Invertir en la salud
beneficia el crecimiento económico
¿Me creerías si te dijera que invertir en la salud es una
medida rentable para los gobiernos? Sabemos que el gasto público en salud de un
país se considera una sobrecarga económica, como así también una “deuda” para
el crecimiento económico y el panorama económico en general. A pesar de esas
nociones populares, hay crecientes tendencias y evidencias que señalan en el
sentido contrario, particularmente para las economías emergentes y algunas
economías clave desarrolladas. Las inversiones en el cuidado de la salud
benefician directamente el crecimiento económico de los países.
/ BID POR TREVOR GUNN. Como el ministro de economía es el
árbitro definitivo de la adecuada gestión económica en cada país, tiene sentido
examinar en mayor detalle algunos de los vínculos potencialmente positivos
entre la cartera del ministro de salud pública y las inquietudes estratégicas
del ministro de economía, en su relación con la política tributaria, los
incentivos de inversión, los flujos comerciales y la gestión de cuentas
corrientes (para nombrar algunas áreas). EL GASTO PÚBLICO EN SALUD PROPORCIONA
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES: En las palabras de David Lipton, primer subdirector
gerente del Fondo Monetario Internacional, el gasto público en salud y
educación es el “gran igualador”, y esa es una declaración que no debe tener
carácter político ni ideológico. En
particular para las economías emergentes, donde el acceso a servicios de salud
básicos suele ser escaso, esto permite establecer un cimiento más sólido y una
compensación mutua de las partidas a fin de procurar el alcance de sus metas
económicas y competitivas. EL GASTO PÚBLICO SE MANIFIESTA EN PRODUCTIVIDAD: Tal
vez la parte mejor investigada y documentada de todo el debate que asocia la
salud con la economía se resume en una frase que menciono bastante: las
poblaciones que gozan de buena salud son poblaciones más productivas (y, a
menudo, lo inverso es verdad). LAS INVERSIONES EN EL CUIDADO DE LA SALUD SON
UNA HERRAMIENTA CRÍTICA PARA MINIMIZAR EL RIESGO NACIONAL: En un estudio
reciente publicado por el Washington Post, que se concentra en la economía
estadounidense desde 1973 hasta el presente, los empleos relacionados con el
cuidado de la salud fueron los mejor sustentados frente a cualquier otra
categoría de empleo, lo cual contribuyó a estabilizar la economía. De igual
manera, durante la crisis económica más profunda de los Estados Unidos, hace 5
años, el cuidado de la salud fue el único sector que, en efecto, sumó empleos.
Para las economías emergentes, prácticamente no hay mejor ejemplo reciente que
la crisis del virus del ébola. Dicha crisis no solo puso en picada a un puñado
de economías del África Occidental, sino que afectó el panorama completo de
inversión directa extranjera en todo el continente, con lo cual deprimió el
crecimiento y el comercio en un clima económicamente dinámico. Se han documentado excepcionalmente bien los
impactos económicos a escala mundial de la crisis del virus ébola en el África
Occidental y el VIH/SIDA. Las inversiones en sistemas adecuados de salud
habrían minimizado en gran medida (si no las habrían eliminado) algunas de dichas
crisis y, en consecuencia, sus severos efectos económicos. LA INVERSIÓN CRÍTICA
EN EL ECOSISTEMA DE SALUD BENEFICIA LA COMPETITIVIDAD: Para que los países
emergentes puedan desarrollar un sistema de salud competitivo, el ecosistema
innovador los fortalecería internamente y también los ubicaría como mejores
competidores a nivel internacional. ¿Quién sabría que el stent cardiaco de hoy
día fue inventado por Juan Palmaz, cardiólogo argentino? De igual manera, ¿quién se atrevería a tener
presente que el Dr. Alim-Louis Benabid, neurocirujano francés de ascendencia
argelina, creó la “estimulación cerebral profunda”, terapia y tecnología que
trata los síntomas del mal de Parkinson? Es crítico lograr que México, Brasil,
Sudáfrica, Costa Rica y otros numerosos países incentiven el desarrollo de su
propia base de tecnología médica. Para ello, es esencial elevar el nivel de
cuidado de la salud de tal manera que inspire la prosperidad de la profesión en
ingeniería biomédica. A medida que los
países decidan que tiene altísimo valor su propia innovación, surgirán otras
industrias, tales como numerosos proveedores, capitales de riesgo,
desarrolladores de centros médicos de primera clase, etc., y la apoyarán. LA
INFRAESTRUCTURA DEL CUIDADO DE LA SALUD ES NECESARIA PARA LA INVERSIÓN
EXTRANJERA DIRECTA: Cuando era director de la oficina del Departamento de
Comercio de los Estados Unidos en Rusia/Comunidad de Estados Independientes, se
nos ordenó colaborar con inversionistas estadounidenses en lo que se percibe
como un ambiente comercial difícil. Realmente me sorprendió la importancia que
cumplían los factores objetivos en dichas decisiones. Algunos de esos factores
están bien documentados, por ejemplo, en la serie de informes “Doing Business”
(Haciendo negocios) del Banco Mundial. La realidad es que las decisiones clave
para las inversiones directas extranjeras (y, en definitiva, los ejecutivos
sénior que las dirigen) son tomadas por personal jerárquico en cualquier
compañía. A fin de reclutar y hacer que
se sienta a gusto el tipo de personas de alto nivel a quienes se les
encomienda, de hecho, tomar algunas de esas decisiones, la presencia o ausencia
de infraestructura médica clave —hospitales, clínicas y profesionales médicos
capacitados— es una parte mucho más importante del cálculo de una compañía que
lo que uno podría imaginar a primera vista. Aquellos afectados de manera
particular son los profesionales de nivel sénior (o sus familias), quienes a
menudo afrontan problemas de salud.
Frecuentemente, las compañías no permiten que dichos profesionales
viajen o se trasladen a países emergentes con escasa infraestructura en cuidado
de la salud. Como resultado, los países
con escasa infraestructura en cuidado de la salud a menudo reciben (sin más
alternativa) a ejecutivos con menos experiencia que los países con mejor
infraestructura de esa clase. La
decisión de una compañía de invertir en un país en particular a menudo se
demora, y puede que no se tome en definitiva, cuando no participan ejecutivos
responsables de nivel más alto. Sin una adecuada infraestructura en cuidado de
la salud, sufre notablemente la inversión extranjera directa, ya que los
ministros de finanzas y los funcionarios clave involucrados en dicha inversión
consideran que la mencionada infraestructura es esencial para el crecimiento
económico. LA INFRAESTRUCTURA EN CUIDADO DE LA SALUD ES BÁSICA PARA LA
INFRAESTRUCTURA DEL PAÍS: Durante los meses pasados, vimos que grandes
inversionistas a nivel privado y público se reenfocaron a escala mundial en la
necesidad de desarrollar una infraestructura importante. Por ejemplo, el gobierno mexicano tiene
planes, juntamente con la infraestructura tradicional, de construir grandes
clínicas y hospitales como parte de su estrategia de desarrollo económico. El
nuevo gobierno de la India también considera que el cuidado de la salud y su
infraestructura son parte de sus planes de revitalización económica. La falta de enfoque en la infraestructura
inspiró en China la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras
(AIIB – Asian Infrastructure Investment Bank). Desde la perspectiva de
alcaldes, gobernadores y funcionarios nacionales, el cuidado de la salud
siempre se considera como parte de la infraestructura de un país
emergente. Desde el punto de vista de
ciertos protagonistas, hay una separación ilógica entre “la infraestructura
tradicional” (ej., represas, carreteras, energía) y la infraestructura en
cuidado de la salud, como si fuera algo distinto. Creemos que se trata de una falsa división, y
que ambas infraestructuras deben considerarse como “una sola” y estrechamente
vinculadas entre sí. La implementación de la infraestructura apropiada en
cuidado de la salud —para garantizar que las poblaciones locales y los
visitantes reciban un tratamiento adecuado— permite que el país retenga los
capitales y a los profesionales locales.
Ya se trate de infraestructura física en cuidado de la salud (ej.,
hospitales) o de “infraestructura humana” (ej., trabajadores de la salud de primera
línea, enfermeros y médicos), el cuidado de la salud está indisolublemente
vinculado con toda otra infraestructura como catalizador de un crecimiento
sustentable y a largo plazo. EL TURISMO MÉDICO ES UNA MANERA CRÍTICA DE
IMPULSAR LA COMPETITIVIDAD. Quienes
viajan para recibir atención médica no lo hacen por un resfrío común. Por lo
general, viajan para someterse a algún tratamiento sofisticado o alguna cirugía
en países donde puede prestarse la atención adecuada de manera más económica y
a menudo a un nivel superior con respecto al país de origen del viajero. Desarrollar dicho turismo como un destacado
sector de la economía —como lo han hecho Tailandia, Turquía, Singapur,
Colombia, México y Sudáfrica— puede convertirlo en imán para la excelencia. Incluso
en los Estados Unidos, el turismo médico cumple una función crítica para
centros médicos académicos, tales como John Hopkins, la Clínica Mayo, la
Clínica Cleveland, como así también otras universidades públicas, tales como
UPMC/Universidad de Pittsburgh, Universidad de California, Universidad de
Wisconsin y muchas otras más. Tales protagonistas se encuentran literalmente en
el centro de la competitividad médica estadounidense. El desarrollo del turismo
médico dentro del sector del cuidado de la salud y todos los elementos que lo
rodean conlleva impactos dramáticos y positivos en la competitividad del país a
escala internacional. En otras palabras, diversos factores fomentan el turismo
médico. Entre tales factores se cuentan el acceso a una tecnología médica
sofisticada y la expectativa de beneficios y costos asociados con la salud.
Contribuir a fomentar la economía adecuada en materia de
salud para el siglo XXI no es algo opcional para ministros de finanzas,
economía, comercio o salud pública. La dinámica económica a escala mundial y
los factores demográficos exigen que todos los líderes clave de todo gobierno
consideren la salud como una inversión, en lugar de una carga económica. De esa
manera comenzarán a considerarla como un sector que necesita ser fomentado con
los beneficios sociales críticos que demanda la población.
¿Cómo piensas que más inversión en salud podría beneficiar a
tu país? Comparte con nosotros tu experiencia en la sección de comentarios más
abajo o mencionando @BIDgente en Twitter.
TREVOR GUNN es vicepresidente de relaciones internacionales
de Medtronic y profesor adjunto en la facultad de servicio exterior de la
Universidad de Georgetown. Gunn es
fundador y presidente de la junta directiva de USA Healthcare Alliance (Alianza
Estadounidense para el Cuidado de la Salud).
ESTA COLUMNA FUE ORIGINALMENTE PUBLICADA EN EL BLOG GENTE
SALUDABLE DEL BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO BID. TOMADO DE ABC DE PARAGUAY
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