miércoles, 18 de noviembre de 2015

AGUA SUBTERRÁNEA

 HIDRÓLOGOS ELABORARON UN MAPA DEL AGUA OCULTA DE LA TIERRA
¿Cuánta agua subterránea hay? Las aguas subterráneas son uno de los recursos naturales más explotados y más preciados del planeta, con edades de entre meses y millones de años de antigüedad, y en todo el mundo, hay una creciente demanda por saber cuánto tenemos. Un grupo internacional de hidrólogos realizó la primera estimación basada en datos de la presencia total de las aguas subterráneas en la Tierra. El estudio, dirigido por Tom Gleeson de la Universidad de Victoria, (Canadá), con coautores de la Universidad de Texas (Austin, Estados Unidos); la Universidad de Calgary (Canadá), y la Universidad de Göttingen (Alemania), se publicó en "Nature Geoscience". Este equipo publicó el primer mapa sobre agua subterránea en la Tierra, lo que acerca al mundo a estimar cuánta existe y cuándo se terminará si se hace un uso excesivo de este recurso natural. La mayor parte del estudio muestra la historia de los acuíferos recientes. “Menos del 6 por ciento del agua subterránea que se encuentra en los dos primeros kilómetros desde la superficie de la Tierra se renueva en el transcurso de vida de una persona”, explica Gleeson.  “Sabemos que los niveles de agua de muchos acuíferos están cayendo, lo que significa que estamos usando nuestros recursos de agua subterránea muy rápido, más rápido de lo que se están renovando”, indica.  La investigación proporciona información importante para la gestión del agua y el desarrollo de políticas medioambientales, así como para científicos cuya área de investigación sea la hidrología, la ciencia atmosférica, la geoquímica y la oceanografía. “El mapa puede ayudar a mejorar la gestión de los recursos de aguas subterráneas de un modo sostenible”, añade. Tras estudiar múltiples bases de datos (en las que se incluyen información sobre un millón de cuencas), y más de 40.000 modelos de aguas subterráneas, el estudio ha calculado que existe un volumen total de 23 millones de kilómetros cúbicos de aguas subterráneas de los cuales 0,35 kilómetros cúbicos tienen menos de 50 años.
Moderna y antigua
Es importante diferenciar el agua antigua de la moderna. Tanto una como otra son fundamentalmente diferentes en la forma que interactúan con el resto del agua y los ciclos climáticos. El agua antigua se encuentra en zonas más profundas y se utiliza habitualmente en la agricultura y la industria. A veces contiene arsénico o uranio y normalmente es más salada que el agua de mar. "En algunas partes, el agua salada es tan vieja, y está tan aislada y estancada que no es renovable", dice Gleeson. De los 23 millones de  kilómetros cúbicos de agua subterránea, sólo una mínima fracción –el 6 por ciento– es el tipo de líquido que podemos aprovechar mejor. Es la que se conoce como agua subterránea "moderna" y es fácil de extraer porque está cerca de la superficie. "Es el agua subterránea que se renueva más rápidamente, en una escala de vidas humanas", explicó Gleeson autor principal del estudio. "Pero es este agua subterránea moderna la que también es más sensible al cambio climático y a la contaminación humana.
Es un recurso vital que tenemos que manejar mejor", señala.
El mapa El mapa del estudio muestra la mayor parte del agua subterránea moderna en regiones tropicales y de montaña. “Las zonas azules oscuras del mapa corresponden al agua subterránea que es rápidamente renovada. Las zonas azules claras indican las áreas donde la mayor parte del agua subterránea está estancada y no es renovable”, señala el investigador. Algunos de los más grandes depósitos están en la cuenca del Amazonas, el Congo, Indonesia, y el norte y centro de América a lo largo de las Montañas Rocosas y la cordillera occidental hasta el final de América del Sur. Las altas latitudes del norte están excluidas de los datos porque el satélite no las cubre. En cualquier caso, esta zona es en gran parte una gran capa de hielo con poca agua subterránea bajo ella. No sorprende a los investigadores que la menor parte de agua subterránea moderna esté en regiones más áridas como el Sáhara. “De forma intuitiva, esperamos que las áreas más secas tuvieran menos agua subterránea joven y que las zonas más húmedas tuvieran más, pero antes de este estudio todo lo que teníamos era una intuición. Ahora, tenemos una estimación cuantitativa que comparamos con las observaciones geoquímicas”, indica Kevin Befus, coautor del estudio. El próximo paso de los investigadores consistirá en diseñar un cuadro completo de cómo de rápido estamos agotando tanto el agua subterránea antigua como joven, para analizar el volumen de agua subterránea con relación a cuánta está siendo usada y gastada.
Nuestro estudio ponen de manifiesto que nuestros recursos de aguas subterráneas jóvenes son un recurso finito que tenemos que manejar mejor”, concluye Gleeson.
“Cuando sepamos cuánta agua subterránea está siendo gastada y cuánta hay, seremos capaces de estimar cuánto tiempo disponemos hasta que nos quedemos sin ella”, indica Gleeson. Para hacerlo, harán otro estudio usando un modelo a escala global.
¿Dónde está? La mayor parte del agua subterránea se halla en regiones montañosas y tropicales y los depósitos más grandes están en la cuenca del Amazonas, el Congo, Indonesia y a lo largo de las fronteras occidentales de América del Norte y del Sur.
Sólo el 1,5% se renueva
El hidrogeólogo Tom Gleeson y su equipo recolectaron muestras de agua subterránea y midieron sus niveles de tritio. Este material radiactivo es un residuo de las pruebas de armas termonucleares, así que toda el agua con altos niveles de tritio se considera agua moderna. Los científicos consiguieron mapear la abundancia de agua bajo la superficie terrestre a diferentes niveles de profundidad. El agua subterránea se encuentra en acuíferos, grietas, y poros de la corteza terrestre. La sociedad depende cada vez más de estas reservas, especialmente para la agricultura. Pero deberíamos dejar de hacerlo. Este nuevo estudio calcula que sólo un 1,5 por ciento de las reservas de agua subterránea de la Tierra se está renovando de manera activa; menos de lo esperado. En otras palabras, la mayor parte de ese gigantesco pozo que llevamos décadas bombeando no va a recuperarse en una escala de tiempo humana. Sólo un 1,5 por ciento es renovable, pero los científicos advierten que “el hecho de que algo se haya ido reponiendo en los últimos 50 años no quiere decir que vaya a seguir reponiéndose en los próximos 50".
ALTERNATIVA LIMPIA Y RENOVABLE Las plantas iluminan la selva peruana
Lima | Efe Las plantas se han convertido en una alternativa limpia y renovable para afrontar la escasez de energía eléctrica en la selva peruana gracias a un invento que plantea aprovechar su potencial para iluminar los hogares de una de las zonas más pobres de Perú.  La "plantalámpara", como se denomina el invento, es un proyecto de investigadores de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), de Lima, que genera dos horas de luz diarias por medio de una batería que recoge y convierte en energía eléctrica los nutrientes liberados en la tierra por una planta mediana durante su fotosíntesis. El proyecto nació con el objetivo de "brindar una fuente de luz eléctrica limpia a las personas a través de los recursos de su entorno", afirmó el responsable de la investigación y profesor de la UTEC, Elmer Ramírez. Y se desarrolló en la localidad de Nueva Saposoa, una comunidad indígena de 173 habitantes de la etnia shipibo-conibo, en la región amazónica de Ucayali, donde el 65 por ciento de la población no cuenta con electricidad, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI). Un equipo formado por siete profesores y ocho alumnos trabajó durante cuatro meses en las "plantalámparas", para lo cual viajaron dos veces a Nueva Saposoa, la primera para recolectar datos y la segunda para entregar 10 de los prototipos del invento a la comunidad. "Si bien ya se tenían estudios sobre la existencia de electricidad en la tierra producto de la interacción con las plantas, nosotros pasamos de la teoría a la aplicación", explicó Ramírez. Para dar ese salto, los investigadores peruanos tuvieron que definir el área de tierra necesaria para alimentar la batería dentro de una maceta de madera, además de seleccionar una lámpara LED de alta eficiencia y de bajo consumo.
Entre los integrantes del proyecto estuvo el estudiante de Ingeniería de la Energía Marcello Gianino, quien contó que "al explicar a las personas cómo funcionaba el invento, éstas se quedaron asombradas porque no podían creer que toda esa vegetación que los rodeaba podía generar luz". "Fue una experiencia conmovedora poder darles no sólo luz sino cambiar radicalmente sus vidas", agregó.
Para los beneficiados en Nueva Saposoa, quedaron atrás los mecheros y candiles con combustible tóxico, además de los días en los que debían concluir sus actividades al desaparecer el último rayo de luz solar.
Cómo funciona

La plantalámpara genera dos horas de luz diarias por medio de una batería que recoge y convierte en energía eléctrica los nutrientes liberados en la tierra por una planta mediana. TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA 

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