras fue Graciela Belloti, nuera de Edwin. En ese entonces,
muchos creyeron que el trabajo no avanzaría nunca e incluso dijeron que se
trataba de puro marketing o maquillaje de la cúpula del Indec para mostrar
avances en los índices. Parte de eso existió. Por ejemplo, el Instituto de
Estadística de Italia (Istat) publica aún en su portal una visita en octubre de
2011 de las autoridades del organismo para discutir la nueva forma de calcular
la pobreza. En octubre de 2013, la agencia oficial Télam informó de un
"nuevo acuerdo" entre el Indec y Istat. El intercambio incluía
"el estudio de los aspectos metodológicos relativos a los nuevos abordajes
para el cálculo de la pobreza". Edwin e Itzcovich fueron en ese viaje a
buscar el aval de Enrico Giobanini, entonces director del Istat para el
trabajo. "Cuando viajaron a Italia, Feldman pedía que a los PowerPoint,
por las dudas, no se le pusieran números", relató un técnico que estuvo
muy cerca del proyecto del nuevo índice. Pero, a pesar de las dudas existentes,
el trabajo avanzó gracias a algunos de los especialistas del grupo de innovación.
Según uno de ellos, el índice multidimensional podía describir las condiciones
de vida de los argentinos de acuerdo con la cantidad de privaciones. Pero
además ofrecía la desigualdad entre los pobres, el peso de cada uno de los
indicadores y podía estratificar la pobreza según los tipos de los hogares.
"Si alguien quería sacar de la pobreza a un hogar, le podíamos decir dónde
estaban esos
hogares, cuáles eran sus características y qué necesitaban",
dijo. Se hicieron dos tipos de ejercicios: uno con hogares con privaciones de
una batería de 17 indicadores (material predominante de los pisos de la
vivienda, del techo y presencia del cielo raso, tenencia y uso de baño,
hacinamiento, acceso a agua segura de red pública, a desagües cloacales y gas
de red, asistencia escolar, rezago escolar, logro educativo, analfabetismo,
informalidad, subocupación horaria, desocupación, desocupación de larga
duración, cobertura de salud y percepción de jubilación o pensión). El segundo
cálculo tenía ocho privaciones. "El índice multidimensional trabaja con
varias líneas, no sólo ingresos, por lo que es obvio que en la Argentina
aparecen hogares con privaciones por todos lados, por carencias de servicios,
informalidad laboral, baja educación, entre otras cosas", explicaron
expertos. "El equipo de trabajo no existe más. En concreto, desde el año
pasado dejó de producir luego de que se pasaron los resultados al equipo del
ministro de Economía. Esos resultados duermen en un cajón", agregó la
fuente. La última reunión de Innovación Metodológica fue en mayo de 2015. Yo no
había luz verde política.Cerca de la cúpula del Indec lo admiten. A pesar de
que creen que la argumentación técnica para dejar de lado un cálculo sólo por
ingresos existe realmente, reconocen que por el timing elegido la decisión de
no informar ya ningún tipo de indicador de pobreza desde 2013 tiene que ver con
la voluntad política. No lo dicen. Pero todos apuntan a la Presidencia de la
Nación. Del editor: qué significa. La
existencia de este indicador refuta las argumentaciones del Gobierno acerca de
la imposibilidad técnica de difundir datos de pobreza. TOMADOD E LA NACION DE
AR
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