/ Claudio Ocampo, Los estudiantes no solamente nos
demuestran que son una generación que no calla, sino que actúa y gracias a
ellos dejamos atrás al “no te metas”. Si no fuera por la constancia con la que
permanecieron para denunciar al rector Froilán Peralta ninguna prueba
existiría, ya todas iban a pasar por la trituradora o estar convertidas en
cenizas y el exrector tal vez estaría disfrutando en libertad.
Vivimos en un país en el que el grado de corrupción y de
desfachatez es tal que los dueños de los rubros en el Estado contratan a toda
su familia, a sus amigos, a sus amantes y a los operadores que se enclaustran
para seguir manteniendo a las mismas personas en los mismos lugares.
El punto principal para que esta lucha contra la corrupción
funcione es, porque finalmente se trata de la sistemática lucha contra la corrupción,
que todos los estamentos controlen el presupuesto que tienen asignados. Pero
¿cómo hacer sostenible cuando hay tanta podredumbre en todos lados? La única
forma es actuar de la misma manera en todos los sitios en los que vemos que las
cosas pasan de oscuras a ocultas.
La corrupción está en todos lados y eso demuestra porqué
muchos de los representantes de los estudiantes terminaron vendiendo su
conciencia, por unos rubros en sitios que ni siquiera les correspondía porque
no egresaron de ninguna carrera. Estos deben ser los más baratos que pudieron
ser comprados con dinero público. Esos sitios deben ser permanentemente
controlados por los estudiantes para evitar que sigan apareciendo “líderes” con
el mismo grado de podredumbre de los actuales.
La desfachatez de las recientemente rajadas autoridades de
la Contraloría General de la República
nos puede dar una idea de qué estaban haciendo las mismas en lugar de controlar
a las instituciones. La Contraloría se convirtió en un nido de garrapatas que
se dedicó a lucrar con los informes que emitían. No olvidemos que el
actual contralor interino Roy Rodgers
fue un “recomendado” del anterior contralor Rubén Velázquez. El Ejecutivo
tampoco se salva, la Secretaría de la Función Pública se debe empapar de
documentos y elevar los informes sobre, por ejemplo, los casos de nepotismo.
¿POR QUÉ FUE IMPORTANTE LA MARCHA ESTUDIANTIL?
Que el mes de la juventud nos haya demostrado la conciencia
sobre la pobre educación que reciben millones de paraguayos cada año no
solamente alegra porque hay “una reacción”. La calidad de educación puede sacar
a más familias de la pobreza, podrá darle a la sociedad el profesionalismo que
necesita en diferentes áreas. Pero principalmente nos brinda a personas
conscientes de la realidad, que manifiestan su interés en mejorar.
Esta “contraloría estudiantil” ante el Ministerio de
Educación debería darnos el ejemplo de cómo actuar ante las demás instituciones
que necesitan también una urgente depuración.
HAY MUCHO POR HACER
Entre los entes que tenían la responsabilidad de hacer algo
contra la corrupción, pero se destacan por hacer lo contrario se puede citar a
varios.
La impunidad es lo que desarma a todas las esperanzas de un
cambio para bien. Esa impunidad se puede presentar de varias maneras, pero
cuando la misma proviene de la propia Corte Suprema de Justicia es cuando nos
damos cuenta de que el panorama será negro.
La CSJ permitió que cientos de municipalidades y entidades como la
Universidad Nacional no puedan ser verificadas por la Contraloría. La disposición
judicial afirma que el juzgamiento corresponde al Tribunal de Cuentas
(dependiente de la propia Corte Suprema), no pudiendo ningún órgano
administrativo de la República realizar examen especial de la ejecución
presupuestaria de ingresos y gastos, así como tampoco auditorías de gestión e
inspección técnica de obras. Concediendo estos recursos varios entes se libran
de rendir cuentas ante los dueños del dinero público, la ciudadanía. Todo esto
agravado por el prebendarismo practicado por muchos de los ministros que
también tienen a toda su familia viviendo del Estado.
Ni hablemos de la Fiscalía General de la República que por
medio de sus incompetentes agentes, y muchas veces cómplices de los
investigados, evitan resguardar la
evidencia cuando corresponde. Los acusados muchas veces se ven beneficiados por
la mala actuación del Ministerio Público. El amiguismo y la política partidaria
en esta institución tampoco dejan de ser una realidad que debe ser
completamente eliminada.
Muchos de los integrantes del Congreso Nacional, por medio
de sus dos cámaras, son cuasi analfabetos, o al menos analfabetos funcionales.
Esto es directa responsabilidad de la apatía y la falta de información a la
hora de votar. Son estas personas las encargadas de hacer y votar todos los
años por un presupuesto, son ellos los que dan el visto bueno para el uso del
dinero. Cuando hay hechos de corrupción manifiesta como lo ocurrido con la
“niñera” de Víctor Bogado o “los caseros” del diputado José María Ibáñez no
podemos dejar de pensar ¿Hasta cuándo la caradurez de continuar en el cargo sin
ningún tipo de vergüenza?
Por eso es importante que todos comencemos a pensar en la
importancia de tener personas idóneas y con un serio compromiso con la
ciudadanía cuando se debe elegir a un nuevo contralor, al fiscal general del
Estado, a un nuevo ministro de la Corte y cuando se vota a los nuevos
parlamentarios o al presidente de la República.
Sería muy injusto obligar a los jóvenes estudiantes a ser
los únicos responsables de sanear a todas estas y otras instituciones del
Estado. Ese cambio debe venir de toda la ciudadanía, todos debemos denunciar
los hechos desde donde nos encontremos, porque -tarde o temprano- la corrupción, la incompetencia y la impunidad
nos afecta a todos. TOMADO DE ABC DE PARAGUAY
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